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Pementos Carmucha, un siglo de tradición familiar en Herbón y un producto único en Galicia

Esta empresa familiar de Padrón cuenta con una denominación de origen protegida y con un recorrido que comienza en la década de 1920
Carmucha Lago seleccionando los pimientos para vender.
Sara Gil
Carmucha Lago seleccionando los pimientos para vender.
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Aunque coloquialmente se les llama Pimientos de Padrón, realmente la Denominación de Origen Protegida es la de "Pementos de Herbón". El pimiento tiene que cumplir unas características para estar amparado por la denominación de origen. Entre ellas están que sea fruto de la especie "Capsicum annuum, L" procedente de la variedad Padrón. Además el pimiento tiene que tener un peso entre 3,5 a 4,5 gramos y una longitud entre 3,5 a 5,5 centímetros por unidad.

Esto lo saben al pie de la letra en Pementos Carmucha, una empresa familiar que lleva siguiendo la tradición de la producción y venta de pimientos desde hace más de un siglo y que, desde hace unos cuantos años, cuentan con la Denominación de Origen Protegida de Pementos de Herbón.

A pesar de que ya había empezado a vender pimientos con su abuela, María del Carmen Rivera -que cumple 105 años el próximo noviembre- fundó lo que es hoy Pementos Carmucha. La empresa está ahora regentada por su nieto, José Manuel Ferro, quien nos abre las puertas de su hogar para enseñarnos como se vive desde dentro la venta y producción de esta denominación de origen.

En una estancia de la casa familiar nos encontramos con Carmucha Lago, hija de la fundadora, mientras separa los pimientos que valen para vender y los que no. Lo hace de una forma tan rápida que casi no da tiempo ni a verlos con claridad, pero Carmucha es una experta ya que lleva toda una vida en este mundillo.

Mientras selecciona los pimientos que cumplen con los requisitos, Carmucha nos cuenta diferentes anécdotas que vivió su madre al principio de su carrera como pementeira. "Miña nai comezou o oficio coa miña avoa, que comezou coa miña visavoa", relata Carmucha. María del Carmen comenzó a vender con 8 años en Santiago de Compostela junto a su abuela Marica. Es decir, allá por 1924.

Pementos Carmucha, pimiento de Herbón con D.O.P (Sara Gil)

Carmucha nos cuenta cómo comenzó yendo a Vilagarcía de Arousa con una vecina de Herbón y después se dedicó a la venta en Pontevedra, donde dice tener muy buenos amigos. Ahora la podemos encontrar los sábados en el mercado de Bertamiráns y los domingos en el de Padrón.

Una vecina avisa a Carmucha desde la calle y de repente entra su hijo, José Manuel Ferro, quien dirige ahora la empresa y es la cara más visible de la marca.

Un pimiento con denominación de origen protegida

Hablamos con José Manuel Ferro sobre el hecho de que su pimiento sea Denominación de Origen Protegida, que tiene sus pros y sus contras. El dueño nos dice que cada año salen pimientos de Padrón más baratos, pero de dudosa procedencia. Estos pimientos, que suelen venir de Marruecos, Murcia e incluso Cambados, simplemente cuentan con ser de la variedad Padrón, lo que hace que los pimientos originales del lugar no se vendan tanto como deberían porque su precio es mayor.

Nos dice que además hay que hacer hincapié en que, a día de hoy, podemos encontrar pimientos de Padrón casi todo el año en el supermercado, cuando la cosecha se suele dar desde el mes de mayo a octubre, como mucho. Estos pimientos que están en venta todo el año son de regiones más calurosas donde el pimiento puede seguir brotando, cuando en Herbón ya hace mucho que llegó el frío.

"O bo da denomación de orixe? O reclamo que tén", sentencia Ferro. Herbón es una parroquia del concello de Padrón que cuenta con una población de 614 habitantes (según el INE en el año 2020). Fue en el Monasterio de San Francisco de Herbón donde se plantaron los primeros pimientos de Padrón, introducidos desde América. "Hai que decatarse de que aquí temos poucas explotacións, chegamos as 18.000 bolsas por ano", nos cuenta el regente de Pementos Carmucha.

Hablando del beneficio que sacan a raíz de la venta de los pimientos, Ferro nos explica que "o oitenta por centro das nosas ventas vai para hostelería". "O resto é sobre todo para tendas de estilo gourmet", añade.

Además, entre sus compradores nos encontramos con diferentes chefs de renombre. Es el caso, por ejemplo, del cocinero con 12 estrellas Michelín, Martín Berasategui, que cuenta con Pementos Carmucha para la elaboración de sus platos.

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Desde Pementos Carmucha se percataron de las oportunidades que ofrecía el mundo gourmet. Es por ello que comenzaron a abrir el abanico de posibilidades que tiene el pimiento de Herbón en el mercado. Y con esto, crearon diferentes productos como la confitura de pimiento y el pimentón verde, el único del mundo hecho a través de pimientos de Padrón. También cuenta con un queso con pimentón picante en colaboración con lácteos de Friol y vinagre de vino crianza con pimientos de Padrón en colaboración con vinagres do Ribeiro.

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Estos productos los podemos encontrar en su página web, en mercados y en diferentes tiendas gourmet repartidas por toda Galicia.

Plataforma por los productos gallegos

Ferro, la cara visible de Pementos Carmucha, echa en falta una plataforma en la que se prime a la gastronomía local y dónde los productos gallegos se den a conocer como deberían. Una plataforma para ayudar al rural gallego dónde comprar un queso de tetilla, unos pimientos de Padrón, un aguardiente o un licor café. Algo para potenciar todos esos productos porque, si no lo hacemos, se irán perdiendo.

"Non fan falta axudas, senón visibilidade para que os productos e as persoas que traballan no campo sigan a flote", sentencia Ferro. "Hai falta dunha política medioambiental e forestal onde se potencie o rural galego", señala. Según Ferro, no solo a nivel gallego, si no a nivel nacional. Para que esto funcione tiene que haber un rendimiento y que la empresa sea viable. Pero, si lo es, hay que impulsarla.

De repente interrumpe Carmucha, que seguía seleccionando los pimientos para vender. Asegura que un pimiento de Herbón ya se conoce por el olor, que se potencia al ponerse en la sartén en el momento que los freímos. "Os demáis non arrecenden, os de aquí si", remata. Además, nos da una ubicación donde comer los pimientos de Carmucha como debe de ser. Este lugar es Casa Dios, en Herbón, taberna que abrieron sus padres y que ahora regentan sus hermanos.

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