Izal conquista el Coliseum de A Coruña en un multitudinario concierto de despedida
Ocho mil personas se dieron cita en el concierto que Izal ofreció en el Coliseum de A Coruña. Muchas eran las razones que convertían esta cita en un evento especial. La banda madrileña anunciaba el pasado mes de febrero su disolución convirtiendo esta gira en una gira de despedida.
Pero no todas las despedidas tienen que ser tristes y el propio Mikel Izal anunciaba en lo alto del escenario que el único objetivo que tienen en los conciertos que les quedan por delante es "divertirse y hacer disfrutar a la gente".
A ello hay que unir la sequía de este tipo de espectáculos que provocó la pandemia. El Coliseum explotó de alegría desde el primer acorde dejando claro que sería una noche para el recuerdo. Por el camino sonaron pronto algunos de los clásicos de la banda como Copacabana.
El líder de la banda se encargó de disipar la gran duda con la que muchos acudían al Coliseum. "Tocaremos temas de Hogar, nuestro último disco, pero por supuesto que habrá hueco para los temas más emblemáticos". Pequeña gran revolución despertó los sentimientos de todos los presentes y fue sin duda uno de los temas más cantados.
El ambiente no podía ser mejor. Con la pista completamente llena y buena parte de las butacas ocupadas, el público coruñés saltó y bailó bajo los acordes de todas sus canciones. Tras hora y media de concierto, la banda iba anunciando el fin del mismo. Mikel agradeció la presencia de todo el público de A Coruña y desveló que entre el público se encontraba su propio padre. Nadie se quiso perder una noche que contaba con alguna sorpresa al final del espectáculo.
Tras abandonar el escenario, el grupo regresó, pero lo hizo de manera muy original. Los cinco miembros accedieron a la pista y tocaron una versión de Qué bien que hizo las delicias de la gente. Los artistas tocaban y cantaban mientras recibían los abrazos de un público alucinado y encantado de tener tan cerca a sus ídolos.
Fue el preámbulo de La mujer de verde, tema que Mikel Izal dedicó a todos los sanitarios y sanitarias del país por el espectacular trabajo realizado durante la pandemia. Es el tema estrella de una banda que disfrutó tanto o más que un público que abandonó el Coliseum con una sonrisa de oreja a oreja tras ver por última vez en la ciudad herculina a Izal.
