La semana pasada volvió a saltar a los medios de comunicación la compra de una casa por parte de un político de primer nivel: la diputada de Podemos y secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera, había adquirido recientemente un chalet de 166 metros cuadrados, piscina y hasta cancha de tenis. Esto ha recordado, de manera irremediable, a la casa en la localidad madrileña de Galapagar que se compraron Pablo Iglesias e Irene Montero en 2018. Pero la semejanza no viene sólo a raíz de las características del inmueble, sino que ambos dos les concedió la hipoteca la misma Caja de Ingenieros.

La Caja de Ingenieros es una pequeña entidad financiera que copó numerosos titulares cuando se descubrió que había tratado con favor a Iglesias y Montero. La sociedad cooperativa les había dado a los líderes de Podemos la mejor hipoteca que se podía encontrar en el mercado en aquel momento. Desde entonces, el favor parece que ha sido devuelto y la entidad se ha ido convirtiendo paulatinamente en la favorita para la formación morada.

Según ha podido comprobar EL ESPAÑOL, desde la generosa hipoteca que la Caja de Ingenieros dio a Iglesias y Montero, tanto el partido como varios altos cargos han estado aumentando el número de cuentas corrientes en dicha entidad. Es el caso de Montero, Iglesias y Vera, y a ellos hay que sumar también a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Ninguno tenía aparentemente relación previa antes de 2018 y ahora tienen su dinero depositado ahí. El partido también tenía una relación residual previa a la hipoteca y, sin embargo, en sus cuentas de 2019 la Caja de Ingenieros ya se había convertido en su principal banco

El chalet de Noelia Vera (d) en Fresnedillas de la Oliva. E.E.

Fiel a su discurso, Podemos siempre se ha esforzado por huir de los grandes bancos tradicionales y depender lo menos posible de ellos. Así, el partido ha estado buscando alternativas financieras que ha encontrado en entidades como Triodos Bank y Fiare, que desarrollan lo que se conoce como “banca ética”. Estos dos bancos son los que han llevado históricamente el peso económico de la formación morada hasta 2018, tras la famosa hipoteca, que comenzaron a perder presencia en favor de la Caja de Ingenieros.

“Desde el principio, Podemos se obsesionó con no utilizar la banca tradicional para el manejo de las cuentas del partido. Estuvimos buscando entidades que tuvieran forma jurídica de cooperativa de crédito y que destinaran los beneficios a proyectos sociales”, comenta a este diario un antiguo responsable de la formación. “Por eso, desde el primer momento se empezó a trabajar con Fiare para los microcréditos y Triodos para las cuentas del partido. Incluso el pago de la compra de la nueva sede de Podemos se hizo a través de una cuenta de Triodos, en abril de 2018”, añade.

“Pero todo cambió tras la compra del casoplón en mayo de 2018. Se fue cambiando progresivamente a la Caja de Ingenieros”, comenta. “El presupuesto de Podemos es muy elevado y cualquier entidad haría un trato de favor, a quien fuera, a cambio de poder gestionar dicho presupuesto. Y la Caja de Ingenieros cumplía los requisitos para ser contratada por Podemos: era una entidad de créditos, estaba vinculada con sectores afines a Podemos en Cataluña y aceptó conceder un buen préstamo al líder”, apuntala.

Fundada en Barcelona 1967, la Caja de Ingenieros es una sociedad cooperativa de ahorro y crédito, sin ánimo de lucro, en la que los clientes son a su vez socios. Presidida actualmente por Félix Masjuan, se hizo conocida en 2017, en el marco de la declaración unilateral de independencia, cuando decidieron mantener su sede en territorio catalán y no seguir la corriente de fuga de empresas que se produjo. En la actualidad tiene vínculos con el independentismo: cuenta en el patronato de su Fundación con un alto cargo de Òmnium Cultural, ahí se alojan las cajas de resistencia para costear los gastos de los políticos fugados y con un cheque de ellos pagó la ANC la fianza de la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell. 

