Las nueve joyas botánicas que esconde la comarca do Salnés en Galicia
Por el enorme patrimonio natural que atesora, la comarca do Salnés conforma un auténtico paraíso de joyas botánicas al sur de Galicia. De hecho, este rincón en las Rías Baixas suma más de una treintena de árboles monumentales a sus registros y varios ejemplares incluidos dentro del Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia. Más allá de los tesoros individuales repartidos por las diferentes localidades, la comarca también suma a su inventario hasta tres vergeles distinguidos como Jardines de Excelencia Internacional, entre ellos el Pazo de Rubiáns, el Pazo de Quinteiro da Cruz y el Pazo da Saleta. En esta breve guía descubrimos nueve joyas botánicas que destacan ya sea por su valor histórico, su importancia científica o simplemente por su gran singularidad.
Pazo de Rubiáns (Vilagarcía de Arousa)
En Vilagarcía de Arousa, el Pazo de Rubiáns esconde uno de los vergeles históricos más importantes de Galicia, declarado Jardín de Excelencia Internacional. La propiedad suma más de 4.500 ejemplares de Camelias ―de hecho forma parte de la conocida Ruta de la Camelia― y un sinfín de especies botánicas que destacan tanto por su belleza como por su singularidad. Entre los ejemplares más especiales del espacio encontramos el primer alcanforero que llegó a territorio europeo desde Borneo a principios del siglo XIX y varios eucaliptos centenarios incluidos dentro de Catálogo Galego de Árbores Senlleiras. Los exteriores del Pazo de Rubiáns también destacan por sus viñedos, un laberinto de estilo francés, el estanque de las ranas y un gran número de especies como alcornoques, calocedros, magnolios y fresnos entre otros.
Jardín Botánico Enrique Valdés Bermejo (Vilagarcía)
Conocido de manera popular como Parque do Castriño, este singular bosque semiurbano situado a la entrada de Vilagarcía de Arousa hunde sus raíces en los años treinta del siglo XX. En aquella época los Duques de Terranova decidieron ocupar su propiedad con multitud de variedades exóticas traídas desde todos los puntos del mundo por vía marítima. El Jardín botánico Enrique Valdés Bermejo se extiende a los largo de 12 hectáreas de superficie y debe su actual nombre a un farmacéutico y botánico asturiano que se afincó en la localidad arousana durante décadas. Cabe destacar que algunos de los ejemplares de mayor porte del vergel se encuentran registrados como únicos por el Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán.
Jardín de Artime (Vilagarcía)
Entre la playa de Compostela y la vía del tren en Vilagarcía de Arousa, en la Avenida de Rosalía de Castro, se localiza el jardín de Artime, uno de los jardines botánicos privados más importantes de Galicia. La propiedad en cuestión no sólo conforma un espacio arbolado de lo más singular, sino que entre sus límites también se conservan los cimientos de la primera industria de la localidad arousana, una fábrica de curtidos creada en el año 1794 por el asturiano Ramón Pérez Santamaría. En los exteriores de la finca destaca asimismo un taxodio (más conocido como ciprés calvo) incluido dentro del Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia. Este ejemplar es uno de los de mayores dimensiones de la geografía española, con un tronco que alcanza los 6,4 metros de perímetro. Entre otras variedades, en el jardín de Artime también se pueden divisar hasta una treintena de palmeras de diferentes especies.
Pino manso de Baión (Vilanova de Arousa)
Vilanova de Arousa alberga en su territorio el pino manso (pinus pinea) de mayor porte del mundo. El ejemplar se encuentra situado en la parroquia de Baión, en una parcela que pertenece al conocido como Pazo do Cabido. Además, este pino histórico fue incorporado dentro del Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia en el año 2017. El árbol fue plantado alrededor de 1720, sumando más de 3 siglos de vida en la comarca do Salnés. Según datos recogidos en el 2014, el ejemplar alcanzaba por aquel entonces los 25 metros de tamaño.
