Los Globos de Oro son impredecibles, especialmente en las categorías televisivas. Les gustan mucho las estrellas, las novedades y reivindicar series en las que todavía no se había fijado nadie. Aquí venció Glee, ellos fueron los primeros en dar premios el año pasado a La maravillosa Mrs. Maisel, y por eso siempre hay mucho morbo en ver qué reconoce la Asociación de Prensa Extranjera.

En esta ocasión ha habido dos grandes triunfadores. La primera, El asesinato de Gianni Versace, era más que esperada. Es la miniserie del año, había arrasado en los Emmy, y llegaba con cuatro candidaturas. Cumplió el guion, y ganó el de Mejor miniserie y Mejor actor para Darren Criss, que dejó a Antonio Banderas sin su ansiado Globo de Oro. Ryan Murphy, su creador, fue uno de los pocos que se atrevió a lanzar un dardo a Donald Trump y hacer un discurso político en una de las galas más sosas y menos combativas que se recuerdan.

La otra triunfadora es Netfix, que fue uno de los nombres más oídos de la noche, ya que al éxito de Roma en cine, con dos premios, se unió la sorpresa de El método Kominski, una de las comedias del año, que venció a la favorita (La Sra. Maisel) con su retrato de la amistad en la tercera edad de un representante y un actor al que da vida Michael Douglas, que también se llevó un Globo de Oro que dedicó a su padre.

El equipo de The americans recibe su Globo de Oro. Reuters

La tercera vencedora fue la temporada de despedida de The americans, que por fin se vio reconocida como Mejor serie dramática, aunque su pareja de intérpretes, Keri Russell y Mathew Rhys no pudieron vencer a sus rivales. Sus globos fueron para Sandra Oh, por Killing Eve, la serie de culto del año, y para Richard Madden, otra de las sorpresas de la noche que también benefició a Netflix, que vio su Bodyguard (original de BBC pero difundiad en todo el mundo por ellos) recompensada.

Penélope Cruz no ha podido llevarse el Globo de Oro la Mejor actriz secundaria por su papel de Donatella Versace en la miniserie El asesinato de Gianni Versace. Su rival, y una de las favoritas, Patricia Clarkson, le ha quitado uno de los pocos trofeos que faltan en su vitrina. Era el único premio para una favorita que se vio derrotada en casi todas las candidaturas, Heridas Abiertas. Cruz buscaba redimirse de su derrota en los Emmy, donde era la favorita y perdió finalmente frente a Merrit Wever por Godless, que no estaba en esta ocasión.

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La madrileña hubiera hecho historia uniéndose al club de españoles que lo han ganado, que hasta ahora sólo tiene tres miembros: Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar y Javier Bardem, único intérprete que lo ha ganado aunque nadie lo pudiera ver por televisión ya que su premio, por No es país para viejos, se entregó el año en el que la huelga de guionistas dejó a los Globos sin su tradicional gala.