Diez vinos tintos gallegos con los que sorprender estas Navidades
Los vinos gallegos eran hasta hace unos años sinónimo de vino blanco, gracias a la calidad y popularidad de las denominaciones de origen Rías Baixas (Albariño) y Ribeiro. En este siglo Galicia ha seguido logrando niveles de excelencia cada vez mayores en los blancos, pero la revolución ha llegado a sus vinos tintos, gracias a nuevas ideas en la viticultura local y a la recuperación de viejas cepas y variedades de uva que se creían extinguidas en Galicia. El resultado es que las D.O. Ribeira Sacra, Monterrey y Valdeorras son crecientemente pujantes, y cada vez experimentan con más uvas tintas aparte de la tradicional Mencía, que suele ser la base de la gran mayoría de sus vinos. Además, las cuatro Indicaciones Geográficas Protegidas (Val do Miño-Ourense, Betanzos, Terra de Barbanza e Iria y Ribeiras do Morrazo) que tiene hasta ahora Galicia están elaborando vinos cada vez más apreciados.
Si estas Navidades quieres apostar por Galicia y sorprender a tu familia con algo diferente, un vino tinto gallego puede ser una muy buena opción. Aunque a los mayores de la casa es difícil sacarles del Rioja o el Ribera del Duero, las nuevas generaciones apuestan cada vez más por saborear cosas nuevas, sobre todo si se hacen en nuestra tierra. Estas son algunas de las recomendaciones que nos han dado expertos en la materia.
Los frutos de la viticultura heroica
Tener viñedos en la Riberia Sacra es a veces tan difícil que se considera "viticultura heroica", en referencia a las dificultades del terreno, que habitualmente cuenta con una pendiente de más del 30%. En esos cañones y desfiladeros surcados por el Sil y el Miño crecen las uvas de la denominación de origen Ribeira Sacra.
Desde La Tienda de Lino, una de las tiendas delicatessen más conocidas de A Coruña, su gerente Sebastian Pierre Pazos se inclina por Tolo do Xisto, de Quiroga, en la parte alta y lucense de la D.O. Ribeira Sacra. El gerente de la tienda asegura que "si un día se llega a casar será el vino de su boda", y explica que la clave de este vino es el suelo de pizarra (Xisto en gallego): "Precisamente este suelo de pizarra le aporta una peculiaridad mineral que lo hace único". Proviene de viñas 100% Mencia de entre 40 y 80 años. Cuesta 18 euros.
Dentro de esa misma D.O., Judit Cabana, responsable de El Vino del Mes, recomienda "Adamare", un vino con una llamativa etiqueta con un corazón apuñalado que cueta 17,30 euros: "Es super complicado elegir un solo vino con la de propuestas increíbles y potentes que tenemos actualmente en el panorama gallego, con muchas elaboradoras y elaboradores apostando por hacer las cosas de un modo diferente y responsable. Personalmente me gusta muchísimo Adamare; un proyecto de tres chicos tan jóvenes como apasionados que están muy comprometidos con nuestra tierra y que sin ninguna duda van a dar mucho que hablar en los próximos años. Su viticultura heroica sostenible, respetuosa con el viñedo y con la mínima intervención en bodega nos ofrece unos vinos que expresan a la perfección las varietales y el terruño. Si tenemos que elegir, me quedo con su mencía de Ribeira Sacra", dice Judit Cabana.
Dentro de la Ribeira Sacra cada vez se experimenta más, con técnicas y resultados sorprendentes. En el año 2015 surge el proyecto vinícola del Rectoral de Gundivós de la mano de tres viticultores y un alfarero: uvas cultivadas en la subzona de Amandi del río Sil, con desniveles que superan el 75%, usando en algunos vinos vasijas de barro (ámboas) para fermentar el vino. Su vino joven Adobe combina uvas Mencía, Garnacha y Albarello, y el Ámboa mezcla uvas Mencía, Garnacha Tintorera y Merenzao. Esta es la recomendación de Pablo Gómez, de Cafés Monterreal.
Ourense, tierra de Tintos
Ourense no solamente tiene parte de la denominación de origen Ribeira Sacra, sino que también cuenta con las denominaciones Valdeorras y Monterrey al completo. Dentro de los vinos ourensanos de la Ribeira Sacra, una recomendación que no suele fallar es LaLama, el "hermano tinto" del vino LaLume, embotellado por Dominio de Bibei. Este vino combina un 90% de uva mencía con un 10% de mezcla de Brancellao, Mouratón, Sousón y Garnacha tintorera, logrando un equilibrio magnífico a un precio de aldededor de 20 euros. En la D.O. Valdeorras, lindando con El Bierzo, hay vinos que experimentan con diferentes tipos de uvas, y uno de los más recomendables es Maldito, con una llamativa etiqueta. Combina cinco variedades de diferentes: 85% Mencía, 10% Garnacha tintoreras cepas viejas y el 5% una mezcla de Sousón, Brancellao y Caiño.
La denominación de origen por excelencia de Ourense, la de Ribeiro, tiene también numerosos tintos de creciente calidad y fama. Entre ellos recomendamos Big Bang, un vino que inevitablemente entra por los ojos por su nombre y llamativa etiqueta. Combina uvas muy poco habituales (35% Caiño Longo, 30% Sousón, 25% Brancellao, 10% Ferrón) y tiene una baja graduación de 12,5%. Finalmente, en la comarca de Verín está la denominación de origen Monterrey, llamada así por este valle del río Támega. Entre los vinos más llamativos está Fanrela, que combina uvas Mencía, Araúxa y Sousón para lograr un equilibrio con no demasiada graduación, 13,5%, y con un ajustado precio de 14,50 euros.
Los secretos de las Rías Baixas
El tinto gallego se relaciona con Lugo y Ourense, mientras que Pontevedra suele ser sinónimo del vino blanco Albariño de las denominación de origen Rías Baixas. Sin embargo, en los últimos años de esta zona han surgido vinos tintos sorprendentes. Uno de ellos es A Espiña, la recomendación de Pachi Arana de Vinos Arana (c/ Galera 41 de A Coruña), un vino "con cuerpo, que mantiene frescura y es pura artesanía". Este vino de la D.O Rías Baixas combina variedades de uvas Caíño Tinto, Castañal, Sousón y tiene una valoración de 91 puntos Parker y su precio ronda entre 25 y 30 euros.
Sin salir de las Rías Baixas pero fuera de esta D.O. se elabora en Bueu, en la I.X.P. Ribeiras do Morrazo, el vino Namorado. Según el sumiller Alberto Varela de la Tienda de Vino, Namorado "Es un vino que no se pisa para elaborar, sino que se saca la uva a mano (a este proceso se llama despalillado), después pasa 12 meses en una barrica usada de roble Francés". Varela añade que Namorado "es un vino muy especial porque su variedad de uva - 100% tinta femia- es única y crece pegado al mar; en un paraje inimitable a pié de la playa e incluso sobre la arena de las dunas. Esta "salinidad" da unos matices al vino que lo hace muy especial". De esta "auténtica joya" solo se elaboran 150 botellas al año, a 22,55 euros cada una.
