
Dimensiones consideradas para los aerogeneradores del Proyecto Nordés.
Nordés, el plan eólico en aguas de A Coruña que avanza etapas técnicas a la espera de concurso
El proyecto de Plenitude, BlueFloat y Sener se anunció hace tres años. Una boya ha medido las condiciones marítimas y ambientales al noroeste de Cedeira. Los promotores instan al Gobierno a definir el marco regulador para no alargar la convocatoria de subasta pública ni la implantación de planes similares en las costas españolas
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Las costas gallegas constituyen un escenario abierto a la transición energética que ha captado el interés de una veintena de proyectos del sector de la eólica marina. Todos están en distintas etapas de desarrollo, pero también todos están a la espera de la definición de un marco regulador estatal que les permita disponer de zonas del litoral en las que operar y saber si podrán poner en marchas sus iniciativas. El primero de estos proyectos gallegos en darse a conocer, hace justo tres años, fue Parque Nordés, promovido por Plenitude, BlueFloat Energy y Sener, que también impulsa los parques Tramuntana, en aguas de Cataluña, y Tarahal, en Canarias.
A unos 60 kilómetros de A Coruña y a 30 de Ferrol en la costa ártabra. En esta ubicación, ocupando una superficie máxima de 268 kilómetros cuadrados, se situaría Parque Nordés, con una infraestructura de 80 aerogeneradores y dos subestaciones flotantes para cubrir un 13% del consumo eléctrico actual de Galicia, según la información que los promotores ofrecieron al Ministerio para la Transición Ecológica en enero de 2022. Se han propuesto tres alternativas de ubicación y desde diferentes puntos del litoral de la provincia apenas se ven las turbinas en el mar.
Han pasado tres años y el Estado aún no ha determinado ese marco regulador que dé paso a la subasta pública para adjudicar las diferentes zonas del litoral. Una demora que el sector espera que finalice en 2025 con la aprobación de una orden ministerial, pero que, mientras, incluso ha provocado que otras empresas diesen prioridad a proyectos en otros países en lugar de instalarse en España. ¿Cómo ha avanzado en este tiempo el proyecto Parque Nordés? Lo explica en Quincemil el director general para España de BlueFloat Energy, Javier Monfort.
Avances técnicos
A finales de 2023 la sociedad que impulsa Parque Nordés sometió a información pública la solicitud de instalación en la costa coruñesa de una boya que analiza sus condiciones atmosféricas y marítimas con el objeto de poner en marcha el proyecto. El aparato, ubicado a 34 kilómetros de la costa y al noroeste de Cedeira, tiene 3,6 toneladas de peso, puede resistir olas de hasta 20 metros y vientos que alcanzan los 252 kilómetros por hora.

Alternativa de ubicación de los primeros 35 aerogeneradores del Proyecto Nordés.
"Hemos instalado la boya y medimos ya los datos para tener el máximo rigor técnico. Este es un paso fundamental para medir en el emplazamiento la velocidad del viento, las olas, las corrientes... Así podremos predecir la electricidad que va a generar el parque y el diseño que tendrán las turbinas", detalla Monfort.
Se ha dado otro paso importante en la "caracterización técnica y ambiental" del proyecto. "La boya tiene sensores para la detección de fauna en el fondo marino, que hay que conocerlo con detalle, y la presencia de especies a distinta altura. Es información que permite conocer las condiciones del parque para diseñarlo con el máximo rigor realista y cuantificar su inversión", añade Monfort. "Las campañas geofísica y ambiental finalizaron con éxito en septiembre, ahora se están tratando y procesando datos".
A la espera del concurso
"Falta una pata fundamental del proceso: definir con letra pequeña y comas cómo se va a concursar. Esto no puede demorarse mucho más. Si no ha podido ser a finales de 2024, no debería retrasarse más allá de enero o febrero de 2025. Hay una voluntad política que tiene que traducirse en condiciones y criterios para participar en el concurso".
"El riesgo de seguir retrasando el marco regulador en España es que empresas internacionales digan que se van, como han hecho ya algunas a otros países con regulación más clara y calendario definido"
Esta es la advertencia que el director general para España de BlueFloat Energy hace respecto a la concurrencia competitiva y a la definición regulatoria que permita la implantación de proyectos de eólica marina en las costas españolas, entre ellos los tres de la sociedad creada por las tres empresas. Es optimista, aunque demanda "un empujón" porque alerta de la posible renuncia de otros proyectos.
"El riesgo de seguir retrasando el marco regulador es que muchas empresas internacionales digan que se van, o que desistan, como ya ha hecho alguna que lleva tres o cuatro años esperando y se va a otros países con una regulación más clara y un calendario definido. Nosotros seguimos gastando tiempo y dinero en hacer realidad nuestro proyecto en Galicia", expone Monfort.

Una subestación eléctrica flotante que recoge el documento inicial del proyecto.
Los promotores necesitan conocer las "premisas básicas de la subasta" y aspectos como el precio de venta de la energía, cómo serán la concesión de línea de agua o la reserva de puntos de conexión. "Necesitamos que haya una orden ministerial para tener bien armado el proyecto y preparar la oferta según las reglas del concurso", recalca.
De entrada, un real decreto aprobado por el Gobierno estatal establece que hasta un 30% de la valoración, para elegir los proyectos, se centrará en criterios no económicos. "Como mínimo un 70% será precio. Sería importante no reducir ese 30% de criterio que no son euros por megavatio/hora para recoger otras inquietudes que no están puramente asociadas a la tarifa eléctrica. Es muy importante que el primer proyecto que salga en España sea ejemplar, no puede fallar", incide Javier Monfort. "Cuantos más estudios de detalle tenga una oferta, más certidumbre tendrá el futuro desarrollo del proyecto".
Relación con el sector pesquero
"La calidad del recurso eólico en Galicia puede considerarse muy buena, es una de las zonas con mayor potencia eólica del país". Este era uno de los argumentos con los que en 2022 BlueFloat y Sener explicaban la ubicación del Proyecto Nordés. En la información remitida a más de sesenta organismos estatales, autonómicos y locales añadían que el plan se desarrollaría en dos fases, tendría un nudo de conexión en tierra con el polígono arteixán de Sabón y generaría unos 14.000 puestos de trabajo directos en la fase de construcción, 6.000 de ellos en Galicia.

Imagen de archivo de un parque eólico marino.
Hasta la próxima década no serán una realidad los parques eólicos marinos en España, según las previsiones del Gobierno y del sector. "Dependerá del tiempo en que tarden en abrirse los concursos", matiza Monfort, quien apunta a otros "desafíos", entre ellos el "entendimiento con el sector pesquero".
"Con el sector pesquero hemos pasado de un no casi rotundo a comprender la necesidad de transición energética que promueve Europa. Debemos llegar a consensos para diseñar el parque y maximizar la coexistencia"
"Seguimos trabajando, y mucho, en este aspecto. Desde que empezamos notamos cierto cambio de posicionamiento a partir de entregar información. De casi un no rotundo se ha pasado a comprender la necesidad de transición energética promovida por Europa. Debemos llegar a consensos en el diseño del parque para maximizar la coexistencia. Por ejemplo, hablamos con el sector para la instalación de las boyas, atendiendo a ajustes y reclamaciones. Si al final hay equilibrio y no hay fricciones, trataremos de hacerlo de la mejor forma posible, entendiendo cómo opera la pesca".