Bar Quintela de A Coruña: Cocina con producto local y vermús variados en la calle Alameda
La calle Alameda de A Coruña, con una notable afluencia de personas sobre todo por semana, desde hace un mes ha sumado una opción más de hostelería para complementar su oferta: el Bar Quintela en el número 20. El dueño es el hostelero Gerardo Quintela, que se ha asociado con su primo Juan Blanco para abrir un bar de toda la vida con raciones clásicas de cocina casera con producto local, menús del día, opciones fuera de carta, desayunos y tapas con su correspondiente pincho.
Este negocio es un proyecto propio que le da continuidad a su trayectoria en el sector tras la última década en un restaurante de la Ciudad Vieja y su principal proveedor, como no podía ser de otra manera, es el mercado de la plaza de Lugo, donde compran productos frescos diariamente.
Las semanas que llevan abiertos han querido hacer lo que se practica en los locales de alrededor: vino, vermú, cerveza y comida tradicional. Así captan al mismo tipo de público, al que advierten que de momento trabajan sin reserva, algo que está funcionando al ser su servicio basado principalmente en raciones para compartir, lo que garantiza una rotación de clientela en las horas puntas de comer o cenar bastante continua. Callos, tortilla o lentejas son algunos de los pinchos, que se unen a alternativas de raciones populares como el raxo, las albóndigas o la alcachofa a la brasa.
Reinvención del sándwich bikini y barra invertida
El horario de apertura es de 09:30 a 00:00 horas y ofrecen menús de desayuno con zumo de naranja y tostadas de aceite y tomate con jamón por unos 5 euros. A media mañana el pincho de tortilla no falta para acompañar a la bebida y al mediodía es posible optar por menú del día con primer plato, segundo plato, pan y café a 13,50 euros (15 si se pide postre).
Quintela define su carta como "la típica de bar" pero con innovaciones y algunos de los platos son: ensalada de tomate negro, cebolla roja, alcaparra y aceituna negra, mejillones de Lorbé escabechados, empanada, tosta de chicharrones y queso del país, oreja á feira, tosta de sardina ahumada, volandeiras al horno o torreznos, entre otros. Una de las especialidades es El Bikini, con pan brioche de Farinarium, jamón y queso, imitando al típico sándwich que recibe este nombre. El toque dulce se puede encontrar en los tres postres disponibles: mousse de chocolate, queso del país con membrillo o cheesecake de Juan.
De cara al verano están introduciendo algunas innovaciones como salmorejo. No tienen una carta de vino al uso, sino que su oferta se basa en tener un par de referencias de cada denominación de origen de vinos gallegos, unidas a unos siete tipos diferentes de vermú. Además, la barra del local es invertida, algo que se ha decidido así para ganar espacio y que los comensales puedan ver todo lo que se hace en todo momento.
La capacidad entre la terraza y el interior del bar es para 50 personas y dentro hay mesas bajas y una gran mesa corrida para unas 16 personas en la que se sienta gente al lado que no se conoce entre sí. "Un concepto diferente pero se llena siempre", afirma Quintela.
Futuro comedor y exposición de artistas locales
El local está en proceso de apertura de un comedor en su parte de abajo, que cuando esté a pleno rendimiento, el espacio se podrá gestionar con reserva para grupos. En las paredes de este área y en las del comedor principal del bar, ya están expuestas obras de un artista local a las que se le pueden ir añadiendo más de otros profesionales a modo de expositor, para que los clientes conozcan su arte mientras deleitan a su paladar.
Desde Quintela, recomiendan que las raciones son para dos o tres personas, siendo la más cara a 12 euros, por lo que para un grupo de cuatro personas, por ejemplo, quedarán servidos con unas tres opciones del menú.
