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Planes en Galicia para recibir la primavera

Explosiones de color, naturaleza más viva que nunca, días más largos y un clima que oscila entre el sol y la lluvia en pocas horas. Así es Galicia en primavera y estos son algunos planes para disfrutarla a tope.
Jardines del Pazo de Oca.
Turismo de Galicia
Jardines del Pazo de Oca.
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Hacer una ruta por los jardines y pazos históricos, explorar las fragas más recónditas, observar el cortejo de las aves en los humedales o vivir las fiestas más floridas son algunas de nuestras propuestas para una primavera de cuento en Galicia, en la que también hay cabida para una aventura isleña o un relajante baño termal.

Los últimos coletazos de la Ruta de la Camelia

Camelias en el Pazo de Fefiñán (Foto: Turismo de Galicia)

Aunque la época de camelias está llegando a su fin, todavía estamos a tiempo de visitar los pazos, paradores, castillos y jardines históricos incluidos en la Ruta de la Camelia de Galicia. En nuestra tierra hay más de 8000 variedades de esta flor, que adorna muchos de los pazos gallegos más importantes y más de una decena de jardines de casas solariegas y castillos. 

Las camelias llegaron a territorio gallego en el siglo XVIII desde países orientales como China y Japón, y lo hicieron de la mano de navegantes portugueses a través de las grandes rutas de navegación que conectaban Galicia y Portugal con el lejano Oriente.

Hay hasta 12 rutas de la camelia formadas por jardines públicos y privados que se pueden recorrer a lo largo de toda la geografía gallega, aunque son las provincias de A Coruña y Pontevedra las que atesoran más diversidad y cantidad de ejemplares. El recorrido pasa por jardines de acceso público, pero la mayoría de los pazos son privados y su visita requiere reserva previa, que se puede hacer on line sin problema en las correspondientes páginas web de cada uno de ellos. 

¿Los jardines más visitados? Los de Pazo de Santa Cruz de Rivadulla en Vedra, los del Pazo de Oca en A Estrada y el Pazo de Rubiáns en Vilagarcía, pero también espacios públicos como la Alameda de Santiago y el Jardón Botánico de Padrón.

Vivir las Festas dos Maios

Festa dos Maios (Foto: Galipedia)

Con el fin del invierno y la llegada de la primavera, tenían lugar en la Galicia rural de antaño numerosas fiestas que celebraban el éxito de las cosechas. Estos festejos todavía sobreviven como manifestación de un folclore que se niega a morir con las nuevas generaciones. 

Estas celebraciones se conocen como “Maios” y son muy típicas de la tradición ourensana. La villa de Allariz y la capital de provincia, Ourense, son dos de los lugares de Galicia donde mejor se conserva la autenticidad de los antiguos Maios. En sus Festas dos Maios se construyen figuras con materiales naturales como paja, maderas, flores silvestres y musgo, que decoran las plazas y atrios de iglesias y, en el caso de Ourense, adornan la Alameda del Concello. A su alrededor se cantan coplas irónicas que narran sucesos de actualidad. 

Son de las pocas manifestaciones que quedan en Galicia relacionadas con el culto a las cosechas y el cambio de estación, por lo que merece la pena acercarse a conocerlas. La de Ourense es Fiesta de Interés Turístico tiene lugar el domingo 7 de mayo. 

Visitar Ponteareas y sus alfombras florales

Alfombras florales de Ponteareas (Foto:Turismo de Galicia)

Cerrando la temporada de fiestas primaverales en Galicia tendrá lugar, a partir del 11 de junio, el Corpus Christi de Ponteareas. Este festejo religioso destaca por la belleza y la extensión de las alfombras florales que adornan las calles de la localidad en estas fechas. 

Durante estos días en Ponteareas se puede disfrutar de este espectáculo floral que exhibe hasta 22 tramos de alfombras, señalizadas a través de distintos códigos QR dispuestos a lo largo del recorrido. 

