
Alicia, la anciana asesinada en Torreagüera por su exyerno, Sebastián, junto a sus familiares.
Alicia, la anciana valiente que murió por un balazo de su exyerno Sebastián en Murcia para salvar a su hija maltratada
El detenido intentó matar a su expareja, en el bar que iba a inaugurar en Torreagüera este viernes, tras haber sido condenado por violencia de género por intentar agredirla con un puño americano en la puerta de su domicilio.
Más información: Un hombre mata a tiros a su exsuegra en Torreagüera (Murcia) cuando ella trataba de defender a su hija
Alicia era una mujer "muy creyente" que siempre solía regalar alguna bendición a sus vecinos en la pedanía murciana de Torreagüera: 'Que Dios me lo guarde'. Este miércoles por la noche, esta ancianita, de 79 años, a la que todos los lugareños definen como una señora "muy dulce", "educada" y "superamable", perdió la vida tras recibir un balazo de su exyerno, Sebastián, un exvigilante de seguridad, de 58 años.
La pobre Alicia P. S. (1946) perdió la vida para salvar a su hija porque su exyerno, Sebastián, llegó al bar que esta familia sudamericana iba a inaugurar este viernes, empuñando dos pistolas, para asegurarse de que terminaba con la vida de su expareja a la que había maltratado y de la que tenía una orden de alejamiento en vigor.
"¡Ha matado a mi mamá!", clama entre sollozos una hija de Alicia, en una breve conversación que mantiene con EL ESPAÑOL, parapetada en la puerta de su vivienda, en la segunda planta del número 80 de la calle Mayor de Torreagüera: un humilde bloque de pisos que se levanta justo encima del bar que la familia estaba a punto de inaugurar.
"Ahorita mismo, no puedo hablar", explica la mujer al periodista de este diario mientras se seca las lágrimas. "Llevo toda la noche sin dormir", apostilla la hija de Alicia, antes de cerrar la puerta, dando a entender que piensan emprender acciones legales contra el pistolero. "Estamos todos muy mal". "En la familia tenemos abogado".
La calle Mayor de la pedanía murciana de Torregüera ha sido tomada por un fuerte despliegue policial.
En la zona conocida como 'La Curva' de Torreagüera, se apelotonan los periodistas frente al local donde Sebastián irrumpió a sangre y fuego, sobre las 20.30 horas de este miércoles, cuando Alicia, su hija y otros amigos y familiares, se encontraban celebrando un cumpleaños, al tiempo que realizaban los últimos retoques al establecimiento que iba a inaugurar.
"En los carteles anunciaban su próxima apertura este viernes", según asegura Paco, cuyo domicilio está a unos metros del citado local. "Ese establecimiento fue el Asador de Pollos de Gerardo, llevaba tres o cuatro años cerrado, y esta familia empezó a reformarlo hace cosa de un mes, para abrirlo como un bar latino", tal y como prosigue relatando Paco, tras hacer una breve pausa al riego matutino del vergel de plantas que tiene en la entrada de su casa. "Alicia era una mujer muy educada".

Un equipo de periodistas de la televisión autonómica, este jueves, frente al bar en el que se produjeron los disparos.
"Es terrible lo que le ha pasado a Alicia", se lamenta Marta, empleada en la farmacia a la que solía acudir esta septuagenaria, a comprar sus medicinas, para combatir los achaques lógicos de la edad. "Yo la vi este miércoles, antes de que pasara todo. Mi coche lo aparqué cerca de su bar y sobre las ocho y cuarto de la tarde, Alicia estaba dentro, con sus familiares: se la veía tranquila, como siempre, sentada junto a la cristalera".
Pepe, el dueño de la farmacia, está desolado con lo que le ha sucedido a una clienta habitual: "Alicia llevaría viviendo unos dos años en Torreagüera, era una mujer muy amable, dulce, supereducada, solía venir acompañada de alguno de sus hijos, y tras comprar sus medicinas, siempre te daba una bendición: 'Que Dios me lo guarde'".
Marta admite que sigue en shock por lo sucedido, "solo de pensar que pasé por allí unos minutos antes de que llegase el hombre que iba armado". Todo pasó muy rápido, sobre las ocho y media de la tarde del miércoles, cuando Alicia estaba con su hija, una mujer separada de Sebastián, un antiguo vigilante de seguridad, de 58 años, con una orden de alejamiento en vigor tras haber sido denunciado por violencia de género.
De hecho, la delegada del Gobierno en Murcia, Mariola Guevara, ha confirmado que "la expareja de este hombre, estaba en el Sistema VioGén, era uno de los casos que estaba en seguimiento". Por desgracia, la hija de Alicia estaba calificada como una víctima con "nivel bajo" y los hechos han demostrado que Sebastián era una bomba de relojería, ya que tenía armas sin contar con la correspondiente licencia
"No tenía licencia porque había sido vigilante hace unos veinte años, por lo que sus licencias habían caducado y no habían sido renovadas", según ha detallado la delegada del Gobierno. Este miércoles, Sebastián llegó al bar, situado en el número 80 de la calle Mayor de Torreagüera, "empuñando dos pistolas", tal y como explican fuentes próximas a la investigación que instruye la Guardia Civil. "Iba con la intención de matar a su expareja con la que ya no estaba conviviendo".
En el bajo se produjo una discusión violenta, ya que uno de los hombres que estaba con Alicia y su hija, sufrió varias contusiones, hasta que Sebastián decidió abrir fuego contra su exmujer, y la anciana, de 79 años, no lo dudó un segundo para salvar la vida de su hija. Así lo confirman estas fuentes de la investigación: "Un varón, de 58 años, exvigilante de seguridad, accedió a un bar en reformas en Torreaguera donde se encontraba su expareja, sobre la que existe una orden de alejamiento, realizando un disparo con una pistola, interponiéndose en la trayectoria del disparo la madre de su expareja, una mujer de 79 años, que ha resultado fallecida".

El despliegue de la Policía Local en la calle Mayor de Torreagüera donde se ha producido el tiroteo este miércoles por la tarde.
La zona conocida popularmente como 'La Curva' fue tomada por siete patrullas de la Policía Local y ambulancias del 061, pero los sanitarios no pudieron hacer nada por la vida de la pobre Alicia porque "recibió un disparo en la cabeza", según fuentes de Emergencias. "La Policía había cortado la carretera y los miembros del 061 intentaron reanimar a la anciana, pero fue imposible".
Esta pobre ciudadana sudamericana murió en el bar que su familia iba a inaugurar este viernes, para emprender una nueva vida hasta que Sebastián se cruzó en su camino: un exvigilante de seguridad, de 58 años, nacionalidad española, y con antecedentes por violencia de género.
El Tribunal Superior de Justicia confirma que Sebastián fue condenado, el 4 de noviembre de 2024, por el Juzgado de Violencia de Género número 1 de Murcia, "como autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, tras reconocer haber intentado agredir a su expareja con un puño americano en la puerta de su domicilio, y agarrarla del pelo, empujándola contra un coche, cuando esta trataba de defenderse".
Este miércoles, Sebastián quiso rematar la faena por la que había sido condenado a 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad, 16 meses privación del derecho a la tenencia de armas, y a 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación a menos de 500 metros. Pero Alicia, una anciana creyente y muy valiente, se interpuso en el balazo que iba dirigido a su querida hija.