La nueva normalidad del ocio nocturno en A Coruña: Precios altos y largas colas
Salir de fiesta por A Coruña cada vez se hace más complicado. A las largas colas que se forman en la puerta de los locales de ocio, ahora hay que añadir el elevado coste de la entrada, que en la mayoría de casos solo incluye una consumición.
Los jóvenes ya se han manifestado a través de redes sociales sobre este problema generalizado, que también afecta a otras localidades gallegas como Santiago de Compostela. Algunos hablan de "excesivos precios", otros de "atraco semanal", pero todos coinciden en que el coste de las entradas es superior al de antes de la pandemia. De hecho, en la Calle Orzán de A Coruña, algunos locales han comenzado a cobrar acceso, cuando en 2020, este era totalmente gratuito.
Rango de precios
Los Cantones Village es una de las zonas preferidas por los coruñeses para salir de fiesta. Allí se suelen concentrar miles de personas durante la noche. No obstante, para acceder a este establecimiento es importante llevar dinero.
Normalmente la entrada de Pelícano ronda los 15 euros con una consumición (a elegir entre un combinado o dos cervezas), mientras que la de pubs como el My By Dux cuesta entre 10 y 15 euros. Sin embargo, hay locales como el Amura o el Brit que son gratuitos, pero para entrar se forman largas colas.
Respecto a la calle Orzán, tanto en el pub Grietax como en el Lolita cobran entrada, que oscila entre los 10 y los 15 euros con dos consumiciones. Además, en los alrededores del estadio de Riazor, el acceso a la discoteca Moom cuesta 10 euros por persona.
Reservados
Ante la falta de espacio y los elevados precios de las entradas, muchas personas han elegido coger un reservado. En comparación con la entrada habitual sale más rentable y no se esperan colas.
Los precios rondan entre 50 y 60 euros por botella, aunque es necesario coger una botella cada tres personas. Por lo tanto, un grupo de nueve debería pagar 16,60 por persona, un precio bastante asequible. Este factor ha propiciado que los reservados se encuentren muy demandados y que incluso, en algunos establecimientos, haga falta reservar con dos o tres semanas de antelación.