Pazo da Saleta (Meis)
El Pazo da Saleta en Meis es otro de los jardines de Excelencia Internacional de la comarca do Salnés, cuya historia se remonta al siglo XVIII. En el año 1968 la histórica propiedad fue adquirida por el matrimonio británico formado por Margaret y Robert Gimson, quienes decidieron confeccionar un majestuosos vergel de estilo inglés diseñado por la arquitecta paisajística Brenda Colvin. Cabe destacar que el Comité Español del Programa Hombre y la Biosfera de la Unesco lo catalogó como "uno de los jardines privados más importantes de España", aunque puede ser visitado de forma guiada entre los meses de febrero y marzo. La colección botánica del Pazo da Saleta incluye tanto ejemplares autóctonos como otros llegados desde todos los rincones del mundo. Nueva Zelanda, Australida, Estados Unidos, Sudáfrica, Asia… una lista interminable entre variedades arbóreas, plantas y flores. Robles, alcornoques, mirtáceas australianias rododendros, azales o ericáceas sudamericanas pueden verse repartidos por la superficie de la finca. En su conjunto, el jardín suma más de 500 géneros de plantas de 130 familias diferentes, siendo la Camellia una de las especies más representativas.
Pazo Quinteiro da Cruz (Ribadumia)
En Ribadumia, el Pazo Quinteiro da Cruz es el último Jardín de Excelencia Internacional que encontramos en la comarca do Salnés, un lugar que entremezcla pedacitos de historia, cultura vitivinícola y botánica. Lo cierto es que los exteriores de esta histórica edificación fueron diseñados ya a finales del siglo XIX por el paisajista francés Dorgambide, sumando en la actualidad más de 250 géneros de plantas procedentes de los cinco continentes. Cabe destacar que el Pazo Quinteiro da Cruz dedica una gran parte de su superficie a la plantación del té y la uva albariño, que destinan más tarde a la elaboración de su propio vino y cosmética natural. En las siete hectáreas de jardín botánico sus visitantes podrán encontrar una multitud de camelias, con cerca de 5.000 ejemplares de la misma o especies exóticas como la araucaria brasiliensis, cedrus atlantica, robinia pseudoacacia o la magnolia grandiflora entre otras. De hecho, la carreiro de Buxos del pazo fue aprobada dentro de la catalogación de árbores senlleiras de Galicia en 2019.
Carreira de eucaliptos (Ribadumia)
El Pazo de Barrantes, en Ribadumia, hunde sus raíces en el siglo XVI. Esta casa solariega fue construida para uso como vivienda familiar de los condes de Creixell. En la entrada a la propiedad nos encontramos con una plantación de eucaliptos que forman parte del proyecto de ajardinamiento original del pazo del último cuarto del siglo XIX. Esta carrera de eucaliptos se encuentra incluida dentro del Catálogo de Árbores Senlleiras gallegasdebido a la singularidad compositiva de estos ejemplares cuya localización natural se sitúa en el sureste de Australia y Tasmania. Los eucaliptos del Pazo de Barrantes suman más de un siglo de vida y sus portes oscilan entre los 32 y 44 metros de altura.
Araucarias de Cambados
En la zona histórica de Cambados, en el entorno de la plaza da Leña, también encontramos un conjunto de aracuarias incluidas dentro de la catalogación de árbores senlleiras de Galicia. Los ejemplares se localizan en el jardín privado de una vivienda conocida de forma popular como la Casa da Francesa, propiedad de María Dolorès del Valle Béchade ―también llamada la "La francesa"―, nombrada hija adoptiva de Cambados en el año 2020. Dichas aracuarias tiene más de 100 años de vida y su porte supera los 30 metros de altura.
Figueira do Meco (O Grove)
En O Grove se localiza un ejemplar cuya antigüedad se remonta, por lo menos, al siglo XVII, pues ya aparecen referencias de ella en un escrito del Padre Sarmiento de la época. Hablamos de la conocida como "Figueira do Meco", ubicada en el Monte Siradella y escenario del crimen que dio lugar al famoso apodo grovense. Un dato curioso sobre esta especie catalogada como Árbore Senlleira de Galicia es que en el año 2017 se puso en marcha un proyecto de clonación del ejemplar para garantizar su supervivencia en el tiempo. De hecho, los tres nuevos árboles obtenidos se plantaron en las cercanías del monte, uno de ellos en la propia Siradella y los otros dos en O Corgo.