Este supuesto trato de favor al que alude la fuente siempre ha sido negado tanto por la Caja de Ingenieros como por Podemos. Sin embargo, es relativamente sencillo comprobar cómo, tras la polémica hipoteca, la entidad catalana ha ido ganando protagonismo y gestionando cada vez más dinero de la formación morada.

Memoria económica de Podemos en 2016. Se aprecia que la Caja de Ingenieros sólo tiene una cuenta corriente. E.E.

Cambios tras 2018

El 9 de mayo de 2018, Iglesias y Montero firmaron la hipoteca para una casa, valorada en 615.000 euros, en la localidad madrileña de Galapagar. El inmueble contaba, y cuenta, con una parcela de 2.352 metros cuadrados y una vivienda de 248, un salón de 40, un amplio jardín con casa de invitados y también piscina. La adquisición fue criticada por sus adversarios, que veían ahí una incongruencia que explotar políticamente, pero también por sus propios militantes. Por eso, los líderes hicieron una consulta a las bases sobre si debían seguir al frente o no.

Al margen de las bondades del inmueble, ambos contrajeron con la Caja de Ingenieros una hipoteca de 540.000 euros a tipo fijo con un plazo de 30 años y un interés del 0,5%, lo que dejaba una letra mensual de 1.600 euros, según ellos mismos detallaron. Esto se trataba de un absoluto trato de favor, era la hipoteca más rentable del mercado. El préstamo no solo cubría más del 80% del valor del inmueble. Además, la mejor hipoteca de España en ese momento tenía un interés del 1,5%. Ni siquiera la propia Caja de Ingenieros ofertaba préstamos tan buenos a sus clientes: la mejor de sus ofertas ponía el interés en 2,10% a tipo fijo a 15 años o un 2,40% a 20 años.

Tras ello, las cuentas del partido empezaron a cambiar y se empezó a beneficiar a la Caja de Ingenieros, que ha visto cómo Podemos cada vez ha ido abriendo más cuentas corrientes en su entidad.

Todas las memorias anuales de Podemos, que deben entregar cada ejercicio al Tribunal de Cuentas, tienen un apartado en el que se desglosa el dinero en efectivo del que dispone la formación, de dónde viene y en qué entidad bancaria está depositado. Antes de 2018, la mayor parte de ese dinero estaba repartida entre cuentas de Triodos y Fiare. La Caja de Ingenieros sólo tenía una cuenta a nombre de Podemos en 2015, otra en 2016, y dos en 2017.

Memoria económica de Podemos en 2019. En el detalle aparecen tres cuentas (partido, grupos parlamentarios y grupos municipales) de las cinco que tiene la formación en la Caja de Ingenieros. E.E.

En 2018, el año en el que se firmó la hipoteca, Podemos ya tenía tres cuentas corrientes en la Caja de Ingenieros. Mantuvo las dos que recibían dinero del partido y de los donativos, y empezó a dirigir el dinero de los grupos parlamentarios a una tercera cuenta. Al año siguiente, en 2019, Podemos abrió dos cuentas más en la Caja de Ingenieros y empezó a mandar ahí también el dinero de los grupos municipales y el de los microcréditos. Ese 2019, la banca catalana se convirtió en la entidad con más cuentas corrientes de la formación morada.

Las fuentes consultadas coinciden en señalar lo llamativo de la situación de los microcréditos. Hasta 2018, esos ingresos iban a parar a una cuenta de Fiare, que ese año acumuló nada menos que 4.2 millones de euros. Al año siguiente, ya guardaba sólo 597,67 euros. La Caja de Ingenieros, en cambio, nunca había gestionado los microcréditos y pasó a hacerlo justo en el ejercicio de 2019. Esa cuenta y la de las aportaciones acumularon más de medio millón de euros. A pesar de ello, lo cierto es que la entidad catalana no ha llegado a manejar tanto dinero como Fiare y Triodos ya que el partido ha ido teniendo cada vez menos ingresos. 

