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El Feudo: un histórico de la hostelería coruñesa que cumple 22 años en Panaderas

Hablamos con Pinu y Ferre, propietario y uno de los fundadores de este popular establecimiento de Panaderas que mañana celebra su aniversario con una gran fiesta
Pini, en el Feudo.
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Pini, en el Feudo.
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Hace 22 años en Panaderas apenas había bares. Fue por iniciativa de Ferre, Meju, Marcote y Ángel, todos ellos trabajadores de otros locales de ocio como el Tranvía o el Expreso, que esta zona dejase de estar en tierra de nadie. Los cuatro abrieron el Feudo, que ahora regenta Pinu, que comenzó a trabajar en el establecimiento hace 20 años.

Mañana celebran su fiesta de aniversario. Habrá actuaciones musicales, como la de Bis a Bis o The Incidents, también un monólogo de Santy Dez y sorteos de entradas para el museo Mega de Estrella Galicia y una camiseta del Dépor. También habrá coctelería especial y picoteo. Todo ello a partir de las 20.30 horas. Seguro que por este local de Panaderas pasan muchos de los clientes que han crecido con él durante estos 22 años.

La calle ha cambiado, y ahora hay muchos más locales similares. Pero el Feudo, lejos hacer radicales reformas, ha mantenido la esencia con la que abrió. Un rincón del medievo en pleno centro de la ciudad que ha llamado la atención de muchos turistas y ha figurado en guías de viajes de repercusión internacional.

Hablamos con José Manuel Ferreiro, más conocido como Ferre, uno de los fundadores y con Jesús Fernández, conocido como Pinu, el actual propietario. Ellos nos desgranan los grandes momentos de este establecimiento, sus clientes más destacados y otras curiosidades y anécdotas.

Un bar para todos los gustos y edades

¿De dónde viene el nombre?

Ferre: Fue cosa de la decoradora, que nos dio varias opciones. Valoramos lo de Feudo, y así quedó.

Pinu: Hace 22 años no había un sitio como este. Vienen muchos turistas y alucinan por la decoración y el ambiente.

¿Mantiene la misma esencia?

Pinu: Ha habido cosas que hemos cambiado. Ha habido alguna obra, pero sí que es la misma idea que cuando se abrió. Son 22 años y se van renovando cosas. También los clientes. Hay alguno que era un niño y ha terminado trabajando aquí.

"Son 22 años y se van renovando cosas. También los clientes. Hay alguno que era un niño y ha terminado trabajando aquí"

Pinu

¿Nació como cafetería o estaba orientado a las copas?

Ferre: Todos los que lo abrimos veníamos de locales de la zona. Se reunía aquí mucha gente de esos sitios, procedentes de la hostelería nocturna. Por la mañana también teníamos mucha gente, cuando estaba Turismo aquí al lado. Pese a estar fuera de zona y ser un local muy temático, conseguimos tener un buen arranque, tanto de mañana como de noche.

Después también tuvo mucho tirón por el fútbol playa. Prácticamente todos los equipos de la ciudad y sus alrededores venían aquí los fines de semana a tomar algo y reunirse después de las jornadas. También hubo una época en la que la gente venía a jugar a juegos de mesa por las tardes, pero eso se fue perdiendo.

¿Qué gente se juntaba aquí?

Ferre: Venía mucha gente que se acabó juntando o haciéndose amigos aquí. También venía mucha gente de otras zonas de la provincia, pero eso se fue perdiendo.

¿Cómo ha evolucionado el Feudo?

Ferre: Creo que este local mantiene un estilo que ya no queda. La mayoría se han ido modernizando, cerrando o reformándose por completo. Nosotros mantenemos una esencia que viene desde el inicio, y eso nos ha ayudado a fidelizar a la clientela. Por ejemplo, los viernes por la tarde vienen muchos clientes que ahora tienen hijos a tomar un par de cervezas mientras los niños juegan por aquí.

¿Qué rango de edad tiene el público del Feudo?

Pinu: Viene gente joven, pero también mucha gente mayor. De 20 a 60 años, diría. Depende de la hora del día. Lo normal es que sea de 25 a 45, pero siempre puede ver un grupo de personas más mayores que vienen a tomar una copa después de cenar.

¿Os vienen a la memoria anécdotas y grandes momentos de estos 22 años?

Ferre: El día que se abrió se picó una tubería a una hora de la inauguración. Se quiso colgar una campana en la pared y empezó a salir agua a chorros. Llegaba hasta el otro lado del local. La solución fue llamar a un amigo soldador, retrasar la hora de apertura y colocar un corcho de Cardhu sobre el agujero.

Los aniversarios siempre estuvieron muy bien, con mucho ambiente. También paraban aquí Valerón, Manuel Pablo o Tristán antes de los partidos, cuando se concentraban en el Atlántico. Tomaban aquí unos cafés y se iban a la habitación. Siempre fuimos un local que no generó problemas, gracias en parte a nuestros horarios.

"El día que se abrió se picó una tubería a una hora de la inauguración. Se quiso colgar una campana en la pared y empezó a salir agua a chorros"

Ferre

¿En fin de año se genera mucho ambiente?

Ferre: Mucho. Viene un montón de gente. No cobramos entradas y tampoco subimos el precio de las copas. Ofrecemos bonos con consumiciones.

Pinu: De hecho, esta semana vinieron unas chicas a preguntar por los bonos y la fiesta de fin de año. Vinieron de rebote el año pasado y se lo pasaron tan bien que quieren repetir.

¿Hay muchas reuniones de amigos aquí?

Ferre: Muchas, sobre todo en Nochebuena. Ese día damos jamón y se brinda con champán. Al principio, cuando nadie abría esa noche, nosotros sí lo hacíamos. El Tranvía y nosotros fuimos pioneros. Ahora ya lo hacen muchos más sitios.

Pinu: Había mucha gente que bajaba y veía ambiente y se quedaba porque no había ningún sitio abierto. También hay muchos cumpleaños. Prácticamente tenemos uno a la semana. Se me han llegado a juntar tres cumpleaños la misma noche. Incluso me vino un chico a preguntar para este sábado. Ya le dije que era imposible.

¿Cómo os veis de aquí a unos años?

Pinu: Esperamos seguir en la misma línea, y cuantos más años, mejor. Hay locales que, por mucho que cambie la ciudad, siguen ahí. Lo importante es que no pierda la esencia.

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