Las alfombras florales de Ponteareas son tan famosas que desde tierras valencianas se ha requerido a los artesanos que las realizan para colaborar en la confección de alfombras en Valencia. 

Explorar los jardines del Castillo de Soutomaior

Jardines Castillo de Soutomaior  (Foto: Turismo de Galicia)

Es el único jardín de España declarado “Jardín de Excelencia Internacional”, título otorgado por la Sociedad Internacional de la Camelia. Se trata del parque botánico del Castillo de Soutomaior, situado en el ayuntamiento del mismo nombre, en la comarca de Redondela.

Es un lugar repleto de sorpresas, como la extensa colección con más de 25 especies diferentes de camelias. El protagonista es el ejemplar más antiguo, en cuya base crecen 18 troncos, que lo convierten en el de mayor porte de Galicia. Aunque por edad, el decano del lugar es un castaño de 800 años, dentro de un bosque con árboles autóctonos. En los jardines del castillo también encontraremos palmeras, secuoyas, plantaciones de frutales y una espectacular panorámica de los viñedos dispuestos en bancales sobre la colina.

El exterior es de acceso libre y gratuito, sin embargo el interior del castillo está sujeto a horarios de mañana y tarde que conviene consultar en su página oficial.

Baños de bosque en las fragas gallegas

Fragas do Eume (Foto: Turismo de Galicia)

Si algo tenemos todavía en Galicia son grandes extensiones boscosas que nos permiten pasear en conexión íntima con la naturaleza. Es lo que se ha dado en llamar “baños de bosque”, que no es más que echarse la mochila al hombro y recorrer los tranquilos senderos que nos llevan por las mejores fragas de Galicia, donde encontraremos árboles autóctonos, tramos fluviales y hasta alguna que otra cascada.

Las más conocidas son las Fragas do Eume, uno de los seis parques naturales de Galicia, pero hay muchas donde perderse, como la Fraga da Marronda y Devesa Da Rogueira en O Courel, el Souto de Agüeira en Os Ancares, la Fraga de Catasós en Lalín, el Bidueiral de Montederramo en Ribeira Sacra o la pequeña Fraga de Cecebre próxima a la ciudad de A Coruña.

Balnearios al aire libre

Termas de Prexigueiro (Foto: Turismo de Galicia)

Tras haber pasado por mejores y peores tiempos, en la actualidad hay un auge del termalismo en Galicia, una de las zonas de Europa con mayor concentración de estas aguas, y se ha convertido en una opción turística más, perfecta para disfrutar en primavera.

Una de las termas gratuitas más conocidas y frecuentadas de Galicia son las Termas de Bande, unidas al importante complejo arqueológico romano Aquis Querquennis.

Otra buena opción son las Termas de Prexigueiro, próximas a la villa de Ribadavia en Ourense, donde se ofrecen masajes, circuitos termales al aire libre y tratamientos de belleza.

Es precisamente en Ourense donde encontramos numerosos centros de este tipo, como las Termas de Outariz, de estilo japonés, con piscinas exteriores y vistas privilegiadas al río Miño. Muy cerca, y gratuitas, las Burgas de Canedo, situadas también en un bello entorno natural. Las Termas da Chavasqueira, que sufrieron un grave incendio, disponen de abundantes pozas y son de las más frecuentadas por su cercanía con la ciudad de Ourense, que también dispone de un recinto termal, conocido como As Burgas, en pleno centro de la ciudad. 

Observación de aves durante la primavera gallega

Alondra en Limia (Foto: Turismo de Galicia)

De marzo en adelante, y durante toda la primavera, los mejores lugares para la observación ornitológica en Galicia se concentran en las zonas montañosasOs Ancares y los Montes de Cervantes, los de O Courel e incluso los bosques de ribera de las Fragas do Eume, son sitios privilegiados y de gran valor paisajístico donde disfrutar de la presencia de carboneros, herrerillos, petirrojos o pinzones.

