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El pasado mes de diciembre, la actriz porno y creadora de contenido en la plataforma OnlyFans Lily Phillips sorprendió al mundo al mantener relaciones sexuales con 100 hombres en 24 horas. Días más tarde, anunció su intención de superar esa cifra llegando a los 1.000 hombres en un día, rompiendo el récord anterior de 919 participantes logrado por Lisa Sparks en 2004. Para lograr dicha hazaña, Sparks solo descansó 58 segundos entre hombre y hombre.

Sin embargo, una nueva contendiente ha surgido en los últimos días: Bonnie Blue, otra creadora de contenido de OnlyFans y actriz porno —de la que poco se sabe de ella más allá de que tiene 25 años, su nombre real es Tia Billinger y nació en Nottingham, Gran Bretaña —, asegura haber tenido sexo con 1.000 hombres en 12 horas. De hecho, no son 1.000, sino 1.057. Según explicó su agente en una entrevista en The Sun, cuando batió el récord aún quedaban 57 hombres en la cola, así que no quiso dejar que se marcharan sin ser complacidos. “Cuando llegó a 1.000, todavía quedaban 57 en la cola a los que Bonnie quería complacer antes de terminar su jornada de 12 horas”, explicó.

Según los cálculos, Blue debería haber estado 41 segundos con cada persona. Es la única forma de acostarse con 1.000 hombres en 12 horas. Si repartió el tiempo de forma equitativa con cada uno, y 12 horas tienen 720 minutos, sería imposible pasar más de un minuto antes de ser relevado por el siguiente participante.

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Pero, ¿por qué una mujer decide tener sexo con 1.000 hombres en 12 horas? ¿Cuál es la motivación que lleva a una chica joven a cumplir un reto de estas características?

En primer lugar, hablemos de cómo se logró dicha hazaña: Blue aseguró en sus redes sociales que los participantes entraban a la habitación en pequeños grupos, estableciendo una rueda, de manera que mientras uno tenía sexo con ella los demás miraban. De esta forma, podrían excitarse antes de que llegara su turno. “La sala estaba completamente llena. Entonces hicimos grupos de cinco, uno detrás de otro. Una persona me observaba mientras yo estaba con alguien, y luego era literalmente como un círculo giratorio”, explicó la actriz porno.

En un vídeo posterior, Blue apareció en la cama con un albornoz y un cartel que decía “1.000”, celebrando el supuesto récord. “Así es como se ve mi cara después de conquistar a 1.000 hombres en un día. ¡Gracias a todos!”, escribió en su cuenta de Instagram. También bromeó sobre tener una “piel radiante” tras la experiencia. “Así es como se ve mi cara después de conquistar a 1.000 hombres hace menos de 12 horas”, escribió en su red social para celebrar lo conseguido.

Hace una semana

El encuentro, que fue grabado con el consentimiento de los participantes, tuvo lugar el pasado sábado en la mansión de Portland Place (Londres), conocida por ser el epicentro de las exclusivas fiestas del empresario Edward Fast Eddie Davenport, quien fue condenado a más de siete años de prisión por un fraude financiero que ascendió a 34,5 millones de libras, aunque solo cumplió tres años debido a sus problemas de salud.

Bonnie Blue, siendo entrevistada después de su reto viral.

Bonnie Blue, siendo entrevistada después de su reto viral.

Además, la mansión ha sido el escenario de diversas fiestas controvertidas realizadas por el empresario. En total, el lugar acumula 60 llamadas a la Policía por parte de los vecinos. Aun así, el año pasado, Davenport evitó que el lugar fuera cerrado tras apelar una orden judicial. Además de albergar estos polémicos encuentros, el inmueble es reconocido por haber sido set de rodaje de producciones cinematográficas como El discurso del rey y el videoclip de Rehab de Amy Winehouse.

En las últimas horas, Lily Phillips, tras conocer la hazaña de su “rival” de OnlyFans, compartió un vídeo a través de su cuenta de X (antes Twitter) en el que aparecía con el rostro cubierto de semen mientras caminaba por la calle, captando así la atención de los transeúntes. Sin duda, una llamada de atención que inicia una guerra entre las creadoras de contenido de OnlyFans para ver quién consigue superar el récord más bizarro.

