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Senderismo en Vimianzo (A Coruña) más allá de Pasarela y Traba

Es la ruta a pie más conocida de Vimianzo, pero no la única. Descubre, caminando, las maravillas de un municipio muy singular en la Comarca de Terra de Soneira
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Gran parte de los senderistas que se acercan al Concello de Vimianzo con la intención de hacer alguna ruta a pie optan por la Ruta dos Penedos de Pasarela e Traba. Recorriendo un bello entorno declarado paisaje protegido por la Xunta de Galicia desde el año 2009, nos adentramos en un mundo en el que las enormes formaciones pétreas -los penedos- adquieren forma zoomorfa, asemejándose a distintos animales como la tortuga, el águila o la ballena. Son cuatro los picos que flanquean nuestro camino hasta llegar a los 274 metros de altitud: A Pena dos Mouros, O Castelo, Pena Forcada y Torre da Moa.

Se trata de una de las rutas de senderismo más conocidas y valoradas de Costa da Morte, con 6,5 kilómetros de trayecto lineal algo exigente en algunos tramos y de gran interés paisajístico ya que toca territorio de Vimianzo pero también de Laxe.

Saltos de agua en el río Cambeda Foto Turismo de Galicia

Además de esta ya famosa ruta encontramos otras en el municipio que el Concello de Vimianzo ha señalizado en estos dos últimos años postpandemia. Son la Ruta Segredos do Val de Vimianzo, O Vieiro Fidalgo y As Fervenzas e Muiños do río Cambeda.

La primera, Segredos do Val de Vimianzo, es circular y cuenta con una distancia de 14,4 kilómetros. Esta senda engloba a la Ruta Muiños do Río Cambeda, que es más breve y apta para todos los públicos, con 3,6 kilómetros de longitud que permiten descubrir algunos de los paisajes más bonitos de Vimianzo.

Montaña y tramos fluviales destacan en esta ruta en la que encontramos desde petroglifos, hasta pazos, alvarizas, elementos etnográficos como fuentes, iglesias y hasta pequeñas fervenzas o saltos de agua que hacen de este sendero uno de los más agradables del Val de Soneira.

Ruta de Pasarela e Traba. Foto Turismo de Galicia

Durante el paseo se disfruta de un frondoso bosque de ribera autóctono formado de robles, castaños y alisos que se disponen junto al río proporcionado sombra en verano y la humedad suficiente el resto del año para que a la vera del río crezcan numerosos musgos y helechos. Todo ello salpicado de frecuentes saltos de agua de pequeño tamaño que añaden una gran frescura y un aura mágica al lugar.

Además de los distintos elementos naturales encontramos distintas construcciones de interés etnográfico, como la iglesia de San Xoan Bautista de Cambeda. Este templo, de origen medieval, llama la atención por los añadidos que se le han ido sumando a lo largo de los siglos. Desde la cabecera románica de su altar mayor hasta la torre del campanario que, con más de 12 metros de altura, es una de las más altas de la comarca. Muy cerca de la iglesia hay un hórreo algo olvidado que en su momento fue de los más largos de Galicia, con sus 22 metros de longitud y 16 pares de pies.

Molinos y saltos de agua del Cambeda. Foto Vimianzo.gal

Unidos al cauce fluvial se conservan “de aquella manera”, desolados, algunos molinos entre los ríos de Cubes y Cambeda, además de los restos de un batán que ya no existe. Estos molinos aún son llamados por los vecinos por su nombre, que lo tuvieron: molinos del Prado, molinos de Juanote, Pozo Negro, Muiño Vello y Muiño Novo.

Si seguimos camino veremos también un edificio curioso y con historia: una de las primeras centrales eléctricas de Vimianzo, levantada en los años 50 por una familia del lugar para llevar la entonces preciada y escasa luz a las parroquias próximas.  

El puente Vao das Areas, por el que discurría el Camino Real que unía Vimianzo y Cambeda, marca el punto final a esta ruta que sobresale por su gran vistosidad y belleza.

Nos consta que la Ruta dos Muiños do río Cambeda se hace teatralizada a través del Concello de Vimianzo, lo que añade más interés cultural al recorrido.

Iglesia San Xoan de Cambeda. Foto Turismo de Galicia

El mismo Concello, a través de su área de Turismo, propone otros itinerarios para conocer Vimianzo, que no son rutas de senderismo, si no circuitos, a pie o en coche, para acercarse a los emblemas turísticos de la zona. El más representativo de la riqueza arqueológica de Vimianzo es la Ruta dos Dólmenes, pensada para hacer en coche o en bicicleta, que une nueve de estas construcciones: estamos ante la mayor concentración de monumentos megalíticos de toda Galicia en la que podemos contemplar dólmenes tan importantes como el de Pedra Cuberta, Pedra Moura o Arca da Piosa.

Otro de los itinerarios, “Hacia el mar”, nos conduce hasta uno de los dos “rincones salados” del municipio junto con Sabadelle: Porto de Cereixo. Este trocito de Vimianzo bañado por el mar aglutina un rico patrimonio natural y etnográfico que incluye su paseo fluvial, su molino de mareas del s. XVI y las llamadas Torres de Cereixo, un pazo del s. XVII. Pero, sin duda, lo más valioso de Cereixo a nivel patrimonial es la iglesia de Santiago, del s. XII, en la que se conserva una de las cuatro “traslatios” que quedan en Europa de estilo románico.

Para completar nuestro conocimiento de Vimianzo, tras hacer alguna de las rutas propuestas, nada mejor que acercarnos al núcleo urbano, donde nos recibe su castillo medieval del s. XII, testigo de la resistencia a las revueltas irmandiñas que cada año se conmemora con el evento Asalto ao Castelo. Hoy sirve como espacio de muestras de artesanía en vivo, en el que ver antiguos oficios como la cestería, los encajes,el trabajo del barro, el cuero y la plata.

Dolmen de Pedra da Arca. Foto Turismo de Galicia

Sólo nos queda hacer una visita, libre o guiada, a los Batanes y Molinos de O Mosquetín, construidos en el río Grande, un ejemplo del aprovechamiento de la fuerza del agua para la molienda  (los molinos) y elaboración de mantas de lana (el batán).

Habremos visto así lo más representativo de Vimianzo, tanto en espacios naturales como arqueológicos y etnográficos. Pero aún queda mucho más, el amplio legado cultural que nos dejaron nuestros ancestros y que se mantiene gracias al empeño de las nuevas generaciones por conservarlo.

Muiños e Batán do Mosquetín. Foto Vimianzo.gal

Emma Sexto

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