Otras dos de las cinco cuentas que Podemos tenía en la Caja de Ingenieros en 2019. Son las de microcréditos y aportaciones. E.E.

Cuentas particulares

La buena relación de Podemos con la Caja de Ingenieros no se limita exclusivamente al número de cuentas que el partido tiene en la entidad. También ahí es donde Celia Cánovas, la exsenadora del partido que ahora acusa a la formación de malversación, hacía sus donaciones que luego no sabía a dónde iban. Incluso se usó una cuenta en la Caja de Ingenieros para recoger fondos para promover la candidatura de Pablo Iglesias en Vistalegre II, y a una cuenta de la misma es a donde Isa Serra, líder morada en Madrid, pedía que se hicieran las donaciones en la pasada campaña de las autonómicas del 4-M.

Este diario también ha podido comprobar que hay destacados dirigentes morados que tienen sus cuentas privadas en la entidad catalana. El patrón es casi idéntico en todos los casos: en la página de Transparencia de Podemos, que no se actualiza desde 2017, ninguno tiene cuentas en ese banco y, tras 2018, empiezan a tenerlas y a declararlas en el desglose de Bienes y Rentas que entregan al Congreso de los Diputados al obtener escaño.

Los primeros, los propios Iglesias y Montero. Ninguno tenía cuentas ahí y, sin embargo, ahí pidieron su hipoteca. Lo mismo ha pasado con Noelia Vera. La secretaria de Estado declaraba en 2017 tener todo su dinero en una cuenta de Evo Banco hasta que, ya en 2019, declara no sólo la hipoteca de 216.000 euros concedida por la entidad, sino que también tiene una cuenta corriente compartida con su pareja en la Caja de Ingenieros y que guarda un saldo de 21.400 euros.

No es la única en el Gobierno con cuentas en este banco. La ministra de Derechos Sociales y lideresa in pectore del partido tras la Asamblea que se arranca este fin de semana, Ione Belarra, también. En 2017 declaraba tener su dinero en tres cuentas corrientes de Bankia, La Caixa y Fiare. Tras la hipoteca de Iglesias y Montero, en su última declaración presentada en el Congreso en 2019, declara que también ha recibido un préstamo de 70.700 euros por parte de la Caja de Ingenieros.

Ione Belarra, a la izquierda, también se abrió cuentas en la Caja tras la hipoteca de Montero, a la derecha. E.E.

Este diario ha consultado estos datos con cargos pequeños y medianos dentro de Podemos y coinciden señalando que no hay nadie del partido insistiéndoles en ingresar su dinero en la entidad catalana. Sin embargo, apuntan que las personas que sí lo hacen son siempre cargos de la cúpula, lo que algunos llaman la corte de Galapagar, y gente del entorno de la formación en Cataluña, lugar originario del banco.

Otros destacados dirigentes con cuentas en la Caja de Ingenieros son Daniel de Frutos, tesorero del partido, y Sergio Pascual Peña, que ejerció el puesto de secretario de Organización, el mismo por el que han pasado Pablo Echenique y Alberto Rodríguez. Ambos declaraban sus cuentas ahí antes de 2018. De Frutos declaró en mayo de 2017 tener nada menos que tres cuentas en la entidad catalana con un total de 6.026 euros. Actualmente está imputado en el caso Neurona que investiga la financiación irregular del partido y, llamativamente, acompañó a Iglesias y Montero el día que firmaron su hipoteca con la Caja de Ingenieros.