Mesalina, mujer de un emperador romano

Sin embargo, esta competición por ver con cuántos hombres puede acostarse una mujer en un mismo día tiene sus ecos en la historia. Uno de los casos más notorios es el de Mesalina, nacida alrededor del año 25 d.C., quien no solo fue conocida por su belleza deslumbrante, sino también por su capacidad de ejercer una gran influencia política sobre su esposo Claudio. Este, aunque ocupaba el trono del Imperio Romano, parecía estar constantemente bajo la sombra de su mujer, quien utilizaba su posición para mover los hilos del poder en Roma.

Durante su tiempo como emperatriz, se la acusó de mantener múltiples relaciones extramatrimoniales con personajes de diversa índole, desde nobles y soldados hasta actores y gladiadores. Uno de los episodios más impactantes de la vida de Mesalina fue narrado por Plinio el Viejo, un escritor y naturalista romano. Según su relato, Mesalina, orgullosa de su insaciable apetito sexual, organizó una competición entre las prostitutas más famosas de Roma. El reto: determinar quién podía atender a más hombres en una sola noche.

El evento tuvo lugar en el palacio imperial durante la ausencia de Claudio, quien se encontraba en Britania. Entre las participantes se encontraba Escila, una célebre prostituta siciliana conocida por su apodo inspirado en el monstruo mitológico que devoraba marineros. Sin embargo, aquella noche, incluso Escila no pudo igualar la resistencia de Mesalina, quien superó el récord de la siciliana al continuar hasta el amanecer, llegando, según los rumores, a acostarse con 200 hombres. “Esta infeliz tiene las entrañas de acero”, dijo Escila de la emperatriz.

Las consecuencias físicas 

Sin embargo, más allá del sensacionalismo y el morbo que pueda rodear estos casos, es necesario analizar sus implicaciones desde una perspectiva fisiológica y mental. En primer lugar, cabe destacar que el cuerpo humano tiene una capacidad limitada para soportar el estrés físico asociado con actos sexuales repetitivos, especialmente en condiciones extremas como las descritas.

“La lubricación vaginal, un proceso natural que ocurre con la excitación, puede disminuir significativamente en escenarios prolongados. Esto incrementa el riesgo de desgarros en los tejidos vaginales, así como infecciones urinarias”, explica a EL ESPAÑOL José Luis García, sexólogo y doctor en psicología con 47 años de experiencia.

Precisamente, Lisa Sparks aseguró experimentar dolor vaginal durante días tras acostarse con 919 hombres. El uso de lubricantes externos puede paliar algunos de estos problemas, pero no los elimina completamente. “En estas situaciones el disfrute sexual es prácticamente inexistente. A partir del cuarto o quinto hombre, es fisiológicamente complicado que una mujer sienta placer. La complicidad que existe en el sexo, y fundamental para conseguir excitación, no se ve de manera alguna aquí. Esto es una transacción comercial. Tú me la metes y yo pongo otra cruz. Eres uno más. Eso no es placentero", explica García, quien define este acto como una “brutalidad”.

Lisa Sparks se acostó en 2004 con 919 hombres en un día.

Lisa Sparks se acostó en 2004 con 919 hombres en un día.

Otro de los puntos más inquietantes de estos casos es la relación entre los participantes masculinos y la mujer involucrada. Según García, los hombres que participan en estos eventos tienden a reducir la sexualidad a la cosificación absoluta de la mujer: "Es un agujero donde meterla. Es algo inhumano. Por eso se tapan la cara y se ocultan. No pueden estar orgullosos de haberla metido 40 segundos en un agujero caliente y eyacular”, afirma.

Esta dinámica perpetúa una visión degradante tanto para la mujer como para los hombres, quienes también ven reducida su participación a un papel meramente funcional. "Reducir la sexualidad a esto es una pérdida total de la dignidad del ser humano. Pienso en cómo se sentirán esos hombres en fila, con el pene erecto, esperando a que el otro acabe para penetrar durante menos de un minuto a una mujer”, explica el sexólogo.



Riesgos para la salud

Bonnie Blue no ha hecho públicos los requisitos que impuso a los más de 1.000 participantes. Se desconoce si solicitó pruebas médicas o si empleó preservativos en todas las relaciones. En el caso de Phillips, sus requisitos eran que los hombres debían esperar en una habitación a que llegara su turno.

Además, debían darse una ducha antes de tener sexo con ella y firmar un consentimiento, ya que todo quedaba grabado. Sin embargo, la insalubridad que irradiaba el ambiente fue descrita por uno de los cámaras que, posteriormente al acto, acudieron a grabar un documental sobre el reto, manifestando que el olor a semen era insoportable.

