Rincones de Vimianzo: Castillo, Molinos y Batanes de O Mosquetín
Es curioso que, teniendo sólo un minúsculo saliente costero, Vimianzo pertenezca a la llamada Costa da Morte. Y precisamente por ser un municipio en el que predomina el interior es una zona normalmente ignorada por los viajeros, que como mucho hacen un breve desvío en su ruta costera para acercarse a conocer su famoso castillo. Es inevitable no verlo, pues se encuentra en la misma entrada del pueblo, dando la bienvenida a quien quiera visitarlo.
El Castillo de Vimianzo se construyó entre finales del siglo XII y comienzos del XIII por orden de la familia Mariño, que dominaba las tierras de Vimianzo y Cambeda en época medieval. Su aspecto actual no es el mismo que tenía entonces, pues ha ido sufriendo varias reformas reconstrucciones que han ido modificando su apariencia.
En 1467 sufre uno de sus destrozos más importantes, debido a las Revueltas Irmandiñas, iniciadas por un pueblo cansado de los abusos feudales que decidió rebelarse y tomar los castillos y fortalezas. En recuerdo a este suceso cada mes de julio se celebra en la localidad el Asalto ao Castelo, recreando estas revueltas y dando un salto en el tiempo a través de representaciones que parodian sucesos e injusticias de la actualidad.
El castillo se puede visitar por libre o reservando una visita guiada, ambas gratuitas, a través de Turismo de Vimianzo, donde también conviene confirmar los horarios de apertura. Su interior se ha destinado a espacio de artesanía en vivo, en el que ver cómo siguen trabajando los artesanos de las telas, cuero, plata o cerámica, destacando el trabajo de las “palilleiras” con su peculiar encaje de bolillos.
Para completar la visita a Vimianzo sugerimos visitar el no muy conocido conjunto de los Muiños e Batáns de O Mosquetín, un interesante enclave de gran valor natural y sobre todo etnográfico. Se trata de una serie de molinos y batanes construidos junto al Río do Porto, también llamado río Grande, que aprovechan la fuerza de la caída del agua para moler el trigo y golpear la lana. Se desconoce la fecha exacta de su construcción, pero se sabe que al menos en el siglo XVIII ya estaban funcionando, puesto que aparecen mencionados en documentos de esa época.
Seguramente tienes claro qué es un molino pero ¿y un batán? Son construcciones de trabajo que aparecieron en Europa durante la Edad Media en la que por medio de unos mecanismos llamados “folóns” se aprovecha la energía hidráulica para golpear la lana y conseguir que se compacte, haciéndola así más resistente. En el caso de O Mosquetín hay dos edificios, uno sólo con molinos y otro con molinos y batanes.
Tras el abandono de estos molinos y batanes a finales de los años sesenta del s. XX, éstos entraron en estado ruinoso hasta que los vecinos y diversas asociaciones culturales reclamaron su restauración. En 1997 la Diputación de A Coruña comenzó a restaurarlos y hoy es posible su visita e incluso verlos en funcionamiento. Además, en sus inmediaciones hay un área recreativa con merenderos para disfrutar de este espacio natural, junto a uno los pocos conjuntos etnográficos de estas características que se conservan en Galicia.
Emma Sexto