Otras zonas de Galicia donde se puede presenciar el canto constante de las aves en cortejo son la Costa da Morte y el Parque Natural de Corrubedo. Este último dispone de varias rutas señalizadas para ver aves, algunas accesibles para personas de baja movilidad, y donde se encuentra el Centro de Interpretación del Ecosistema Litoral de Galicia (CIELGA), un sorprendente espacio donde descubrir la importancia de los humedales en el ecosistema y las curiosas “técnicas de navegación” usadas por las aves para orientarse al migrar.

La Serra do Suído, la Serra do Candán y las Brañas de Xestoso son otras ubicaciones que merecen la pena por la abundancia de aves. Los grandes valles a pie de río y cañones fluviales como el Cañón do Sil y el norte de la Ribeira Sacra, así como la Baixa Limia o la Terra Chá lucense son los primeros lugares donde ver a las golondrinas regresar de su temporada invernal, a los milanos negros a las lavanderas o a los aguiluchos, que se dejan ver por las zonas de matorral. 

En el Embalse de Abegondo-Cecebre en A Coruña comienzan a avistarse anátidas. La mejor manera de contemplar esta gran variedad de aves es acercarse a los observatorios ornitológicos de Piadela y Crendes, desde donde disfrutar de la presencia de estos animales y obtener inmejorables fotografías.

El sur de la comunidad, pero también las cercanas Ría de Ortigueira o la Lagoa de Valdoviño, Zona RAMSAR, son lugares muy apropiados para acudir al encuentro con las aves limícolas. Entre las aves que aquí encontraremos están las ánades reales, las gaviotas, los patos, los cuervos marinos, los halcones o las esbeltas garzas imperiales.

Visitas guiadas a la Isla de Sálvora

Isla de Sálvora (Foto: Turismo de Galicia)

Es una de las islas más desconocidas del Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia y, sin embargo, la que más valor histórico atesora. Perfecta para una excursión primaveral, la Illa de Sálvora tiene las visitas restringidas y sólo pueden acceder a ella 125 personas mediante visita guiada, aunquees posible llegar en barco privado con un permiso de navegación o en excursión organizada. 

También está permitido el acceso por libre, contratando el viaje con alguna de las navieras que llegan a la isla, aunque hay que saber que, en todo caso y para preservar el parque natural, la visita a la Isla de Sálvora se hace siempre en compañía de guías autorizados. 

Lo más recomendable al llegar a Sálvora es transitar por sus dos senderos oficiales, muy breves y sencillos, y no salirse de ellos. El primero de ellos, la Ruta do Faro, conduce hasta la nueva torre construida en 1921 tras el accidente del Santa Isabel. 

La segunda senda, la Ruta da aldea, acaba en una pequeña aldea abandonada que en la actualidad se está restaurandopara que dos de sus viviendas puedan ser visitadas y entender así el modo de vida de los antiguos colonos de la isla. Unas cuantas casas de piedra, un antiguo lavaderoun puñado de hórreos y una fuente, llamada de Santa Catalina, es lo que podemos encontrar en esta aldea, un conjunto encantador representativo del rural isleño. 

Es posible ver caballos salvajes trotando libremente por la isla, además de algún ciervo, consecuencia de las cacerías que organizaban sus propietarios hasta hace unas cuantas décadas. 

Son tres las playas que Sálvora atesora como verdaderas joyas naturales. Dos de ellas están resguardadas de las visitas y sólo se puede acceder a una: la magnífica Praia do Almacén, un paraíso de arena blanca y fina y aguas transparentes pero heladas.

Lo que hace especial esta playa son las edificaciones que la rodean, que son de reciente construcción: el Pazo de Sálvora o Pazo de Goyanes, la Capilla de Santa Catalina, vieja taberna de pescadores convertida en templo y una estatua de piedra que parece estar oteando el horizonte marino, la Sirena Mariña.

Para más información y normas de visita, consulta la página del Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia. 

Emma Sexto

Un Mundo Infinito

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