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Off Connection: La marca gallega que diseña una segunda vida para los excedentes textiles

Gala Nieves y Rheza Pradana compran los excedentes de tejidos que grandes marcas desechan en Indonesia y los transforman en chubasqueros, camisas de verano o vestidos hechos en pequeños talleres. Aquellos con taras se venden en el Córner Tarado de su web y parte de los beneficios de la firma van para una ONG de Borneo que protege a los orangutanes
Gala Nieves y Rheza Pradana, responsables de Off Connection.
Cedida
Gala Nieves y Rheza Pradana, responsables de Off Connection.
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Galicia e Indonesia son la base sobre la que se asienta Off Connection, una marca de moda que apuesta por el aprovechamiento de excedentes de grandes firmas para crear exclusivos diseños entre los que triunfan las camisas de verano y los chubasqueros para el invierno. Gala Nieves y Rheza Pradana forman la pareja que está detrás de este proyecto con sede en San Vicente do Mar y son también los encargados de gestionar todo el proceso excepto el cosido.

"Todo empezó de casualidad. Aquí no hay ningún plan de negocio detrás ni ninguna idea maravillosa, sino que todo fue fluyendo", explica Nieves. Y es que Off Connection nació cuando esta gallega amante de la moda se mudó a Indonesia en 2014 e, inmersa en la paz y la tranquilidad que le proporcionaba su nueva vida, su creatividad fluyó de nuevo. "Volví a dibujar y a diseñar. Siempre lo hacía para mí, era una pasión. Después conocí a mi pareja, que viene del audiovisual y tiene una calidad de imagen y de vídeo muy buena", explica la joven.

Uno de los diseños de Off Connection (Cedida).

Esta conjunción, unida a que Nieves siempre se ha preocupado por el cuidado medioambiental, sentó las bases de un proyecto que apostó por el aprovechamiento de los excedentes de stock. Y es que la santiaguesa tenía en mente esos paraguas que cada año acaban en las basuras de la capital gallega tras romperse por las tormentas o las fuertes rachas de viento.

"Un día los recogí, les quité las telas, las lavé y me hice un bolso. Quería una tote impermeable que se hiciera mochila y que tuviera cremallera. Ahí puedo decir que nació la marca. Hice una para mí y después mi entorno quiso otro, hice otros para la playa... Poquito a poco fui creciendo", explica una de las responsables de esta marca que reinvierte su beneficio anual.

Excedentes de grandes marcas comprados en Indonesia

Nieves reconoce que es difícil vivir de este proyecto, pero está muy contenta de haberlo iniciado. "Estamos creciendo, la gente nos apoya mucho. Estamos creando una comunidad que nos apoya siempre, que nos satisface un montón. Y todo lo hacemos con residuo textil. Vamos a Indonesia y compramos en mercados que venden el resto de tejido de las grandes marcas que fabrican allí", explica la impulsora de Off Connection.

La compra de material y el cosido se realizan en Indonesia, donde Nieves destaca que se mantiene esa red de "costura" que se ha perdido en tantos lugares. "Vamos a Indonesia tres o cuatro veces al año y hacemos toda la producción: comprar las telas, ir a hacer las pruebas, de las pruebas hacemos modificaciones y si no nos gusta el diseño lo replanteamos... Estamos aprendiendo haciendo", explica la responsable de la marca.

La firma compra los excedentes que las grandes firmas no usan y aprovecha tanto telas como botones o cremalleras, dos artículos que es complicado encontrar sin marca. "Nos gusta trabajar de este modo pero también nos pone límites, porque tú encuentras un estampado maravilloso con el que quieres hacer un montón de camiseras guays pero te da para hacer 10 camisas. Si se venden todas, nunca va a haber la misma camisa igual", explica la responsable de la firma.

Esto supone un punto de inflexión para la marca, que estudia como poder proveer a las diferentes tiendas que comercializan sus productos con aquellos artículos que necesitan. Algo que también les afecta a nivel de previsión, ya que nunca saben con qué tipo de tejidos van a poder trabajar en las siguientes colecciones pero que, al mismo tiempo, convierte sus prendas en artículos exclusivos muy apreciados por sus clientes.

Los tejidos que encuentran determinan los diseños

"Hacemos camisas de verano, vestidos, chubasqueros para invierno, mochilas impermeables, anoraks... Cada año vamos metiendo productos nuevos. Si funcionan, los continuamos y sino, los quitamos de las colecciones", explica Nieves, que indica que algunos productos como las parcas, las camisas, los vestidos, una scotch jacket y las totes impermeables que se hacen mochila las mantienen desde el principio.

Unos artículos que elaboran según las telas que hayan podido conseguir, con las que innovan para ofrecer a sus clientes diferentes diseños manteniendo los patrones que funcionan. "El anorak para primavera-verano es de un tejido más loneta y para invierno le ponemos una pana. Vamos jugando con el tejido", indica la responsable de la firma, que avanza que este verano van a lanzar unos pantalones cortos y vestidos largos con la espalda abierta.

