Adelardo, primo del ciclista Alberto Contador, y Sandra se encontraban sentados en una roca en Cala Vinyes (Mallorca) la pasada madrugada del 1 de julio. En un momento dado, esta se desplazó y los jóvenes cayeron a una distancia de dos metros. Tuvieron tan mala fortuna que otro pedrusco, de casi media tonelada, se precipitó sobre ambos. Sandra murió en el acto, pero Ade -como todos le conocen- logró sobrevivir. 

El chico fue trasladado al hospital tras un rescate de más de dos horas y pudo avisar a los servicios sanitarios porque tenía el móvil en la mano. Desde entonces, no sabe si volverá a montar en bicicleta, como tanto le gustaba. A menudo, salía con ella por Mallorca. Pero, tras ser operado de la espalda, no sabe si podrá volver a hacerlo. 

No obstante, aunque en un primer momento su pronóstico era grave debido a la fuerte caída y las heridas que había sufrido en la parte inferior del cuerpo, su estado de salud ha revertido durante estos últimos días. Ade debería poder salir ileso de la operación. No obstante, el peligro de que pueda quedar inválido es real. Los bomberos tardaron mucho tiempo en sacar al joven del lugar donde se encontraba debido a la mala visibilidad del terreno. Aun así, corrió mejor suerte que Sandra, su compañera, que murió en el acto.

Ade será operado de las vértebras

Su hermano David ha confesado a Hoy Badajoz que Ade tuvo "suerte": "Lo importante es que podemos contar que mi hermano sigue vivo". El joven se encuentra en el Hospital de Son Espases y será operado de la columna vertebral. Aunque en un primer momento, parecía que la situación del chico era crítica, lo cierto es que ha mejorado con el paso del tiempo.

"Sinceramente parece que a pesar de tener las piernas escayoladas no es tan grave como lo que parecía en un principio. Nos han dicho los médicos que tiene sensibilidad en las piernas y eso es una buena señal", ha comentado David al citado medio. También, ha especificado que su hermano pudo llamar rápidamente a los servicios de emergencia porque tenía el móvil en la mano, "no en un bolsillo o en el pantalón". "Si no hubiera llamado le habrían encontrado a la luz día", explica el joven. 

Ade, primo de Contador al que le cayó una roca de media tonelada.

Además, ha contado cómo sucedieron los hechos. "Decidieron ir a ver una zona (Cala Vinyes) a la que va mucha gente porque las vistas del mar son impresionantes. Es una especie de acantilado pero señalizado. No se pusieron en ningún sitio no permitido", narra David. Ambos se subieron "encima de una piedra" y esta, al poco tiempo, comenzó a moverse. En un momento dado, se desprendió y cayeron. La caída "fue corta, no más de dos metros". Tras esto, fueron a parar a otra roca. "Lo peor es que esta pesaba unos 500 kilos y se les cayó encima", ha comentado David. Ade sufrió un fuerte golpe en la cadera y las rodillas, las zonas que tiene más dañadas. 

Natural de Badajoz y primo de Alberto Contador

Ade, de 25 años, se había mudado desde Barcarrota, un municipio de Badajoz de menos de 4.000 habitantes hasta Mallorca. Allí creció junto a su hermano David y sus padres, en una familia sencilla y humilde. Como cualquier chico de su edad, quería volar del nido. Salir de su casa y disfrutar de nuevas experiencias. Ya lo había hecho. Había viajado hasta Berlín, Venecia o Sevilla, con sus amigos de siempre. Le encanta vivir la vida. Exprimir cada segundo y sabía cómo hacerlo. El deporte era su pasión, al igual que los coches. Cuidaba su cuerpo, se desvivía por mantener su musculatura y mantenía una dieta estricta. Además, no era el único apasionado por el deporte en su familia. El joven es primo de Alberto Contador, una de las leyendas del ciclismo. 

Antes de que comenzara el verano, decidió coger su maleta e irse hasta Magaluf. Era un buen destino. Podía disfrutar del sol, de la playa, de la brisa del mar y de buena gente. Este año era su segunda temporada. La primera había trabajado en Il Chiringuito Beach, un bar situado en la playa de Calviá. Le gustaba Mallorca, le gustaba su gente. Y este año no dudó en volver. Pero cambió de destino. Llegó hasta NO STRESS Wine & Prosecco, donde comenzó a trabajar como camarero. En el restaurante de Palmanova están "destrozados", explican a EL ESPAÑOL.

Allí conoció a Sandra, una chica de 24 años y natural de Yecla (Murcia). Ambos se encargaban de preparar los cócteles para sus clientes. Disfrutaban haciéndolo y, aunque no era el trabajo de sus vidas, les gustaba. En las redes sociales compartían todas sus hazañas y las fotos de las calas paradisíacas que abarrotan los turistas en Mallorca. En una de esas fue donde Sandra perdió la vida. 

Sandra y él fueron a Cala Vinyes a disfrutar del mar

Pero la noche del lunes 1 de julio decidieron salir solos a tomar un poco el aire y pasear hasta Cala Vinyes, un lugar idílico y desde donde se puede observar la luna y el mar. Ahí, se sentaron en una roca para disfrutar de las vistas y del cielo, que ese día estaba muy despejado. Cuando el reloj tocó la medianoche la pareja se encontraba sobre un pedrusco de unos 500 kilos de peso. De repente, la roca cedió y Sandra cayó hacia adelante, quedando totalmente sepultada. Ade pudo salvar su vida y, rápidamente, llamó a los servicios de emergencias. Cuando estos llegaron, comprobaron la gravedad de las heridas que presentaba el joven. Sobre todo en la parte inferior del tronco. 

Cala Vinyes, donde sucedieron los hechos.

La Guardia Civil, la Policía Local y los bomberos, así como unas cuantas ambulancias acudieron al lugar de los hechos. Una zona oscura, con poca visibilidad. Además, el mar acechaba a pocos metros, por lo que el peligro era más que evidente. Adelardo fue estabilizado en ese mismo momento, donde los médicos comprobaron la gravedad de las heridas y que presentaba varias fracturas. Consciente, estaba destrozado por el trágico desenlace de Sandra. 

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