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Lorena Varela, la fotógrafa de moda y directora de arte gallega que crea poesía visual

Ofrecerá un Talent Lab de fotografía de moda en A Coruña este domingo 27 de noviembre y en esta entrevista nos cuenta qué significa para ella la fotografía, el arte y la importancia que tiene tanto el lado humano como el creativo en esta industria
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“Poesía visual para marcas de moda y almas frescas”, así reza la bio de su Instagram @lorenavarela__. Su nombre es Lorena Varela, tiene 28 años y es de Pontevedra. De profesión, fotógrafa, directora de arte y docente, también es una apasionada del mundo de la moda.

Esta pontevedresa impartirá un Talent Lab presencial en A Coruña este fin de semana que no es el primero que ofrece en la ciudad y que será el domingo 27 de 10:00 a 18:00 horas, además de la comunicación individualizada que los asistentes podrán tener con la artista vía online.

El editorial de moda es un mundo lleno de creatividad e historias que contar en donde todo importa: la parte humana, la narrativa, la inspiración, las poses de los modelos, la ropa, etc. Generalmente se trata de jugar con las prendas y sus proporciones, las siluetas, la mezcla de colores y, sobre todo y muy importante, con los encuadres y enfoques que proponga el fotógrafo/a o director/a de arte en cuestión.

En este caso, hablamos con Lorena Varela, quien desde muy joven supo que quería ser fotógrafa y la industria de la moda es una de sus grandes apuestas.

¿A quienes va dirigido y cuál es el objetivo principal de esta formación?

Pues la verdad es que mi idea desde el principio fue enseñar Fotografía de Moda a personas muy diferentes: tanto a aquellas que tuviesen una marca/empresa, como a los apasionados de la moda, las redes y la fotografía. Eso es lo importante, que les apasione el mundo de la imagen y tengan ganas de conocer más y entender el medio.

El objetivo principal es aprender y vivir la experiencia de realizar un editorial de moda desde la idea inicial (el concepto) hasta plasmar estas imágenes en una revista ficticia (o no) o en un catálogo impreso, para que se lleven un objeto final de esta experiencia. Hacer networking es también uno de los puntos fuertes del Talent Lab, siempre es enriquecedor conocer a personas que tienen los mismos intereses que tú.

Ya llevas varios años dedicándote a la fotografía profesional, ¿cómo empezó tu pasión por esta disciplina?

Esto comenzó cuando me regalaron mi primera cámara con 12 años, la llevaba al cole, hacía fotos en los recreos a mis amigos. Y así, poco a poco fui creciendo rodeada de imágenes. Pintar se me daba fatal, siempre perdía los concursos, así que la fotografía me hacía sentir que podía plasmar todo eso en lo que la pintura me limitaba. Después, a los 16 decidí hacer un curso de fotografía para principiantes y adentrarme un poco más en la técnica y la composición. Posteriormente, estudié en Barcelona y Madrid, y hasta hoy.

¿Por qué decidiste encaminar tu trayectoria hacia el mundo de la moda?

Pues la verdad es que no es que me hubiese planteado solo la moda y estancarme ahí, ya que adoro la fotografía documental y de autor y también es algo en lo que trabajo. Pero sí que es verdad que a la hora de pensar en un futuro laboral y probar diferentes sectores de la fotografía, la moda era un sector en el que me podía expresar, relacionarme y trabajar con un equipo de personas creativas, así como obtener beneficios económicos más o menos bien pagados, y esto quizás no pasaba en los otros sectores.

También eres directora de arte, ¿qué significado tiene este en tu vida?

Para mí va intrínseca una cosa con la otra: es decir, no entiendo la fotografía (sobretodo de moda) sin una dirección de arte al lado. Cuando pienso en crear una historia, el contexto y el set son elementos importantes que no se pueden dejar al azar así que… diría que la dirección de arte al igual que la fotografía son casi todo en mi vida. Sin estas dos cosas no podría desarrollar los proyectos que tengo en mente y no podría alcanzar mis sueños.

Los verdaderos apasionados de la moda la definimos como un arte en sí misma, ¿cuál es tu opinión al respecto?