"Nos pasa muchas veces que vamos desde aquí con unos diseños pensados y con el tejido que necesitamos. Una vez llegamos al mercado, si no encontramos ese tejido, se queda en stand by el diseño. Y al revés también nos pasa: de repente encuentras un tejido bestial y tienes una idea para hacer un diseño usándolo. Jugamos con la oportunidad que nos da el residuo", comenta Nieves.

Gala Nieves y Rheza Pradana rechazan el material nuevo. "Casi todo lo que hacemos es con residuo textil. Usamos poliéster reciclado para hacer unas mochilas hace dos temporadas y algodón de bambú. El poliéster reciclado lo hemos dejado de utilizar porque es muy difícil de encontrar en residuo textil y preferimos reutilizar tejidos existentes a comprar tejidos nuevos aunque sean sostenibles. Toda producción genera un impacto: si algo está hecho, el impacto está hecho", indica la creadora de Off Connection.

Gala Nieves selecciona telas para sus prendas (Cedida).

Un aprovechamiento que llevan también a sus propias prendas, tal y como explica Nieves: "Compramos rollos de tela en los que nos vienen por ejemplo 30 metros y cuando lo mandamos a cortar y a tejer, en esos metros había dos que tenían una mancha, pero se hizo la producción igualmente. Eso para nosotros suponía un coste. Por eso en la web tenemos un espacio que es el Córner Tarado donde están todos los productos con taras a un precio mucho más rebajado para no producir residuo textil".

Y no solo eso, añade la responsable de la firma: "Tenemos anoraks de dos colores que a veces son el retal del retal. Hacemos una parca de un color y si nos sobran retales los ponemos de forro para los bolsos... Al trabajar con un taller tan familiar y cercano nos permiten jugar así. Ningún otro taller nos lo permite al hacer unidades tan limitadas y con colores tan mezclados".

Los talleres piden, habitualmente, un mínimo de producción que pequeñas firmas como Off Connection no puede alcanzar, por lo que buscan otras salidas. Nieves explica que el año pasado visitaron Nueva Delhi, donde encontraron una fábrica que los deja trabajar con sus excedentes: "Creemos que va a salir una colección muy chula. Los tejidos son diferentes, en India puedes encontrar unos algodones preciosos y unas sedas muy chulas".

Una marca solidaria que nació tras un cambio de rumbo vital

Off Connection forma parte de Creativas Galegas, un colectivo que nació en 2020 y que tiene una tienda física en Santiago de Compostela donde se pueden adquirir productos de unas 40 marcas. La firma de moda sostenible también está en Grove Makers, otro colectivo de artesanos que cuenta con una espacio físico en el municipio pontevedrés.

La presencia de Off Connection va más allá de estos dos negocios y es posible encontrar sus prendas en Éxfico en A Guarda, en El García en A Coruña o en Ruda en Ferrol, así como en la tienda online o en diferentes mercados de Galicia. Una presencia que es complicado organizar ya que al producir tan pocas unidades de cada prenda y talla, no siempre es posible tener en cada lugar lo que el cliente demanda o disponer de ella en la web.

"Nos compra muchísima gente del País Vasco y alemanes. Nos queremos expandir, ir a tiendas allí, pero es muy difícil proveer porque te piden cinco L y tres M, por ejemplo, y a lo mejor el tejido solo te dio para hacer dos XL", indica una de las impulsoras de Off Connection, que agradece la fidelidad y el apoyo de sus clientes, con los que se ha creado una bonita comunidad.

Una comunidad que ha crecido a lo largo del tiempo alrededor de una marca que nació gracias a la "desconexión" de su responsable cuando llegó a Indonesia, algo que también refleja el nombre de la marca. "Yo trabajaba en Santiago. Aquí te metes en el circuito mental europeo del ser productivo y hacer cosas sin parar y cuando fui a Indonesia desconecté porque te contagian esa tranquilidad, que las cosas van despacito, el disfrutar del día", explica Nieves.

Estas circunstancias la llevaron a desconectar y volver a reconectar consigo misma. "Muchas veces usamos esa frase: Off Connection, disconnect to reconnect", indica la responsable de la firma, que explica que no solo ella se reconcilió con todas aquellas cosas que le gustaba hacer hace años sino que su pareja, que trabajaba como productor de cine y televisión, pisó el freno y pasó de trabajar muchas horas al día y tener un gran nivel de estrés a "deshincharse".

Ambos asumieron hace años el riesgo de dejar sus trabajos, con un buen sueldo y estabilidad, para cambiar el rumbo de sus vidas. "¿Y qué va a pasar aquí? No ha pasado nada, algo bonito. De ahí el nunca choveu que non escampara, que es también lo que significa el logo", explica Gala Nieves.

Un salto al vacío que los ha llevado a crear una marca que poco a poco crece con una comunidad sólida y que además el solidaria: un porcentaje de las ventas anuales es enviado a una ONG de Borneo para la protección de los orangutanes.

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