Xoel López hace vibrar el Palacio de la Ópera de A Coruña en un concierto único
Xoel López quería celebrar el décimo aniversario de su disco Atlántico con un concierto único en A Coruña, y así fue. El músico coruñés puso en pie al público del Palacio de la Ópera, que ayer pudo disfrutar de un concierto que el propio Xoel adelantaba que sería especial. Atlántico es un disco que supuso un salto en la carrera del cantante, quien eligió su ciudad, A Coruña, para devolver al público todo lo que este le ha dado a lo largo de todos estos años.
Con el sonido de El hombre de ninguna parte, el coruñés daba comienzo a un concierto que acabaría poniendo de pie y haciendo bailar a un público entregado, que iba dispuesto a disfrutar del directo de Atlántico una década después.
Una a una, y siguiendo el orden del disco, Xoel fue tocando y cantando cada uno de los temas que componen un trabajo que, como él mismo reconoció ayer subido al escenario, fue un antes y un después en una carrera a la que Xoel López dio continuidad tras el proyecto de Deluxe.
La Gran Montaña, Por el viejo barrio, Caballero, Buenos Aires sonaron y recordaron al público los sonidos del disco de la libertad de Xoel. Con De Piedras y Arena Mojada, el cantante recordó su etapa de estudiante en el instituto Eusebio da Guarda, un colegio que tiene el privilegio de estar situado con vista al Atlántico. Un Atlántico al que Xoel puso letra y música.
Cuando ya solo quedaba una canción del disco, Xoel ya avisaba al público que el concierto se terminaba tras el repaso de cada una de las canciones de Atlántico; pero lo que el público no sabía es que todavía quedaba mucha música por sonar en el Palacio de la Ópera. Tras tocar la última canción de Atlántico, Asaltante de Estaciones, Xoel y su banda se retiraron del escenario. El público comenzó a corear su nombre esperando que este regresase para hacer el conocido bis de los conciertos. Y vaya sí volvió, y lo hizo con más ritmo y ganas de poner en pie a su público (como así fue).
Con Quemas, Xoel López regresó al escenario donde, sin imaginarlo, continuó tocando una y otra canción hasta completar dos horas de un concierto vibrante. Hubo momentos para recordar su infancia musical, con Ojala que llueva café de Juan Luis Guerra. Así sonaba este tema tan popular en voz del cantante coruñés.
Y para terminar, no podía faltar una de esas canciones que te levantan de la butaca. Con los ritmos bailongos de su Tigre de Bengala, Xoel se despedía del público coruñés.
Esta cita no será la única que se vivirá en la ciudad natal del cantante, ya que para la próxima semana están programadas distintas actividades alrededor de la figura del músico. Una exposición y un documental cerraran este décimo aniversario de Atlántico en una ciudad que siempre mira al mar que lleva este nombre.