Totalmente. De hecho, hay una ilustradora que conozco y me encanta “Pezones Revueltos” que se define a sí misma como Fashion Artist. Y es que es verdad. Al final la moda es un arte, cuando veo todas esas pasarelas increíbles, editoriales en revistas que me inspiran un montón, siento lo mismo que cuando voy a una exposición y veo esculturas o pinturas en el museo: siento que estoy viendo simplemente arte y lo siento tan natural que todavía no entiendo como no se considera un arte en sí mismo.

¿Para qué revistas, personalidades y celebrities has trabajado?

Vogue Rusia, Elle Spain, Metal Magazine, Neo2 Magazine, Vein Magazine, Sicky Magazine, Kaltblut Magazine, etc.

Y en cuanto a celebrities y personalidades: Aron Piper, Nathy Peluso, La Jedet, Amarna Miller, Pepe Solla, Euphemio Fernández, Couture Kulten, etc.

¿Podrías describirnos como es un día contigo en el trabajo? ¿Qué es lo que más disfrutas?

Lo que más disfruto es el brainstorming, es decir, ese momento en el que vas soltando ideas, buscando referencias, investigando un tema para hablar de él de manera visual y la búsqueda de un equipo creativo que encaje con el proyecto. Eso es lo que más disfruto, la verdad.

También me gustan los retos: cuando una marca o una empresa se ponen en contacto por primera vez conmigo y me proponen algo diferente a lo que estoy acostumbrada a ver, eso me gusta mucho, ya que me hace salir de mi zona de confort. Además, me divierte mucho conocer la marca desde dentro, saber qué hay detrás, por qué hacen lo que hacen, es decir: conocer a las personas. Al final mi trabajo tiene mucho de hacer pequeños vínculos con personas, tener feeling y las ideas vienen solas cuándo todo fluye.

En el año 2019, cuando todavía no era tan famosa, fotografiaste a Nathy Peluso para un editorial de Metal Magazine. Ahora tiene casi 5 millones de seguidores en Instagram, ¿qué sientes cuándo tu trabajo forma parte de jóvenes talentos en el mundo del arte (o de la moda)?

Estoy muy feliz de haber descubierto y trabajado con una artista como Nathy Peluso. No sólo por lo que es ahora sino por lo que a mí me transmitía ya en sus primeros vídeos. Cuando trabajé en Metal me acuerdo que tenía que proponer diferentes artistas y, después, la editorial in chief decidía quien sí y quien no. Me acuerdo que con Nathy fue un sí rotundo. Para mi ya tenía esa magia de artista súper top y sabía que acabaría triunfando un montón, sentí como un pálpito de que así sería.

También has realizado residencias artísticas de fotografía de moda que, en este caso, han durado un fin de semana, ¿en qué consisten? ¿Tienes pensado hacer más?

Me gustó mucho crear la Residencia Artística de un fin de semana porque pudimos ampliar conocimientos, me dio tiempo a enseñar muchas más referencias, a hablar de redes también, a conocer mejor a los alumnos y alumnas y a darles el feedback in situ. Además, desayunamos, comimos y cenamos juntos y eso generaba una conversación más distendida donde nos abrimos más a conocernos entre nosotros y ampliar conocimientos en el mundo del arte en general. Fue muy enriquecedor, incluso para mí.

¡Sí! En 2023 habrá otra edición seguro, ¡incluso más!

¿Algún nuevo proyecto entre manos o de cara al futuro?

Sí, claro, pero… ¡Top secret, por ahora!

Por último, ¿qué le dirías a alguien que quiere adentrarse en el mundo de la fotografía de moda? Además de acudir a tu Talent Lab, claro

Le diría que es un mundo increíble, muy bonito y donde te sientes inspirado a diario y agradecido de trabajar en él. Pero, a la vez, también considero que hay que saber vivir un poco en una montaña rusa de emociones. Aunque si somos conscientes de esto y aprovechamos los momentos en los que nos sentimos más fuertes y también los momentos donde nos caemos para seguir creando, nuestra inspiración y nuestra fotografía no tendrá límites. Lo importante es no parar, no decaer, seguir y seguir y confiar, tener visión y tener fe en lo que hacemos.

Le diría, además, que la curiosidad es la clave en este trabajo: admirar el curro de otros, ir a exposiciones, museos, ver revistas, libros de fotografía, nutrirnos de otros medios, expresarnos de diferentes formas y no poner límites a nuestro trabajo.

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