Mujeres españolas que hicieron de su vida un viaje
El peregrinaje ha sido, a lo largo de los siglos, el único viaje permitido a las mujeres, que solían estar acompañadas de hombres en este tipo de andaduras. Aunque hubo algún caso aislado de mujeres que emprendieron aventuras en solitario, como la gallega Egeria, hasta los siglos XV y XVI no empezaron a salir a la luz perfiles de intrépidas mujeres viajeras, algunas anónimas u olvidadas que, con su tesón, no sólo han contribuido a escribir la historia del viaje tal como la conocemos, si no también a reivindicar el derecho de las mujeres a vivir su propia vida.
Egeria, la primera mujer viajera de la historia
En ocasiones nombrada como Sor Egeria, lo cierto es que Egeria, aunque profundamente religiosa, nunca fue monja, ya que en el s. IV aún no existía esa figura. Egeria, nacida en la Gallaecia romana, dejó su tierra natal hacia el año 381 y, durante tres largos años recorrió en solitario más de 5.000 kilómetros hasta alcanzar Tierra Santa.
Fue un peregrinaje en el que cruzó, a lomos de una mula, Italia, Constantinopla, Palestina, Egipto, Siria...Plasmó sus impresiones en el llamado Itinerarium Egeriae, un manuscrito hallado a finales del ochocientos en el que cuenta en detalle su viaje a través de la red viaria de las legiones romanas, que le sirvió de guía. Este manuscrito, el relato de viajes más antiguo que se conoce, estaba formado por el conjunto de cartas que Egeria enviaba a sus hermanas y gracias a él hoy conocemos las andanzas de esta gallega, la primera viajera de la historia.
Inés Suárez, conquistadora y militar
Nacida en Plasencia, Caceres, en 1507, contrajo matrimonio en 1526 con su primer marido, Juan de Málaga, que pronto partió a Panamá. Al no tener noticias de él en años, en 1537, con 30 años, se embarcó hacia las Indias en su busca, llegando primero a Venzuela y después a Perú.
Tras enterarse de su muerte, Inés decidió seguir con sus viajes y se alistó con la expedición de Pedro de Valdivia que se dirigía a conquistar Chile, siendo la primera española en pisar aquellas tierras. Tras su matrimonio con el capitán Rodrigo de Quiroga, llegó a ser gobernadora de Chile, pero no sólo eso, si no que también participó en la fundación de la ciudad de Santiago de Chile, llamada entonces Santiago de Nueva Extremadura, y fue clave en su defensa durante el asedio mapuche de 1541.
Inspirada por sus hazañas, la escritora peruana Isabel Allende escribió una de sus novelas más famosas: Inés del alma mía.
Mencía Calderón, “la Adelantada”
El s. XVI fue un siglo en el que abundaron las mujeres viajeras y emprendedoras, muchas de ellas contribuyendo a la colonización del recién descubierto Nuevo Mundo. Entre ellas estuvo la extremeña Mencía Calderón, nacida en Badajoz en 1514 y casada con Juan de Sanabria, a quien Carlos V había nombrado Adelantado del Río de la Plata para llevar una expedición a esta zona de Sudamérica.
Esta expedición estaba formada por más de cincuenta mujeres jóvenes y solteras, de familias hidalgas extremeñas, que deseaban contraer matrimonio en América y ayudar así, a la mezcla racial tan buscada por el Imperio Español en asquella zona. Cuando su marido falleció, Mencía tomó su relevo y se convirtió en la práctica en Adelantada, emprendiendo el viaje hacia Asunción, una odisea que tardó cinco años en lugar de los nueve meses que se habían previsto.
Durante estos años, Mencía lideró al grupo de mujeres, sentando las bases para la colonización del Nuevo Mundo, consiguiendo, al fin, su objetivo y siendo la cara visible femenina en esta etapa de la historia hispano-americana.
Isabel Barreto, la primera mujer almirante
Otra de las grandes viajeras gallegas, Isabel Barreto, nacida en Pontevedra en 1567, es considerada la primera mujer que ostentó el cargo de almirante en la historia de la navegación española. Hizo su primer viaje cuando era niña, con sus padres y a Perú, donde conoció a su marido, Álvaro de Mendaña, uno de los exploradores más importantes de la historia.
Con él se embarcó hacia las Islas Salomón, en una auténtica aventura marítima donde su marido fallece. Isabel logró llegar a las costas de Manila como comandante del barco, lo que la hizo ser nombrada almirante de los Mares del Sur. Fue una de las veinte mil mujeres españolas que participaron en el descubrimiento y colonización del Nuevo Mundo. Algunas viajaron solas, otras con sus maridos, logrando ser terratenientes, gobernadoras y luchando junto a los hombres en plena batalla.
Catalina de Erauso, la monja alférez
Nacida en San Sebastián en 1585 y conocida como la monja alférez, Catalina de Erauso fue ingresada en su infancia en un convento por sus padres, que consideraban que no era lo suficientemente agraciada para conseguir marido. A los 15 años, harta de la vida contemplativa, se viste con ropa de hombre y huye del convento con un nuevo nombre: Francisco de Loyola.
