
Sebastián Díaz Martínez, el exvigilante de seguridad que mató a Alicia, en una foto facilitada por la familia de la víctima mortal de este feminicido.
Sebastián, el vigilante cojo, mató a la madre de su ex Claudia en Murcia al querer vengarse de ella: "Esa bala era para mí"
La hija de la difunta Alicia: "Vino al bar a buscarme para vengarse porque le había denunciado y le pusieron una orden de alejamiento".
Más información: Alicia, la anciana valiente que murió por un balazo de su exyerno Sebastián en Murcia para salvar a su hija maltratada
Claudia no podía evitar explotar de rabia tras encender unas velas en memoria de su madre, Alicia, y comenzaba a golpear con impotencia la persiana metálica del bar en el que la mujer que la trajo al mundo, volvió a darle la vida por segunda vez, este miércoles por la tarde, cuando se interpuso en el camino del disparo que realizó Sebastián contra Claudia, para vengarse por haberle denunciado por lo que es: un maltratador.
"Esa bala era para mí", admitía desolada Claudia, hija de la extensa prole de Alicia (Colombia, 1946): una madraza de seis hijas y dos hijos, una superabuela de sus nietos, y una vecina de diez porque en Torreagüera conocían a esta anciana, de 79 años, por "su dulzura", "su amabilidad" y su "espíritu devoto"que siempre la llevaba a regalar una bendición cuando entraba a por sus medicinas a la farmacia de Pepe o se tomaba un buen cafecito en el Bar La Celosa: 'Que Dios me lo guarde'. Esa era su frase.
"Ha matado a mi mamá", lamentaba Claudia, con una pena incurable, junto al bar en el que recibió un balazo en la cabeza Alicia: la matriarca de esta familia, a la que iban a dedicarle el nombre de este negocio hostelero de gastronomía latina y que en breve subiría la persiana en el número 80 de la calle Mayor de la pedanía murciana de Torreagüera, con un bonito nombre: 'El Rinconcito de la Abuela'.
Tal estreno ha sido truncado por Sebastián Díaz Martínez, exvigilante de seguridad privada, de 58 años, condenado por malos tratos, y que ha convertido este homenaje a Alicia, en uno a título póstumo porque el Sistema VioGén ha fallado a su hija, Claudia: una víctima de malos tratos, valorada con un nivel de riesgo bajo y que solo contaba con una orden de alejamiento de 500 metros. Una medida de protección insuficiente porque su maltratador fue a matarla y el balazo lo recibió su madre en la cabeza.
"Ese hombre me maltrataba y seguía en la calle, a pesar de que le volví a denunciar porque intentó pegarme con un puño americano", según explica Claudia a EL ESPAÑOL. "Vino al bar a buscarme para vengarse porque le había denunciado y le pusieron una orden de alejamiento". "Iba a matarnos a todos". "Espero que esta vez le condenen, que se haga Justicia de verdad y que no vuelva a salir nunca de prisión".
Vídeo | Alicia, de 79 años, murió al interponerse en un disparo que su exyerno Sebastián dirigió hacia su hija.
Claudia no puede seguir hablando, una lágrima cruza su rostro, frente al ramo de flores y las velas que han colocado en recuerdo de Alicia, justo en la zona de la cristalera de la fachada del bar en el que la matriarca disfrutaba de una celebración familiar este miércoles, acompañada de sus hijos y nietos, mientras daban los últimos retoques al negocio. "Imagínese lo mal que estoy", concluye esta colombiana, minutos antes de tener que abrir la puerta del local a la Policía Judicial para que lo inspeccione.
De momento, un portavoz de la Guardia Civil ha informado de que el asesinato de la pobre anciana siguió esta dinámica: "Un varón, de 58 años, exvigilante de seguridad [Sebastián], accedió a un bar en reformas en Torreagüera donde se encontraba su expareja [Claudia], sobre la que existe una orden de alejamiento, realizando un disparo con una pistola, interponiéndose en la trayectoria del disparo la madre de su expareja [Alicia], una mujer de 79 años, que ha resultado fallecida".
Pero esta versión es demasiado light. Tan solo basta con escuchar el escalofriante relato que ofrece un nieto de Alicia a EL ESPAÑOL: "Ese hombre fue a matar a todo el mundo". De hecho, Sebastián irrumpió en el bar encapuchado y por sorpresa, empuñando dos armas de fuego y equipado con un par de cuchillos, para empezar a amenazar a su expareja, Claudia y a toda su familia.
