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El dolor de regla, la consulta ginecológica más frecuente de las mujeres gallegas jóvenes

Es un dolor "común" que tiene tratamiento, asegura María Veiga, médica adjunta de Ginecología del Área Sanitaria de A Coruña y Cee
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La pasada semana entró en vigor la norma que permitirá pedir bajas laborales por menstruaciones dolorosas en España. Se trata de una modificación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo que contemplará este supuesto, e incluirá así a las mujeres que padecen este dolor, que es "común" y puede tratarse, asegura María Veiga, médica adjunta de Ginecología del Área Sanitaria de A Coruña y Cee.

La dismenorrea o regla dolorosa es "un dolor abdominal y en el bajo vientre que se asocia a la llegada de la menstruación y aparece prácticamente en todos los ciclos", apunta la doctora.

Clásicamente se habla de dos tipos de dismenorrea, una "primaria", que es la que sufren aquellas pacientes que "no tienen ninguna causa orgánica que produzca ese dolor"; y una "secundaria", que serían esos casos "en los que el dolor viene asociado a otro problema".

La más habitual es la primera, apunta Veiga, y se padece habitualmente en la juventud. "Normalmente se da al inicio de la menstruación, con la las primeras reglas. A lo mejor las primeras reglas no son dolorosas, pero en un periodo de uno o dos años empiezan a tener dolor. Es el cuadro más más frecuente", explica.

En ese sentido, subraya que es un dolor "común", siendo "la causa más frecuente de consulta en mujeres jóvenes de entre 15 y 18 años".

No obstante, la doctora destaca que mucha gente "no consulta a su médico porque presupone que es normal y lo pasa mal sin tratarlo", por lo que subraya la necesidad de divulgar que el dolor de regla "puede tratarse".

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la dismenorrea se realiza "hablando con la paciente". "Es sencillo de diagnosticar, son pacientes que llegan con dolor que comienza habitualmente uno o dos días antes de la regla en el bajo vientre y a ambos lados, también en la zona lumbar", explica. Además el cuadro también puede incluir "malestar general, náuseas, vómitos o diarrea".

En estos casos, lo más frecuente es que se trate de una dismenorrea primaria, apunta, en cuyo caso existen varios tratamientos. "El más conocido, y el que solemos dar de entrada, es una pauta con antiinflamatorios, porque el dolor se debe a un proceso inflamatorio producido por la segregación de algunas hormonas, como las prostaglandinas".

No obstante, este tratamiento con antiinflamatorios "hay que saber cómo hacerlo".

En ese sentido detalla que deben tomarse en cuanto se note "un mínimo de dolor" y continuarlo durante dos o tres días de forma pautada, es decir, no esperar a tomarlo cuando se tenga el dolor si no, en vez de eso, tomarlos cada seis u ocho horas -según se prescriban- durante esos días. "Si me tomo un ibuprofeno suelto no solucionamos el problema", matiza.

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Otra alternativa para esa dismenorrea primaria sería "pautar un anticonceptivo que trata el problema a otro nivel y soluciona los síntomas".

En cualquier caso, "la alarma" se debe activar únicamente en caso de que ninguno de estos dos tratamientos resulte efectivo en el alivio de la sintomatología: "Ahí es donde a lo mejor tenemos que descartar otras causas", señala. Otro "motivo de alarma" es cuando el dolor aparece de repente en la edad adulta.

"La dismenorrea con 40 años es más infrecuente"

Entre esas otras causas, que podrían generar una dismenorrea secundaria, se encuentran la endometriosis, los miomas, o la adenomiosis. Si bien "hay muchas más causas ginecológicas que pueden producir dolor con la menstruación, hay que ver cada caso", recuerda Veiga.

En todos esos casos es necesario "realizar una exploración y una ecografía y descartar otros motivos que produzcan ese cuadro de dolor y precisen un tratamiento diferente".

La doctora explica que este tipo de dismenorrea suele ser más frecuente en pacientes adultas, por lo que si se detecta un dolor asociado a la menstruación que no era habitual, es recomendable consultar con el médico/a de cabecera. "Que aparezca dismenorrea con 40 años es más infrecuente", destaca.

"No hay que vivir con dolor"

En cualquier caso, la doctora apunta que la dismenorrea "se puede tratar y no hay que vivir con dolor, porque eso altera la calidad de vida y produce absentismo laboral, escolar...", relata.

Respecto a otros factores de riesgo que puedan influir en el dolor menstrual, Veiga explica que "no está muy estudiado", si bien existen algunas investigaciones que señalan que factores como el estrés, el tabaco, la obesidad, el sedentarismo o la mala alimentación podrían estar detrás de algunos cuadros.

En cuanto a las bajas por reglas dolorosas, la doctora considera que puede ser una medida a la que se acojan pacientes con dolencias como la endometriosis, "que tienen una afectación importante en su calidad de vida".

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