Informe de Riesgos Globales 2025: un análisis de los retos de estos tiempos convulsos

Informe de Riesgos Globales 2025: un análisis de los retos de estos tiempos convulsos

Opinión

Informe de Riesgos Globales 2025: un análisis de los retos de estos tiempos convulsos

Examinamos los problemas más apremiantes del planeta, pero también la vía para resolverlos

Iria Regueiro
Publicada

Esta semana las noticias del Foro Económico Mundial (WEF) han inundado los medios, y no es para menos. Los grandes retos de la actualidad mundial son debatidos por líderes políticos y empresariales, y no solo eso, se plantean también soluciones diversas e intersectoriales para afrontarlos, en palabras de la propia organización.

Pero antes de que tenga lugar la reunión en Davos, a mediados de mes, se revela su
Informe sobre Riesgos Globales 2025, y es sobre los resultados que arroja este documento sobre los que hablaremos a continuación.

¿Qué es el Informe Global de Riesgos?

Basado en encuestas a más de 900 expertos en riesgos, responsables políticos y líderes sectoriales a nivel mundial, recoge sus opiniones sobre los principales peligros a los que se enfrenta el mundo y las organizaciones. El análisis de los riegos se realiza desde 3 perspectivas temporales: un enfoque inmediato, a corto plazo (2027), y a largo plazo (2035), con el objetivo de proporcionar perspectiva en la toma de decisiones tanto a entidades privadas como gobiernos.

La publicación aporta una contextualización y previsiones sobre el panorama mundial complementando las conversaciones que se han mantenido esta semana sobre sostenibilidad, transición energética y financiación de las acciones para mitigar y hacer frente a los impactos del cambio climático, en un contexto crítico marcado por temperaturas récord y desastres climáticos en 2024.

Un jarro de agua fría

Un halo de desesperanza cubre los resultados, igual que el año pasado, consecuencia de la confrontación internacional, similar a la de los tiempos de la Guerra Fría, y materializada en los conflictos armados de la última década, las tensiones comerciales, los temores climáticos y la crispación cultural. Tanto es así que los riesgos sociales a corto plazo dominan el panel: polarización, desigualdad, migración y deterioro de los derechos humanos y libertades, pero dejando espacio para liderar

el ranking a la desinformación y manipulación de la información derivada de la expansión de la IA – por segundo año consecutivo-, y, en segundo lugar, los riesgos climáticos extremos.

Fuente: https://es.weforum.org/publications/global-risks-report-2025/digest/

Fuente: https://es.weforum.org/publications/global-risks-report-2025/digest/

Este deterioro en el panorama se agrava en el horizonte a largo plazo, aunque la
fragmentación social se mantiene, son, sobre todo, los riesgos medioambientales los
más temidos. La intensidad, frecuencia y severidad de los impactos medioambientales desde el lanzamiento del primer Informe en 2006 se han recrudecido considerablemente en estos años. Los fenómenos atmosféricos extremos se prevén todavía más preocupantes de lo que lo son actualmente, acompañados de la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas, los cambios críticos en los sistemas terrestres y la escasez de recursos naturales.

Concienciación dispar a nivel generacional y sectorial

En el caso de la percepción de los riesgos asociados al medioambiente se detectan dos divergencias, la generacional, siendo los participantes más jóvenes en la encuesta los que están más preocupados en el largo plazo sobre estos aspectos, y la relativa a los agentes, entre los que el que el sector público prioriza la necesidad de incluir el riesgo de la contaminación en las agendas políticas, dado el impacto de los contaminantes en la salud y los ecosistemas, frente al sector privado. En otras palabras, las empresas y los ya-no-tan-jóvenes, tenemos que ponernos las pilas.

¿La solución? La colaboración

Durante la próxima década gobernantes y líderes del mundo empresarial continuarán haciendo frente a riesgos complejos e interconectados a todos los niveles: sociales, tecnológicos y desde luego medioambientales. La clave reside en la cooperación, no solo entre gobiernos, si no público-privada, intersectorial y sectorial. Es necesario abordar las limitaciones de las estructuras de gobernanza existentes a todas las escalas, y apostar por el diálogo para identificar las soluciones disponibles entre los actores y avanzar en su escalado.

Aunque existe la promesa de grandes innovaciones como la IA, la informática cuántica y la biotecnología, el factor humano continúa siendo clave para generar esos ecosistemas en los que impulsar la transformación.

Ante este panorama abrumador ¿qué hacer? Respirar hondo y tomar aire lo primero. Después, priorizar entre aquellos aspectos en los que se puede actuar, ya sea como organización, como persona particular – porque con muchos granos de arena se pude construir una montaña- o como ambos. Es fundamental buscar quien esté alineado con nuestra filosofía e intereses, ponernos manos a la obra, idear soluciones conjuntas y compartirlas.

Iria Regueiro Espiñeira

www.linkedin.com/in/iria-regueiro-espineira

Socia en Alén, consultora especializada en soluciones en sostenibilidad y Economía Circular.

Especialista en la integración estratégica de la sostenibilidad.