Santiago de Compostela viaja en el tiempo a través de la danza
Compostela es un faro cultural en el presente y también lo fue en el pasado: en el Renacimiento, las artes llegaron a la ciudad a través del Camino de Santiago y habitaron sus calles. A día de hoy todavía podemos ver su reflejo en la arquitectura o en la escultura, pero este verano también se podrá viajar al pasado a través de la danza.
Lo hará de la mano de la Academia Lodanzas, que organiza una serie de talleres con los que busca poner en valor la danza renacentista y llevarla de vuelta a las plazas y los parques de Santiago, recuperando esa parte fundamental de nuestro patrimonio inmaterial.
"Tenemos que llevar la danza a la calle, la ciudad está hecha para eso: el Camino de Santiago siempre nos ha traído cultura de Europa, convirtiéndola en un punto de encuentro", explica en una entrevista concedida a Quincemil Loli Fojón, directora de la academia.
La actividad constará de cinco convocatorias, con dos el mes de julio -el primero de ellos este día 6-, dos en agosto y uno en septiembre. Su estructura será siempre la misma: dos jornadas en la academia, donde los asistentes aprenderán conceptos básicos, y una tercera en la que la danza será en la calle, con la posibilidad de que participe el público.
Así, esta primera sesión tendrá lugar los días 6, 7 y 8 de julio. El último día habrá una presentación abierta al público en un entorno único, junto a la Igrexa do Carme de Abaixo, donde se contará con la participación de músicos de la ciudad, una práctica que continuará en las semanas sucesivas.
Aunque las plazas ya están cubiertas para la primera de las cinco convocatorios, la inscripción a través de un formulario web permite a los interesados anotarse para participar en las siguientes, que arrancan el 13 de julio, el 3 y el 10 de agosto y el 7 de septiembre.
En paralelo a la parte práctica, en la primera jornada los participantes contarán con una breve ponencia a cargo de Zoa Alonso, investigadora de la danza, que hablará sobre cómo era en el renacimiento y de qué fuentes bebía. En la tercera jornada, por su parte, la arqueóloga y profesora de secundaria Sabela Cobas explicará cómo evolucionó la danza en Santiago, pasando del Renacimiento al Barroco.
A lo largo del verano el escenario de la jornada final irá cambiando, siempre en un marco histórico: la danza llegará al Pazo de San Lorenzo o a la Colexiata do Sar, pasando por el Barrio de Conxo.
La actividad está totalmente abierta a personas que no tengan experiencia en el mundo de la danza, toda vez que se aprenderán desde cero estilos como el branle o la pavana.
"Hay muchos bailes que se fueron perdiendo a lo largo de los siglos, pero en el renacimiento aparecieron los primeros tratados y nos basaremos en uno de ellos, de Thoineaut Arbeau, que es el más completo y práctico", detalla Fojón.
La idea es que esta actividad, que cuenta con el apoyo del Concello de Santiago, tenga permanencia en el tiempo y, si los participantes quieren seguir formándose, extender la formación al invierno y dar el salto de la danza renacentista a la barroca, más compleja.