"Pilló por desgracia a mi abuela y gracias a Dios que se le encasquilló la pistola, de lo contrario, aquello habría sido una tragedia", tal y como denuncia este nieto de la fallecida, sobre la violencia con la que Sebastián irrumpió a sangre y fuego en el bar, pasadas las ocho de la tarde de este miércoles, en plena calle Mayor de Torreagüera. "Lo que pasó fue un asesinato. Ese hombre quería matar a Claudia, a su hijo, a mi abuela, a mi padre y a todo aquel que estuviera allí".

Una patrulla de la Guardia Civil, este jueves, aparcada en el bar de Torreagüera donde Sebastián mató de un disparo a Alicia, al fondo, en la fachada del local, un ramo de flores y varias velas colocadas por los familiares de la fallecida.
- ¿Cómo reaccionaron cuando Sebastián entró en el bar encapuchado y empuñando dos pistolas?
- Nieto de Alicia: Sebastián entró gritando: '¡Que nadie se mueva!' '¡Que nadie salga de aquí!' '¡Aquí va a morir todo el mundo!' Con una de sus armas apuntó a mi sobrino; a mi tía, Claudia, a mi tío y a su pareja... Ellos estaban detrás de la barra, justamente se agacharon, y dio la casualidad de que mi abuela estaba enfrente, y cuando disparó le dio a mi abuela.
Sebastián llevaba una pistola grande y otra pequeña. Luego, volvió a disparar con la pequeña y se ve que se quemó la mano con la pólvora. Entonces, fue a disparar con la grande y se le encasquilló. En ese momento, mi tío, Carlos, aprovechó para saltar por encima de la barra del bar para intentar detenerlo, pero tenía dos cuchillos y los sacó para apuñalarle.
En el forcejeo se metió mi tío, Libardo, que salió de la cocina, y la expareja de mi tía, Claudia. Mi tío Carlos logró tirarlo al suelo y mi tío Libardo se tiró encima. Lograron contenerlo hasta que llegaron las patrullas de la Policía Local de Murcia y las ambulancias.

La Policía Local, este miércoles, cortando la calle Mayor de Torreagüera donde se ubica el bar en el que se produjo el tiroteo.
A las 21.46 horas de este miércoles, un miembro de Emergencias confirmaba la muerte de Alicia: una madre coraje que hace tres décadas dejó atrás su Colombia natal, para ganarse el pan con honradez en España, como limpiadora en una empresa de grúas y cuidando a personas mayores. Todo ello, para que no les faltara de nada a sus seis hijas y a sus dos hijos. "Aquí hay que hacer Justicia porque ese hombre llegó para disparar a cuatro personas y le dio a mi abuela por salvar a su hija".
Claudia trataba de pasar página de una etapa tempestuosa de su vida, tras separarse del hombre que la maltrató: Sebastián. Para ello se hizo con el bajo que hace tres años albergaba el famoso Asador de Pollos Gerardo, en la zona conocida como 'La Curva' de Torreagüera. "El bar lo iba a regentar Claudia", según confirma su sobrino y a la sazón: uno de los nietos de la difunta Alicia. "Ella misma pagó su divorcio para dejar a este asesino".
Una portavoz del Tribunal Superior de Justicia confirma que este exvigilante de seguridad que durante dos décadas custodió vehículos blindados -cargados de billetes- y trabajó para una empresa de Alcantarilla, contaba con una condena del Juzgado de Violencia de Género número 1 de Murcia, "como autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, tras reconocer haber intentado agredir a su expareja con un puño americano en la puerta de su domicilio, y agarrarla del pelo, empujándola contra un coche, cuando esta trataba de defenderse".
Aquel episodio de violencia machista sentenciado el 4 de noviembre de 2024, supuso el fin de la relación sentimental para Claudia, pero no para Sebastián, tal y como denuncia su sobrino: "Estaba obsesionado con volver con mi tía Claudia. Creo que llevaban separados unos cuatro meses y Sebastián dejó que todo se calmara, para que nos confiásemos".

Alicia, la anciana, de 79 años, asesinada por su exyerno, Sebastián.
