A la izquierda, los médicos Juan Manuel Fullana y Carolina Falcón. A la derecha, Marcos Díaz y María Criado, que han hecho el examen MIR este sábado.

A la izquierda, los médicos Juan Manuel Fullana y Carolina Falcón. A la derecha, Marcos Díaz y María Criado, que han hecho el examen MIR este sábado. J. Vaquero

Reportajes

Los jóvenes médicos miran más allá del examen del MIR: "Quieren ligarnos a la Sanidad pública sin darnos estabilidad"

Sanidad elimina la nota de corte del examen con el que 15.000 facultativos pretenden acceder a centros sanitarios, que sufren un déficit de personal.

Más información: El mapa definitivo del MIR: de la provincia repudiada a los hospitales elegidos por los mejores

Publicada
Actualizada

A Marcos, María, Carolina y Daniel le afloran los nervios. Son cuatro de los más de 15.000 médicos que este sábado han hecho el examen MIR (siglas de Médico Interno Residente), que este año aumenta las plazas ofertadas en los centros sanitarios hasta las 9.000.

Una prueba que en esta edición no cuenta con nota de corte y que se da tras el anuncio de un nuevo estatuto marco de la profesión por parte del ministerio de Sanidad, que quiere que los médicos que hagan el MIR se queden obligatoriamente en la pública durante 5 años. Una medida que no ha gustado entre algunos de los examinados y, sobre todo, a los sindicatos. 

María Criado terminó medicina el pasado mayo. A los cinco años de carrera ahora les ha sumado un año de estudio para responder las 210 preguntas tipo test del MIR durante las cuatro horas y media que dura la prueba. “Mejor no calcular las horas que hemos estudiado”, dice la facultativa de 24 años, que explica que estuvo pegada a los apuntes y los libros los últimos ocho meses de lunes a sábado de nueve de la mañana a nueve de la noche. 

Y es que la nota final valdrá a Criado para escoger la especialidad que designará el lugar en el que desarrollará su profesión. La médico vino junto a un compañero, Marcos Díaz, que sabe claramente la rama de la sanidad que quiere evitar. “Ninguna que no tenga trato con el paciente, como anatomía patológica o radiodiagnóstico”, explica el sanitario de 24 años. 

Ambos, junto a los cientos de facultativos que se agolpaban arropados por sus familiares a las puertas de la facultad de Derecho, una de las sedes del examen MIR en Madrid, no tendrán una nota de corte que los deje fuera de las plazas ofertadas. 

La medida, junto a una subida de oferta de plazas del 3%, quiere paliar el déficit de médicos que sufre España. Sanidad dio a conocer el año pasado que faltan 5.874 doctores, sobre todo de atención primaria. Un saldo negativo en medicina familiar y comunitaria que se hace patente en autonomías periféricas como Canarias, Islas Baleares o Navarra y más acentuada en la España rural.

Criado, a pesar de los nervios, critica la ausencia de una vara de medir. “No es la forma de conseguir que las plazas se cubran. Si las condiciones fueran mucho mejores, no quedarían tantas plazas desiertas y no tendrían que haber tomado esta medida”, explica la médico.

Ambiente a las afueras de la facultad de Derecho, donde cientos de médicos han hecho este sábado el examen MIR.

Ambiente a las afueras de la facultad de Derecho, donde cientos de médicos han hecho este sábado el examen MIR. J. Vaquero

Una de cada cuatro plazas MIR de este año son para la especialidad de medicina familiar y comunitaria. La que quiere hacer Carolina Falcón, que tiene “el cerebro frito” tras un año de estudio casi a diario. Lo más difícil de este examen es la incertidumbre y la competitividad, que en Medicina está bastante patente”, explica la médico de 24 años.

A pesar de los nervios por entrar al examen, expresa por qué ve la eliminación de la nota de corte de forma positiva. “Lo más importante no es lo que saque una persona en este examen, una persona que ya está graduada, sino que se llenen las plazas. Porque son plazas que van a servir para tratar a gente que muchas veces se muere en listas de espera. Y eso no puede pasar”, razona. 

La otra polémica de este examen MIR ha sido el anuncio hecho por Sanidad hace tan solo 10 días. El ministerio quiere incluir en el nuevo estatuto marco de la profesión que los facultativos que hagan la residencia tengan que estar otros cinco años en la salud pública de forma obligatoria. Algunos sindicatos de médicos ya han alzado la voz contra la medida.

Díaz alude a la falta de continuidad laboral para rechazar el cambio de reglamento. “Después de acabar la residencia, los contratos que nos ofrecen son de una semana o dos. Quieren ligarnos a la sanidad pública durante cinco años, pero ellos no se comprometen a darnos una estabilidad laboral”, explica el médico.

Mónica García, ministra de Sanidad, defendió este sábado tras el comienzo de la prueba el cambio de reglamento: "Este estatuto marco recoge dos cosas fundamentales: legislación europea, que mejora las condiciones laborales de nuestros profesionales, y también sentencias ganadas aquí en España gracias a esos sindicatos que han luchado por las mejores condiciones".

Unas condiciones que desde hace casi un lustro ha experimentado en persona Daniel Casas. A sus 29 años, lleva cuatro ejerciendo como médico de familia para el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). 

El médico Daniel Casas, antes de entrar al examen MIR, este sábado

El médico Daniel Casas, antes de entrar al examen MIR, este sábado J. Vaquero

“Me presento al MIR porque estamos viendo que ahora hay un déficit de médicos y muchas plazas en todo el país te permiten trabajar sin la especialidad. Pero tarde o temprano esto va a cambiar. Es una oportunidad para tener méritos y puntos en bolsa”, explica el facultativo graduado en Colombia, pero de familia manchega. 

Él trabaja en la especialidad donde faltan médicos. Y lo hace en el pueblo de Lillo, que roza los 2.500 habitantes. “Eres uno más el pueblo, eres el médico del pueblo. Te valoran como tal y te reciben muy bien”, explica sobre cómo es ejercer su profesión en pequeñas localidades, las mismas que muchas veces otros compañeros rechazan por la lejanía a sus lugares de origen. 

Los cinco años obligatorios tras el MIR le parecen una mala idea. “Entonces España se quedará esperando a tener médicos. Luego, si no tienes más plazas, ¿qué haces durante cinco años? Pues te vas a Europa, porque tiene unos atractivos increíbles”, explica. 

A Casas le ofrecieron irse a Irlanda y se lo pensó. “Entras a trabajar en un hospital, son menos horas de guardias o dan más salientes, mejores condiciones, horarios reducidos e intereses económicos mejores”, explica el médico. “Lo que pasa es que claro, como vivo en España, no vivo en otros países”, añade el médico sobre por qué se presenta al MIR teniendo otras opciones. 

Junto a los 9.000 médicos, este sábado se examinaron otros 21.000 graduados en enfermería, psicología, farmacia y otras ramas sanitarias, que optan a otros 2.000 empleos públicos. Un 74% fueron mujeres. Las notas saldrán entre el 27 y el 31 de enero y otorgarán un destino a Criado, Falcón, Casas y Díaz. "La nota al final no cura a nadie", sentencia la médico Falcón.