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Novias animadas y agendas casi completas, estas son las previsiones de bodas para el 2023

Muchas parejas ya están apurando para escoger fecha para el verano del 2023
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Los últimos años, con la pandemia del coronavirus, han sido especialmente difíciles para las parejas que estaban planeando sus grandes celebraciones de bodas. A pesar de que este 2022 se ha desarrollado ya prácticamente sin restricciones, muchos de los proveedores que trabajan en el sector de las celebraciones nupciales todavía echan de menos los números del año 2019.

Durante la pandemia cada vez fueron más las parejas que optaron por llevar a cabo sus nupcias ante un notario, que les pudieran aconsejar no solo en los beneficios jurídicos que puede tener un matrimonio, sino también en las medidas a tomar en caso de rupturas. En Galicia se llegó a batir un récord histórico con 571 enlaces celebrados de esta manera.

Para el próximo 2023, de todas formas, las parejas tienen otros planes y algunos de ellos ya están mostrando su impacto en la economía del sector. Algunos planificadores de eventos, como Silvia Lourido, del Consejo de Silvia, ya tienen la agenda parcialmente llena para las nupcias del verano del año que viene. "La gente se está apurando y reservando mucho antes de los previsto, nosotros tenemos la agenda al 60 % completa, y para los meses de verano ya no tenemos hueco", señaló la organizadora.

Todo ello es un contraste con lo que otros vendedores, como vanesa Laredo, de Pattukka en Pontevedra, ha visto. Patukka es una tienda especializada no solo en impresión de invitaciones sino también en accesorios y vestidos para invitadas y novias. "Este año nos dimos cuenta que la gente venía muy en el último minuto. A coger el vestido e incluso a enviar las invitaciones".

La vendedora espera que a partir de octubre y noviembre comience a haber más demanda para imprimir las tarjetas que indiquen las fechas de matrimonio el próximo 2023. "La mayoría de las personas esperan a las fiestas, Navidad y Año Nuevo, para empezar a repartir las invitaciones así que esperamos que la ola de trabajo nos llegue algo después".

Novias animadas y esperando grandes fiestas

Lo que nunca puede esperar es el vestido de novia, algo de lo que conoce todos los detalles Loli Calo, de Tul Novias en Boiro. La gerente del establecimiento lleva años trabajando con diseñadores y mostrándoles a las novias de Galicia las oportunidades de moda durante su día especial. Calo explica que cada vez son más las que llegan a su puerta buscando su vestido ideal. "Ya empiezan a llegarnos novias muy animadas para hacer su boda ideal. Tenemos citas concertadas para probar las nuevas colecciones", señala la vendedora.

Explica Calo que muchas se encuentran especialmente emocionadas por poder celebrar sus nupcias a lo grande. "Este año ya ha habido bodas sin restricciones, pero el que viene yo creo que la gente ya está buscando tener grandes fiestas. Quieren normalidad y de momento la estamos teniendo".

Aunque cada novia es diferente cada una llega con una idea en mente a la tienda. Tanto Calo como Laredo señalan que muchas no saben lo que quieren hasta que se prueban varias opciones. Algo que sorprende este año por ejemplo, a Laredo, es que muchas buscan tener un toque de color en su conjunto, aunque no sea en el vestido. "Últimamente estamos vendiendo bastante tacones de color rosa", comenta.

Inflación e inseguridades entorno al presupuesto

Con todo, el sector de las bodas no es ajeno a los problemas de inflación que pueden afectar a los presupuestos de los novios. Lourido señala que el presupuesto medio de una boda con unos 100 invitados es de alrededor de 35.000 euros, pero que pronto, los salones de eventos tendrán que ir subiendo paulatinamente los precios.

Algunos, como el pazo do Tambre, en Outes, se resisten a hacerlo,aunque comentan que en un futuro tendrán que hacerlo. "A nosotros un menú nos cuesta ahora hacerlo un 20% más que el año pasado, intentamos no hacerlo, pero le tenemos que pasar al precio final al menos un 10% del alza", señala Javier Hurtado, gerente del espacio.

La subida de precios también condiciona lo que gastas en invitaciones o incluso las opciones que tienes. En Pattukka lo comenzaron a notar estos últimos meses, especialmente cuando marcas de catálogo con las que trabajaban comenzaron a tener problemas para reponer el stock. "Hay muchas opciones de color o diseños que ya no tenemos, porque las empresas no lo imprimen. Intentas siempre guiar a las parejas hacia las opciones disponibles pero ahora ya no hay tantas como antes", comenta Laredo.

A pesar de todo, muchos consideran la recuperación de cara al próximo algo factible. Loli Calo por ejemplo espera que las ventas de los vestidos se recuperen al completo en el 2023, mientras que Hurtado pone su esperanza en las reservas para hacer las bodas en el Pazo. "Vamos poco a poco, ya hay gente llamando para reservar y estamos muy contentos como va la cosa. Este año solo pudimos llegar a un 85% en comparación con el 2019, pero yo creo que el año que viene podremos lograr los mismos beneficios".

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