En el entorno catalán de la formación también tienen cuentas ahí Jaume Asens, peso pesado del partido y uno de los pocos que sigue ahí desde su fundación. Él declaró en 2017 tener 51.000 euros en una cuenta corriente y 11.000 en otra de BBVA. A él hay que sumar a la diputada María del Mar García Puig, con tres cuentas corrientes de la Caja y un préstamo de 16.000 euros. En este club de la Caja de Ingenieros se incluye también a Gerardo Pisarello, secretario primero del Congreso de los Diputados, que declaró tener un depósito y una cuenta corriente en la entidad por un valor ambos de 68.375,62 euros.

Vínculos independentistas

Los diputados y altos cargos de Podemos no son los únicos con una especial predilección hacia la Caja de Ingenieros. También la tiene el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Él se compró una casa en 2021, en Sabadell, con una hipoteca, valga la redundancia, en el Banco Sabadell. Sin embargo, en 2018, adquirió otra por valor de 200.000 euros ya con la hipoteca a cuenta de la Caja catalana. Además, tiene otras dos cuentas corrientes ahí, en las que declara la nimiedad de 7,15 euros en una y 0 euros en otra.

Lo cierto es que el hecho de que Rufián, al igual que los líderes de Podemos en Cataluña, hayan optado por esa entidad, no es tan extraño. La Caja de Ingenieros es una sociedad cooperativa de ahorro y crédito, sin ánimo de lucro, que fue fundada en 1967 por un grupo de ingenieros. A pesar de lo que pueda indicar el nombre, no hace falta que los clientes, que también son a su vez socios, sean ingenieros y está abierta a cualquiera. Presidida por Félix Masjuan, la entidad representa lo que se llama "banca ética", en ella los socios tienen el peso de las grandes decisiones y, por ejemplo, se comprometen a nunca deshauciar una vivienda principal. 

A pesar de su larga trayectoria, y del respeto que se le tiene en el sector, no se hizo conocida hasta 2017, en el contexto de la declaración unilateral de independencia tras el referéndum ilegal del 1 de octubre que se celebró en Cataluña. Durante ese tiempo se produjo una fuga de empresas que sacaban su sede de territorio catalán, entre ellas los bancos CaixaBank y Sabadell. La Caja de Ingenieros, sin embargo, resistió y se quedó inmóvil. Fue una decisión que tomaron los propios socios y clientes y, desde la dirección, han reconocido en múltiples ocasiones que fue algo que al final trajo buenos resultados. 

Cheque de la Caja de Ingenieros con la que la ANC publicitó la fianza de Carme Forcadell. ANC

En la actualidad, la entidad cuenta con 211.000 socios-clientes y 32 oficinas, una cifra muy elevada respecto a los 160.000 y 25 sucursales que tenía en su haber en 2018. Si bien el 75% de sus clientes están en Cataluña, el resto se reparte principalmente entre Madrid y Andalucía y cuenta con 8.000 millones en volumen de negocio y ha movido 2.000 millones en créditos.

El hecho de haberse quedado en Cataluña, por supuesto, no es independentista per se. Pero los lazos van más allá. Cuenta en el patronato de su Fundación con Joan Vallvé i Ribera que, además de accionista de GVC Gaesco, es vicepresidente segundo de Òmnium Cultural. También, el movimiento independentista decidió alojar ahí sus llamadas cajas de solidaridad con la que costean los gastos de los políticos fugados de la justicia y la Asamblea Nacional Catalana (ANC) pagó con un cheque de la Caja de Ingenieros la fianza de 150.000 euros que evitaría que la expresidenta del Parlament catalán, Carme Forcadell, entrase en prisión.

Cuando se ha entrevistado a los dirigentes de la Caja de Ingenieros, nunca se han pronunciado políticamente. Sin embargo, es indiscutible que es la opción favorita de los independentistas y, ahora, de los miembros de Podemos y del propio partido. Esto, sin embargo, no ha evitado que su negocio crezca de forma rampante. Quién sabe, quizás es porque cuentan por ahí que dan unas hipotecas muy generosas. Si no, que le pregunten a Iglesias y a Montero.

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