En este sentido, García advierte sobre los riesgos asociados a mantener relaciones sexuales con un gran número de personas, incluso bajo medidas de protección rigurosas —en el caso de que todos los participantes se realizaran un test médico—. “Por pura estadística, de los más de 1.000 hombres que han asistido al encuentro, alguno tendrá alguna enfermedad de transmisión sexual, a pesar de las pruebas, y se la habrá transmitido. Es un riesgo tremendo para la salud”, explica García.

Lily Phillips.

Lily Phillips.

Y es que, incluso si todos los participantes se sometieron a pruebas recientes y se utilizara un preservativo nuevo en cada relación, García destaca que “es muy posible que, al realizarse las relaciones de forma consecutiva y apresurada, se cometieran errores al colocarse el preservativo”. Además, puede ocurrir que un participante esté incubando una enfermedad de transmisión sexual y “que no figure en las pruebas realizadas previamente al acto”, añade el experto.

Consecuencias psicológicas

A pesar de que estas mujeres aseguran ser libres de elección y estar conformes y satisfechas con lo que hacen, realizar un acto de estas características puede acarrear consecuencias psicológicas que podrían ser irreversibles. Según explica García, estas mujeres a menudo no son plenamente conscientes de las repercusiones a largo plazo de sus actos. “Se trata, en muchos casos, de perfiles inmaduros, personas que no miden la trascendencia de sus decisiones. Es una irresponsabilidad”, apunta.

“Esto las va a perseguir toda la vida. Esta chica va a sufrir mucho, no tengo ninguna duda. Si no tiene ayuda psicológica, es probable que acabe, en algún momento, en alguna situación de suicidio o similar”, explica el psicólogo, quien señala que es algo común, ya que “hay muchas actrices porno que acaban quitándose la vida porque no pueden soportar la vida que llevan”.

Por ello, García resalta que muchas de estas mujeres recurren a la disociación para enfrentar la realidad de actos que, de otro modo, serían imposibles de soportar a nivel mental. “Durante el acto, suelen imaginarse en otro lugar o recurrir a drogas para sobrellevar la situación. Es imposible a nivel psicológico soportar una relación sexual no deseada, y más de estas características”, explica. “Esta desconexión entre mente y cuerpo puede derivar en trastornos mentales severos, incluyendo ansiedad, depresión y estrés postraumático”, advierte.

La actriz porno Bonnie Blue.

La actriz porno Bonnie Blue.

Además, García señala que los recuerdos de estas experiencias tienden a “resurgir" en forma de “pesadillas y flashbacks”, creando un ciclo de dolor psicológico difícil de romper. “Pueden acabar con un trastorno mental. Desde cualquier punto de vista, abrirte de piernas para que 1.000 tíos te penetren, no se puede asimilar a nivel mental. Hay que recalcar que ninguna mujer se siente bien sabiendo que únicamente es un agujero o un objeto”, comenta.

Jóvenes de 18 y hombres casados

Sin embargo, la presión por superar retos y alcanzar cifras impresionantes de visualización o interacción en Onlyfans es lo que las lleva a tomar decisiones extremas. El experto enfatiza que estas mujeres “son víctimas de una narrativa que glorifica lo extremo y minimiza los riesgos asociados”. Precisamente, esta no sería la primera vez que Bonnie Blue realiza un acto polémico de estas características.

En 2023, la actriz porno planeaba organizar un polémico “maratón sexual” en la localidad australiana Surfers Paradise dirigido a jóvenes de 18 años recién graduados de la secundaria: a cambio de sexo gratuito, buscaba grabar los encuentros y compartirlos en su cuenta de OnlyFans. Un acto que calificó como una forma de "celebrar la libertad sexual". Sin embargo, su anuncio desencadenó una oleada de críticas, donde fue señalada como “depredadora” y acusada de aprovecharse de jóvenes vulnerables.

El rechazo social no tardó en materializarse. Más de 20.000 personas firmaron una petición para impedir su entrada al país, y el Ministerio del Interior australiano respondió cancelando su visado de visitante. Según la ley, Bonnie planeaba realizar actividades remuneradas que estaban explícitamente prohibidas bajo su tipo de visa.

Pero este caso no es un hecho aislado en la trayectoria de Bonnie Blue, quien ya ha estado en el ojo del huracán en diferentes ocasiones. A través de sus redes, ha asegurado mantener relaciones con hombres de 18 años, “apenas legales”, y ha incitado a hombres casados a ser infieles con ella.

