'Cielo 91' abre en A Coruña: Cocina costera atlántica inspirada en un amor nacido en Italia
Un amor surgido hace 13 años en el Lago di Como italiano, es la inspiración de un nuevo restaurante que ha abierto sus puertas en A Coruña el Día de la Madre (7 de mayo): Cielo 91. Así se llamaba el lugar donde se conocieron la italiana Eleonora Ottani y el coruñés con raíces italianas Alfonso Longhi, que debido a la experiencia de ella en hostelería decidieron trasladarse a Galicia y montar su propio negocio, el Gloria Bendita, al que ahora se une este nuevo proyecto en la calle Riazor 2 (están comunicados y comparten cocina).
El lugar donde se conocieron fue un sitio donde se reúne la gente de diversos países en busca de enfocar la vida de otra forma, "una comunidad de vida", según dice el dueño del restaurante, que acabó por unirles como pareja y en el trabajo. El concepto es innovador, dado que potencian la cocina costera atlántica, la típica de los pueblos marineros de Galicia, para lo cual han hecho un recorrido por las diferentes zonas tomando nota de las tradiciones gastronómicas trasladándolas posteriormente a su mesa.
Esta apuesta viene derivada de que Longhi trabajó durante 17 años como cocinero en barcos y quiso recuperar la esencia de esas especialidades con opciones de comer y beber a modo picoteo para compartir.
Berberechos con patatas fritas u ostras con salsa bilbaína
Ottani se encarga de la cocina y Longhi está en la sala y ambos intentan transmitir a su clientela platos que son desconocidos en general y difíciles de encontrar en el ámbito de la restauración, aunque como Longhi sabe perfectamente, en los barcos se siguen haciendo. "Nos gusta mucho recorrer pueblos marineros hacer la Ruta de los Faros", reconoce él.
Uno de los platos estrella y natural de Cariño, en Ortegal, son los berberechos con patatas fritas. Para este plato se utiliza cebolla y pimiento pochado, a la vez que se aderezan los berberechos con pimentón y se apoyan sobre unas patatas fritas y finas. Es decir, lo que se denomina "berberechos a la cariñosa", explica. Las ostras son otro de los productos del mar con los que trabajan y las sirven abiertas y hechas a la brasa acompañada de una salsa bilbaína, un aderezo típico de pescados que van a la parrilla o al horno y que potencia el sabor.
El pulpo a la mugardesa, el tradicional guiso marinero gallego de pulpo con patatas, en el Cielo91 lo sirven en empanada, acompañado de otras opciones como croquetas de chipirón en su tinta y otras de carabineros. Una de las opciones más originales por su producto y la presentación, es un steak tartar de vaca retinta, una raza de ganado vacuno típica de la zona del Guadalquivir que en su alimentación incluye bellotas, lo que le da a la carne un sabor diferente. Esta elaboración se sirva a su vez en una concha de ostra con salsa de ostras y mantequilla ahumada.
Los comensales también pueden optar por una cataplana de mejillones, un plato típico del Algarve portugués, lo que Longhi describe como una evolución del tajín árabe donde se cocinaban los alimentos y que podía ser de materiales como cobre o barro, aunque en el Cielo91 optan por la primera opción. Dentro del recipiente se sirven los mejillones con diferentes salsas como picante o diablesa, a la vez que forman parte del menú otros platos más típicos como pulpo con almejas o calamar de pote de la ría. Los pescados a la brasa están muy presentes y quienes gusten pueden probar los espetos, muy apetecibles en verano, a base de combinar rape, pulpo o vieiras.
Los arroces son otra de las fortalezas del local, en especial la paella negra de calamar, aunque una de las elaboraciones más cuidadas es una vieira sobre parmentier de patata con salsa marinera hecha en la brasa y acompañada de unos crocantes de jamón ibérico.
Vinos gallegos y fachada que emula al mar
La carta de vinos está integrada en un 50% por vinos gallegos y en total hay unas 55 referencias. Hay albariños, mencías o varietales, entre otros. El personal da las indicaciones necesarias a los clientes para que mariden correctamente los platos. De hecho, en el comedor disponen de una barca de madera donde exponen los vinos que recomiendan cada semana y para empezar estos días ofrecen Mar de Frades.
La línea de postres alterna entre la repostería italiana y la tradicional de toda la vida con tiramisú, tarta de queso fría, filloas de crema de limón caramelizadas, piña a la brasa flambeada con ron y helado de distintos sabores y una milhojas clásicas con varios sabores y frutas.
En cuanto a calidad-precio, la media es de 20 a 25 euros por persona en adelante, en función de la comanda y si se bebe vino. El horario es de 13:00 a 17:00 horas y de 21:00 a 01:00 horas. Los domingos y lunes por la noche cierran.
La fachada del restaurante es uno de los aspectos más llamativos, de un intenso color azulado, emulando a que entras directamente a mar abierto para degustar sus mejores manjares. Todo ello con numerosos elementos de madera, un material que se utiliza mucho en la arquitectura de los pueblos marineros. "Seguiremos investigando, preguntando por los pueblos, yendo a las tabernas y dándole un sentido, cuyo resultado plasmaremos en el Cielo 91", concluye con optimismo Longhi frente a este nuevo comienzo en la hostelería coruñesa.
