El Español
Treintayseis
Vivir
|
GastroGalicia

La IGP Vaca Gallega-Buey obtiene su registro definitivo en la Unión Europea

La obtención de este registro como IGP supone "el máximo reconocimiento como sello de calidad y protección", según ha señalado el presidente del Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia, Jesús González
Buey gallego.
Consejo Regular IGP Vaca Gallega – Buey Gallego
Buey gallego.
Ofrecido por:

El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado este jueves el Reglamento por el que se inscribe de forma definitiva la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vaca Gallega - Buey Gallego en el Registro Comunitario de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas.

La obtención de este registro como IGP supone "el máximo reconocimiento como sello de calidad, de protección y del fomento de la calidad de nuestra carne de vaca y de buey, así como nuevas oportunidades en el mercado", ha señalado el presidente del Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia, Jesús González.

La IGP Vaca Gallega-Buey Gallego echó a andar con una protección nacional transitoria en julio de 2017, con las primeras inscripciones de explotaciones ganaderas y de los animales, cuyo proceso de engorde y acabado final dura como mínimo seis meses. Siete meses después, el 9 de febrero de 2018, el Consejo Regulador llevó a cabo las primeras certificaciones de canales en tres industrias cárnicas gallegas.

A lo largo de estos años, la IGP cuenta con 1.194 explotaciones ganaderas y 40 industrias y comerciales cárnicas inscritas. El número de reses inscritas es de 25.773, de las cuales 1.276 son bueyes y 24.497 vacas, y, hasta este momento, se llevan certificadas 2.250 canales, de las cuales 2.127 corresponden a Vaca Gallega y 123 a Buey Gallego, que supusieron 955.425 kg de carne comercializada bajo el amparo de la Denominación, con un valor aproximado en primera venta por encima de los cinco millones de euros.

Un indicativo de referencia para el vacuno gallego

La IGP Vaca Gallega-Buey Gallego abarca la totalidad del territorio gallego. Los animales deben nacer, criarse, engordarse, sacrificarse y desguazarse en Galicia, con el objetivo de preservar su especificidad y controlar las condiciones de obtención y faenado del producto. En el caso de los bueyes, tienen que superar los 48 meses de edad al sacrificio.

La carne amparada procede de las principales razas existentes en nuestra Comunidad, sobre todo la Rubia Gallega y las Morenas Gallegas (Cachena, Caldelana, Frieiresa, Limiana y Vianesa), y también la Asturiana de los Valles, la Limusina, la Rubia de Aquitania, la Frisona y la Pardo Alpina, así como sus cruces.

En la alimentación y manejo se siguen las prácticas tradicionales en Galicia, apostando por el pastoreo y el uso de forrajes conservados como el silo y la hierba seca, complementados con harina de cereales, patatas, nabos y concentrados, en el caso de ser necesarios para lograr un bueno engorde final.

Vivir