Libertad sexual o presión externa

Este nuevo reto de Bonnie Blue abre ahora el debate sobre la libertad sexual y la moralidad. ¿Es legítimo criticar estas prácticas, o deberíamos abogar por el respeto a las decisiones individuales? Según García, el tema polariza porque “el sexo siempre ha sido un territorio cargado de tabúes”. “La libertad sexual es un derecho, pero también hay que considerar los límites éticos y legales. No se trata solo de moralidad, sino también de salud mental y física. Estas decisiones extremas están condicionadas por la presión externa y no por un deseo genuino o saludable”, agrega el especialista.

La británica Bonnie Blue.

La británica Bonnie Blue.

Además, García señala un punto crucial: el estigma social a los que se enfrentan las mujeres en la industria del contenido para adultos. “El material que ellas graban puede circular por internet indefinidamente, perpetuando un juicio social y una exposición constante que puede afectar gravemente su salud mental a largo plazo”.

Bonnie Blue, por su parte, ha respondido a las críticas argumentando que su caso ha sido juzgado con mayor dureza por ser mujer. “No ha habido escándalo por los creadores de contenido masculinos que comercializan sus vídeos. Yo lo he hecho al revés y hubo un escándalo masivo”, expresó en una entrevista reciente.

Sin embargo, García considera que el debate debe trascender las cuestiones de género. “Esto no se trata de una ninfomanía o de un deseo sexual exacerbado. Hay mujeres que tienen un gran deseo sexual, y es muy saludable y lo disfrutan, pero no es este caso. Se trata de entender que detrás de estas acciones hay un sistema que las atrapa y las presiona para realizar actos que, en otro contexto, no harían”.

Motivaciones. ¿Por qué lo hacen?

En una reciente entrevista para The Sun, Bonnie Blue compartió cómo tomó la decisión de abrir un perfil en OnlyFans. Al imaginar su futuro atrapada en un trabajo de oficina rutinario, con vacaciones una vez al año y un salario limitado, Bonnie se dio cuenta de que la vida que siempre había soñado quedaba lejos de seguir el camino tradicional, así que optó por aprovechar la plataforma de contenido para adultos y, en menos de lo que esperaba, se convirtió en una de las creadoras de contenido más exitosas de la red, con ganancias que ascienden hasta los 300.000 dólares mensuales.

Bonnie explicó que, si bien el precio de su éxito ha sido el juicio constante de quienes la rodean, ella está dispuesta a soportarlo. "Estoy dispuesta a aguantar lo que venga si eso me permite vivir el estilo de vida que siempre he deseado", comentó.

Bonnie Blue percibe 300.000 dólares mensuales.

Bonnie Blue percibe 300.000 dólares mensuales.

Sin duda, la motivación económica es la principal razón detrás de la decisión de muchas chicas que se adentran en este tipo de plataformas. "OnlyFans es una plataforma para hacer dinero y lo venden como tal", asegura García. De hecho, señala que, de promedio, las creadoras de contenido en OnlyFans ganan 9.000 euros a la semana, lo que genera una gran presión para ganar cada vez más. "Es un negocio", dice.

La competitividad es feroz en este mercado, y las creadoras no sólo deben mantener a sus suscriptores actuales, sino también atraer a nuevos, lo que las lleva a innovar constantemente en la producción de contenido, lo que ha obligado a muchas de ellas a traspasar límites personales para satisfacer las expectativas de su audiencia.

Según García, la viralidad juega un papel crucial en el éxito de las creadoras. "Al final, lo que están haciendo estas chicas es una campaña de marketing. Y para eso, todo vale. Por eso no dudan en hacer viral un acto extremo como un bukkake —un género del porno en el que una mujer mantiene relaciones sexuales con una gran cantidad de hombres, quienes eyaculan sobre ella—", comenta. El bukkake se ha convertido en uno de los géneros más demandados de la pornografía, lo que hace que algunas creadoras de contenido para adultos decidan incorporar estas prácticas en sus perfiles para atraer a más usuarios.

"El hecho de salir a la calle con la cara llena de semen no es más que una llamada de atención. Es una campaña de marketing diseñada para que esa imagen brutal llegue a más personas, consiguiendo así más suscriptores dispuestos a pagar una cuota mensual", concluye García.

En definitiva, para Bonnie y otras chicas de OnlyFans, esta exposición mediática cargada de polémica es clave para mantenerse relevantes en un mercado cada vez más competitivo y, a su vez, más sórdido.