Tatuajes en Galicia, algo más que una moda. ¿Has ido estos días a tatuarte?
¿Quién no ha notado un incremento de locales de tatuajes en nuestra comunidad? Y está claro que si los negocios proliferan es porque tienen clientes, ya no es una notoriedad de tiendas, es que son pocas las personas que quedan sin pintar su cuerpo.
Hay quienes deciden hacerlo por partes y hay quien directamente se tatúa el tronco entero, la cara o incluso la cabeza.
Muchas veces pueden llegar a pasar desapercibidos por la gratitud de obras de arte que se realizan en los tiempos que corren.
Atrás quedaron los tribales: grandes, gordos y rellenos de abundante tinta negra, ahora podemos ver pinturas en las que se llega a dudar que haya una aguja de por medio en su proceso de creación y puedan parecer hechas a pincel.
Lo que está claro es que no hay prejuicios, no preocupa tener una entrevista laboral y perder el puesto por ser un candidato inapropiado dada la imagen que produce llevar algo que diese a entender ser una persona de poca clase, lo más probable es que quien esté entrevistando también vaya tatuado, y tampoco es cuestión de clases, en muchas ocasiones quien vaya con su cuerpo perfilado de dibujos puede dar mil vueltas jerárquicamente que quien no tenga ninguno.
Hay zonas de Galicia, como es el caso de Viveiro en la provincia de Lugo donde son pioneros de esta tendencia, y van más allá con distinguidas dilataciones en sus orejas y pendientes por donde uno menos se lo puede esperar. Quizá por su cercanía al estilo “hardcore”, allí se iniciaron antes que en otras localidad de nuestra región.
Ahora bien, hoy ya no va con un estilo de música, pues hasta un violinista de la Orquesta Sinfónica puede dejar ver algún símbolo en su cuerpo que quizá haya hecho para dar un significado a esta creación.
Los orígenes de este arte se remontan a 5000 años atrás, por ejemplo en un documental de tribus africanas podemos divisar que en los países más remotos del mundo adoran estilarse con estas pinturas.
Cuando menos ropa llevamos aquí, sobre todo en verano, es el momento idóneo para mostrar públicamente esas partes de nuestro cuerpo tatuadas que no dejamos ver con ropa y, sin ir más lejos, las muestran siempre que pueden los deportistas de élite.
Los últimos Juegos Olímpicos de Tokio llamaron la atención por este motivo ya que en el país en el que se celebraba el evento, Japón, no está a día de hoy muy bien visto el arte de la tinta, incluso prohibido en muchos lugares públicos y el resultado es que fueron los juegos con más participantes exhibiendo estas obras.
Y si hablamos de símbolos o significados, nos podríamos perder en historias para no dormir, porque hay quien se hace un lienzo en la piel para decorarla y hay quien lo hace por darle una explicación o grabar un mensaje en sí mismo para toda la vida.
Hace pocos días esta chica decidió inmortalizar sobre la piel de sus brazos los nombres de sus hijas -aún cubiertos con los plásticos que ponen al rematar- se aprecian unas finas y sencillas letras, que están muy en alza y vienen pisando fuerte en los estudios, donde se ve reflejado, testimoniado y así quedará de por vida como se llaman sus pequeñas: Azahara y Luana.
En esta foto se puede estimar una florecita con letras, y nos cuenta Bianca, la portadora la siguiente historia:
"Meus pais, mis padres, como terminación de las hojas del Ginkgo Biloba, árbol que es símbolo de reconocimiento y veneración al ser uno de los pocos seres vivos que sobrevivieron y resurgieron después de la bomba atómica de Hiroshima. Ellos representan la fuerza y la que me dan todos los días, ellos mis padres, unidos de y para toda la vida (que son lo más) y además es un árbol que puede llegar a 1500 años de vida y es uno de los organismos más viejos de la tierra!!!".
No nos volvamos locos ahora yendo a la primera de cambio a realizar algo que quedará de por vida grabado en nosotros.
Debemos ser responsables de lo que hacemos con nuestro cuerpo para luego no arrepentirnos, y meditar mucho antes de dejar plasmado aquello que nos identificará y será un reflejo más de quienes somos.
Buscar la fusión perfecta es tarea de cada uno, lo que vayas a hacer es algo personal y dejarse recomendar por las manos más cualificadas un apoyo ya que estamos rodeados de profesiones en este sector.