Tanto es así que este joven desvela que Claudia fue objeto de otro supuesto ataque, a manos de Sebastián, una semana antes de plantarse en el bar que iba a regentar su expareja, armado como un pistolero del far west: "El viernes pasado, Sebastián vino a Torreagüera para tratar de golpear con un puño americano a mi tía, Claudia. Todo ocurrió a unos metros del bar, pero el padre del hijo de Claudia la defendió y Sebastián salió corriendo. Ese hombre nos estaba buscando la ruina".
Y lo ha conseguido metiéndole un balazo en la cabeza a Alicia: la matriarca de esta familia de raíces cafeteras. "Mi abuela no tenía seguro de vida y ahora estamos peleando para pagar el velatorio y el crematorio", se lamenta su nieto. Para los familiares de esta ancianita de sonrisa perenne, la inauguración del bar ya no será un momento feliz ni el homenaje que le querían dar en vida a Alicia, bautizando como 'El Rinconcito de la Abuela', este negocio hostelero de comida típica colombiana.
"Los proveedores habían estado llevando cerveza al bar, tan solo media hora antes de que Sebastián llegara armado", tal y como recuerda el nieto de Alicia y sobrino de Claudia. En Torreagüera bulle la rabia, la indignación y el dolor por el turbio final que ha sufrido esta septuagenaria de buen corazón, a manos de un hombre que "ya había tenido malos rollos con otras mujeres y exparejas", según cuentan los lugareños.
La Guardia Civil confirma que Sebastián "no tenía licencia de armas desde los años noventa" y cuando fue condenado por malos tratos en el ámbito familiar, se le impusieron 16 meses de privación de tenencia de armas de fuego. Pero el nieto de la difunta Alicia recuerda que antaño tuvo pistolas y este miércoles por la tarde, por desgracia, volvió a empuñar un par de ellas, convirtiendo en papel mojado el auto que fijaba una orden de alejamiento de Claudia de 500 metros: "Era vigilante de furgones blindados que transportan dinero de bancos y empresas, por eso tenía permiso de armas cuando se prejubiló tras quedarse cojo de una pierna".

Mariola Guevara, delegada del Gobierno en Murcia (c), este jueves, durante el acto de repulsa a la muerte de una mujer en Torreagüera.
La delegada del Gobierno, Mariola Guevara, después de participar en un acto de repulsa por la muerte de esta ciudadana colombiana, de 79 años, ha avanzado que "no se incluirá en VioGén porque este caso se considera feminicidio". A Sebastián se le investiga por delitos de asesinato, lesiones, amenazas, tenencia ilícita de armas y quebrantamiento de condena. De momento, se le han practicado análisis toxicológicos que serán enviados al Instituto de Medicina Legal.
Este dato ha puesto en guardia a la familia de la difunta anciana porque esperan que la muerte de Alicia no se salde con una condena a la baja, alegando que este exvigilante de seguridad actuó bajo los efectos del alcohol, de las drogas o con sus facultades mentales mermadas. "Solo pido que a este hombre le caiga una cadena perpetua si es posible, porque lo que no quiero es que luego salga diciendo que estaba demente en ese momento y que lo manden a un centro psiquiátrico en vez de a una cárcel. No queremos que el día de mañana salga en libertad".
- ¿Está pidiendo prisión permanente revisable para Sebastián?
- Nieto Alicia: Esa persona, por sus celos, ha matado a una señora inocente. La semana que viene, mi abuela iba a celebrar su 79 cumpleaños. Estábamos esperando la licencia para abrir el bar el mes que viene y lo íbamos a llamar 'El Rinconcito de la Abuela', para dedicárselo para toda la vida porque era la matriarca. Ella había trabajado mucho, tenía una pensión, y le tocaba disfrutar de la vida porque no pudo hacerlo de joven.
Mi abuela no se metía con nadie, iba todos los días a misa, a los críos que juegan al fútbol en las pistas de Beniaján les llevaba agua y bocadillos y cuidaba a todos sus nietos y a sus ocho hijos. Mi abuela se merecía morir bien, tranquila, con dignidad y de viejita. La foto de ese hombre tiene que dar la vuelta por todos los 'noticieros' porque solo se merece estar en la cárcel. Ese hombre no se merece ni vivir.