
Pedro Fernandes, entre guitarras e instrumentos musicales en Midimaster.
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Midimaster, el hogar de las guitarras en A Coruña: "Ayudamos a los músicos a expresarse"
La tienda de instrumentos musicales abierta desde 1992 se ha especializado en ofrecer piezas de cuerda. La venta de guitarras crece, señala su propietario, Pedro Fernandes, que disfruta siendo un "asesor" y ve cómo "los clientes se convierten en amigos"
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La música es buen argumento para muchas cosas: divertirse sobre todo, cantar, bailar, enamorarse, hacer amistades, tomar el relevo al frente de un negocio. Esto es lo que ocurrió en Midimaster, veterano establecimiento de instrumentos musicales en A Coruña que se resistió a la desaparición con la jubilación de su propietario en 2016: uno de sus clientes habituales se hizo cargo de la tienda desde entonces y hoy continúa vendiendo esas mágicas herramientas de creación artística y disfrute, guitarras especialmente, en el número 28 de la calle Palomar.
Pedro Fernandes llegó a la ciudad desde su Portugal natal en 2011. En su país era músico aficionado, sabía tocar la guitarra, el bajo, la batería y cantaba en una banda. Trabajaba en publicidad, y como "músico doméstico, no profesional", se acercaba a veces a Midimaster para comprar algo; a fuerza de visitas, en el lugar encontró a un buen comerciante con el que conversar, Rafa, un hombre con el que empezó a tener un trato "amistoso, cercano, de los que hoy ya no se suelen tener".
"Me dio mucha pena que en 2016, cuando nos dijo que iba a cerrar porque se jubilaba, todo esto se acabase. Algo me dio en la cabeza y me lancé a continuar con el negocio", reconoce Fernandes. Rafa le apoyó desde el principio y le enseñó durante un tiempo cómo funcionaba Midimaster; a veces vuelve hoy a la que fue su tienda para ponerse al día con su sucesor y seguir conversando.

Un amplificador Marshall que vende Midimaster.
Midimaster se convirtió en 1992 en el negocio puesto en pie por dos empleados que habían trabajando antes en Musical 47, pionero comercio de A Coruña centrado en la venta de instrumentos musicales, abierto desde 1970 en Cuatro Caminos. Rafa y Julio abrieron Midimaster en la calle Santa Luisa de Marillac, en Monte Alto, y en 1998 se mudaron a Santa Margarita. Con el tiempo, nacieron otros templos de la música en la ciudad, como Rockbox en José Luis Pérez Cepeda y otras tiendas pequeñas especializadas en instrumentos específicos.
Desde que está al frente Pedro Fernandes, al que acompaña siempre en la tienda su perra Blackie, Midimaster tiene la guitarra como "instrumento estrella". Clásicas, acústicas y eléctricas, con sus cables, cuerdas, pedales y amplificadores. También vende más cuerda (bandurrias, laudes, ukeleles), alguna batería, algunos teclados, pero ya no ofrece panderetas, tamboriles u otras piezas de música tradicional que antes sí tenía ni libros con partituras que muchas veces tenían como destino las escuelas de música.

Un bajo de más de 50 años, que no está a la venta.
"La venta de guitarras va a más, tanto acústicas como eléctricas", asegura Fernandes, aunque advierte que los músicos profesionales ya no acuden tanto a la tienda física a comprar y lo hacen más por internet. Si un instrumento se estropea, se puede reparar en la tienda o esta lo envía a un lutier para que lo arregle. Hay colgado en la pared un bajo "muy beatle" que necesita reparación, una reliquia construida hace más de medio siglo que se muestra en Midimaster como si fuera una pieza de museo.
El placer de asesorar
Admite Fernandes que además de vendedor es "asesor", alguien que "ayuda a los músicos a expresarse", y que el "buen trato es primordial" en un negocio como el suyo. "Me gusta que el cliente se vaya tranquilo a casa, prefiero que piense bien si compra lo que le vendo a asegurarme la venta el primer día que viene a la tienda. Esa es mi filosofía. Hay clientes que pasan a ser amigos. Esa es la forma de trato que tengo con ellos", explica.

Instrumentos de cuerda en Midimaster.
Un asesoramiento que no es limitado y que consiste a veces en explicar "la forma de ver los instrumentos y el mundo, el consumismo, la marquitis", término con el que Fernandes alerta de la "confianza ciega" en dos o tres marcas principales y con más márketing sin dejarse guiar por más marcas que, por ejemplo, existen en el ámbito de las guitarras. En Midimaster se escucha y se mira más allá, la música es universal.