Patio interior del edificio de la Maternidad del Hospital Virgen de las Nieves de Granada donde se arrojó Ignacio.

Patio interior del edificio de la Maternidad del Hospital Virgen de las Nieves de Granada donde se arrojó Ignacio. Rafa Martí

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El pediatra Nacho pidió cambiar de turno en el hospital de Granada antes de tirarse: las incógnitas

Su entorno lo describe como "muy trabajador" y "estudioso". Se había trasladado hacía poco a la ciudad andaluza con su mujer e hijos.

14 marzo, 2023 18:54
Granada

A sus 41 años de edad, Ignacio M.M. parecía tener todo lo que un joven médico profesional podría esperar en la vida: estaba felizmente casado con su mujer, Manuela, tenía tres hijos pequeños, una casa recién reformada en Granada y un buen trabajo al que accedió por oposición como pediatra en la UCI y Urgencias de Pediatría en el Hospital Materno Infantil Virgen de las Nieves de la ciudad andaluza.

Por ello, nadie de su entorno se explica que, a primera hora de este lunes, se arrojara desde el séptimo piso del mismo centro hospitalario en el que trabajaba para terminar con su vida. Alrededor de las 9:30 de la mañana, el trágico suceso sacudió a la comunidad del hospital: Ignacio –Nacho, como le llamaban sus compañeros—había saltado al vacío y moría en el acto.

Los propios servicios de emergencias del hospital trataron de reanimarle instantes después de la caída, pero no pudieron hacer nada por salvarle: los fuertes traumatismos provocados por el impacto terminaron con su vida de forma inmediata. “¡Se ha caído alguien!”, recuerda haber escuchado una técnica de laboratorio que estaba en el centro sanitario en el momento del suceso.

Fachada del Hospital Virgen de las Nieves de Granada.

Fachada del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Rafa Martí

Ignacio trabajaba en la UCI de Pediatría, situada en la sexta planta de edificio de la Maternidad del hospital granadino. Poco después de entrar a su turno, se dirigió a una habitación vacía de la séptima planta, donde está la sección de Oncología Pediátrica, y se precipitó al vacío por una ventana que da a un patio interior, visible desde la calle.

Aunque en un primer momento se difundió que el doctor se acababa de reincorporar al trabajo de una baja laboral, una compañera suya de la sección de Pediatría del hospital asegura a EL ESPAÑOL, bajo condición de anonimato, que no tenía constancia de que Ignacio hubiera estado apartado de sus labores, sino que tan solo había pedido un cambio de turno, de la noche a la mañana.

“No me consta que hubiera estado de baja, como se ha dicho. Hace poco pidió un cambio de guardia porque se encontraba mal. Le costaba respirar. Pero no le dimos más importancia porque entre los pediatras es habitual contagiarse de las enfermedades de los niños a los que estamos constantemente visitando. No era más que un trancazo”, dice su compañera.

El suceso ha golpeado duramente a los trabajadores del hospital, que aún no salen de su asombro por lo acontecido. La misma compañera describe a Ignacio como alguien “muy trabajador”, “estudioso”, “humilde” y “buen compañero”. También recuerda su carácter como algo “tímido” aunque rápidamente se relacionaba con normalidad con todo el mundo “una vez había cogido confianza”.

[Un pediatra de 41 años muere tras arrojarse al vacío desde el séptimo piso de un hospital en Granada]

Para la doctora, ningún suceso externo o patrón de conducta fuera de lo normal dieron signos de alerta sobre la tragedia que se avecinaba. “Estamos consternados, no nos lo explicamos”, apunta. En el mismo sentido se expresa una trabajadora de la limpieza, quien recuerda a Ignacio como “muy buen pediatra”. “Es una tragedia”, añade.

Nuevo comienzo

Ignacio nació en Madrid y estudió Medicina en la Universidad Autónoma de la misma ciudad. Había llegado al Hospital Virgen de las Nieves en abril de 2021, tras sacar una plaza por oposición en el Servicio Andaluz de Salud. Para él, el traslado a Granada con su mujer y sus hijos se trataba de un nuevo comienzo ilusionante. La pareja acababa de reformar una vivienda en la ciudad andaluza e Ignacio se dedicaba, además de a su familia, en cuerpo y alma a su trabajo, también en el ámbito académico.

Prueba de ello son los numerosos artículos científicos sobre Pediatría en los que había trabajado, publicados en prestigiosas revistas especializadas de todo el mundo. También era aficionado al pan artesanal y a los aviones históricos de combate.

La Policía Nacional fue la encargada del levantamiento del cadáver y se ha hecho cargo de la investigación para averiguar las causas del suceso y qué habría empujado a Ignacio a arrojarse al vacío. Por el momento, no ha trascendido si el médico dejó alguna nota dirigida a su familia y compañeros.

La técnica de laboratorio del hospital recuerda a este periódico que la salud mental de los profesionales sanitarios está cada vez más al límite: “No se está escuchando los problemas de salud mental de los médicos y enfermeras. Muchos trabajadores de este y otros hospitales están desmotivados, el servicio se está deshumanizando cada vez más, los turnos son largos, no se respetan los periodos de formación… La sensación de abismo es muy grande y cada vez va a peor”, concluye, también bajo condición de anonimato.

Según un estudio liderado por María Irigoyen-Otiñano, del Hospital Santa María de Lérida y publicado en febrero de 2022 en la revista Science Direct, los suicidios entre médicos españoles son superiores a la media de la población general, afectando más a mujeres que hombres y en las edades comprendidas entre los 40 y los 59 años.