Nadie supo de su verdadera identidad hasta que, tras haber recorrido la costa oeste de Sudamérica y haber pasado por la cárcel por asesinatos y peleas, se confesó ante el obispo Agustín de Carvajal, admitiendo que era una mujer, por miedo a que volvieran a encarcelarla.
El obispo la envió a España, pero Catalina no renunció a su espíritu viajero y siguió viajando por Europa, llegando incluso a ser recibida por el Papa Urbano VIII.
Isabel Zendal, la gallega que cruzó el Atlántico para llevar la vacuna al Nuevo Mundo
Muy de actualidad en los últimos meses por poner nombre tanto al nuevo Hospital de Madrid como a la compañía que fabricará la vacuna Novavax en Porriño, Isabel Zendal fue la enfermera de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que llevó a todo el Imperio Español la vacuna de la viruela.
Esta natural de Ordes partió del puerto de A Coruña en 1803 a cargo de los 22 niños, entre ellos su propio hijo, que ejercían de probetas humanas llevando la vacuna de la viruela al Nuevo Mundo.
Se preveía que la expedición llegase sólo hasta Filipinas, pero acabó dando la vuelta al mundo, haciendo llegar la vacuna a las Islas Canarias, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, México, Filipinas, China… convirtiéndose en la primera expedición humanitaria de ámbito universal de la historia. Se estima que más de 500.000 personas fueron vacunadas directamente por la Expedición Balmis.
Emilia Serrano, viajera, escritora y periodista
En el siglo XIX encontramos también grandes viajeras como Emilia Serrano García, que nació en Granada en 1834. Debido a la condición de diplomático y afín a la reina regente de su padre, Emilia tuvo la oportunidad de vivir en París cuando era joven y viajar por toda Europa.
Tras casarse, enviudar y morir su hija, Emilia basó su vida en viajar y escribir. En 1865 se embarcó hacia Buenos Aires para conocer América y viajó desde Canadá a la Patagonia durante más de treinta años, estudiando la idiosincrasia de la cultura americana y profundizando en el estudio de la mujer, de la que hizo varias publicaciones en prensa europea.
Mientras se movía entre Europa y América iba publicando sus obras: Los pordioseros del frac, Del cielo a la tierra, Leyenda árabe o Las perlas del corazón son algunas de las más conocidas.
Sofía Casanova, la primera corresponsal en el extranjero
Nacida en Almeiras (Culleredo, A Coruña) en 1861, Sofía Casanova fue la primera corresponsal permanente en el extranjero de la historia de España, y se disputa con Carmen de Burgos (a continuación) el título de pionera en el periodismo de guerra nacional. Su infancia no fue fácil debido al abandono por parte de su padre. A los doce años se mudó a Madrid y desde entonces comenzó a escribir poesía.
Gracias a su talento se introduce en los círculos literarios de la corte de Alfonso XII, rey que incluso llega a costear la edición de su primer libro, titulado "Poesías". Es allí donde conoce a su futuro marido, el príncipe polaco Wincenty Lutoslawski, con quien se casa para instalarse en Drozdowo (Polonia). Años después se separa de él y vuelve a Madrid para trabajar en el diario ABC, pero durante una visita a sus hijas a Polonia estalla la Primera Guerra Mundial y Casanova comenzó a ejercer de corresponsal de guerra para ABC.
Esta coruñesa fue testigo de la invasión de Polonia, de la caída de los zares de Rusia y la Revolución Bolchevique. Años después, el inicio de la Segunda Guerra Mundial le pilla de nuevo en Polonia y vuelve a narrar el conflicto para el público español.
Carmen de Burgos, la primera periodista de guerra
Conocida en el mundo literario como Colombine, Carmen de Burgos y Seguí nació en Almería en 1867 y fue una periodista, escritora y feminista vinculada al viaje durante toda su vida.
Fue la primera periodista y reportera de guerra en España, traductora e inagotable defensora de los derechos de la mujer. De su obra escrita queda poco, ya que sus artículos y libros desaparecieron de librerías y bibliotecas tras su muerte por orden del régimen franquista.
Carmen dedicó su vida a viajar por Europa y América, donde estudiaba modelos docentes de otros países, además de ser un referente en la lucha por la igualdad de género. De Europa importó ideas modernas para la época como la legalización del divorcio, el derecho al voto de las mujeres o la objeción de conciencia.
Rosa María Calaf, periodista y viajera incansable
Llegamos al s. XX y a la figura de una de las grandes viajeras y periodistas españolas de todos los tiempos. Rosa María Calaf nació en Barcelona en 1945, empezó a viajar a temprana edad y estudió en Francia y Estados Unidos. Tras acabar Periodismo, comenzó a trabajar en Televisión Española en 1970 como corresponsal en destinos como Nueva York, Moscú, Buenos Aires, Roma, Viena, Hong Kong o Pekín.
Durante sus 37 años de experiencia profesional ha conocido y vivido en más de 160 países pero, tras su jubilación en 2009 no ha dejado de viajar, llegando a embarcarse en aventuras de más de tres meses de duración, ya que lleva el viaje impreso en su ADN.
Emma Sexto
