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Cinco razones por las que Casas Alexandre es el lugar idóneo para el turismo rural en Galicia

Estas casas rurales de principios del siglo XlX han sido restauradas minuciosamente para convertirse en lo que son hoy: un enclave perfecto para disfrutar de la Galicia más rural
@casasalexandre

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Ubicadas en Vilar de Cordeiro, 60 (Valga, Pontevedra) hoy en día atraen a todas aquellas personas fanáticas de todos los beneficios del turismo rural. Paseos al aire libre alrededor de los jardines, lecturas a orillas del lago, buena compañía junto a la chimenea, rutas para descubrir molinos y torres, piscina cubierta en medio de la finca… en definitiva, la tranquilidad de la vida rural del siglo XIX en plena actualidad, y en pleno corazón de Galicia.

Leerlo para conocerlo, conocerlo para vivirlo, y vivirlo para no olvidarlo. ¡Te contamos todo sobre Casas Alexandre!

Una historia de amor familiar por lo rural

María Ourille, la actual gerente de Casas Alexandre, estudió dirección de hoteles en el Centro Superior de Hostelería de Galicia y tras haber trabajado un tiempo en el sector hostelero, decide volver a su tierra para continuar con este proyecto que sus padres llevaron a cabo desde cero. “Todo, absolutamente todo lo conseguido es mérito y trabajo de ellos”, afirma, “creo que embarcarme en esta aventura es una buena oportunidad para ensalzar el potencial de Galicia y dar a conocer el trabajo de mis padres”.

“Mis padres, principalmente mi padre Manuel, es un apasionado de lo rural y de las restauraciones”, comienza a contarnos María. En el año 2000 Manuel abre en Lousame su primera casa dedicada a fines turísticos. “Pensábamos que esa sería la primera y última”, explica, “pero al ver Casas Alexandre él y mi madre no pudieron evitar lanzarse de nuevo en esta tan bonita aventura”.

Los padres de María se toparon con las casas de la familia Alexandre por casualidad y fue amor a primera vista pues, a pesar de que estaban prácticamente en ruinas, supieron valorar la historia que escondían sus muros. Tras grandes trabajos de reforma, Casas Alexandre se inauguran en 2008 como enclave turístico. Afirma María que en todo momento el objetivo de sus padres fue no perder la esencia de la historia de las casas, si no potenciarla. 

Comodidades actuales en un entorno tradicional

Nos explica María que Casas Alexandre está compuesto por dos casas que comparten finca, una al lado de la otra. Cada casa tiene dos apartamentos que pueden ser completamente independientes teniendo cada uno dos habitaciones dobles con baño, salón comedor y cocina totalmente equipada.

Si se desea, los apartamentos de una misma casa pueden comunicarse de manera que el huésped alquile la casa de forma íntegra con capacidad para 8 personas. También existe la opción de alquilar ambas casas, por lo que la capacidad ascendería a 16 huéspedes.

“Lo que hace especial nuestras casas es el haber conservado elementos tradicionales”, afirma María. Y es que en Casas Alexandre cada esquina tiene algo especial: colmenas, vasijas, máquinas de coser, hornos de piedra… “Es como un museo rural”, comenta, “intentamos dar a conocer y darle valor a muchas cosas que hoy en día desconocemos”.

Desconexión en el corazón de Galicia

Para huir de las rutinas grises y de los ritmos frenéticos de la ciudad, lo mejor es buscar la calma y la tranquilidad. Para ello, nada mejor que alejarse un poco de las principales urbes de la comunidad y optar por una escapada segura, cómoda, económica y sostenible como lo es el turismo rural. Conectar con la naturaleza y olvidarse del ritmo diario. 

El apetito no desconecta

Aunque desconectemos, queremos comer, por eso algunos huéspedes optan por sacar a flote sus dotes cocineras y usar las barbacoas que ofrecen las casas durante la estancia. Otros en cambio prefieren acercarse a algunas de las tascas o tabernas cercanas para probar raciones tradicionales. En cuanto al desayuno, nos comenta María que ofrecen un servicio casero denominado “O almorzo da aldea”.

Actividades para todos 

Las Casas Alexandre son lugares perfectamente equipados y acondicionados para no tener que salir de ellas y así poder disfrutar de la calma y la compañía. Aún así siempre hay viajeros que necesitan un poco de acción dentro de la tranquilidad. Una visita a la villa de Catoira y sus torres vikingas; actividades acuáticas, senderismo o paseos en bici por el río Ulla; visita a las comarcas costeras de Villagarcía o Rianxo… son solo algunas de las opciones que ofrecen las inmediaciones de Casas Alexandre.

"También las alquilamos en exclusividad para bodas, bautizos, comuniones, celebraciones, cumpleaños...", explica María, "así como para talleres o incluso retiros".

Casas Alexandre es el lugar idóneo para el bienestar al lado del río y del mar, pero sus propietarios también tienen a disposición del huésped interesado Casa do Xan.  “Era la antigua panadería de mis abuelos, profesión que heredaron mis padres”, explica María, “ellos la reformaron con muchísimo cariño y abrió en el año 2000”. Casa do Xan es una casa tradicional de aldea, llena de magia y encanto, ubicada un entorno rodeado de vegetación que continúa ultimando detalles de decoración y confort para estar lista y recibir huéspedes el próximo verano: siete habitaciones dobles con baño, cocina, un salón muy amplio y zona de barbacoa con merendero. ¿Te lo vas a perder?

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