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Nolegaltech, una consultora legal gallega con esteroides

Así es como se describe nuestra empresa en su web sideral: “nolegaltech es una consultora legal para empresas tecnológicas con esteroides. No, asteroides no. Esteroides. Porque siempre vamos a tope de power”. Sí, somos personas especialitas.
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Dejar la abogacía porque estás saturada de la profesión es sencillo, lo complicado viene cuando intentas decidir una reinvención profesional para la que no estás preparada. Después de dejar su despacho, Bárbara Román empezó por casualidad a colaborar durante unos meses con startups gallegas. Haciendo trueque de servicios, ofreciendo asesoría a cambio de aprender de qué iban estos negocios, ayudando a resolver los problemas que iban apareciendo en el día a día de los emprendedores, se dio cuenta de que en las relaciones sector tecnológico - sector legal existían algunos problemas: 

  1. Que los abogados tradicionales no acababan de entender el negocio de sus clientes. Cuestiones como SLA, backlogs, sprint, know-how, equity, transferencia tecnológica se les escapaban
  2. Que los emprendedores no entendían en lenguaje jurídico ni a los abogados en general
  3. Que las startups eran entes que funcionan con otras velocidades, y que no puedes tenerlas esperando una semana para recibir una respuesta a sus problemas, porque en una semana la startup puede cambiar de dimensión. 

Y decidió, con otro abogado, crear NoLegalTech. Esta empresa nació con ánimo de ayudar a otras, más tecnológicas, en sus problemas legales, desde una posición de iguales. Es posible responder de manera inmediata a los problemas de tus clientes, cuando tienes la misma velocidad que ellos, porque negocios especiales, que desde su inicio sean lean, impredecibles, rupturistas, innovadores, necesitaban abogados especiales. Abogados que hablan el mismo idioma, que entienden su trabajo y arriesgan junto con ellos a la hora de plantear sus modelos de negocio. Funcionó bien desde el principio, con una sorpresa añadida: quienes más consultas hacían no eran startups, sino abogados o despachos interesados en tecnología, que tampoco encontraban su socio estratégico para acometer proyectos dentro de sus empresas. Y ya que éramos abogados especiales, ¿por qué no dejar que fluya, y a ver dónde llegamos?

El departamento legal ya lo tenían controlado, pero para dirigir el tech necesitaban un desarrollador que quisiera hacer algo distinto. Ahí entró Pepe Doval, y de su mano han surgido proyectos como la automatización de un proceso de compliance laboral para un despacho, varias plataformas web para facilitar el acceso a la información legal en demandas colectivas, una herramienta para recopilar automáticamente las cookies instaladas por una página web en el navegador, una web con información legal para el ecosistema emprendedor de la mano de Diego Mariño y la colaboración en otros proyectos con la Devscola de Benimaclet. 

Para NoLegalTech resultaba fundamental formar parte activa de las comunidades locales, y siguiendo este principio en A Coruña han colaborado con charlas sobre privacidad y datos para el colectivo GPUL, con la red de mentoría y apoyo a las estudiantes de ingeniería de Hello Sisters, o en charlas relacionadas con la propiedad intelectual con el colectivo de Coruña Dixital (recientemente en el espacio Ágora dentro del ciclo de Distopías Dixitais hablando de los peligros de las aplicaciones que quieren robarles datos e información a sus usuarios).

Estuvieron presentes en la Atlántica Conf, presentaron su cómic de conejitos explicando las licencias de software libre en la sede de HACK A BOSS, patrocinaron la edición anterior de “Informática para todxs” organizado por la Universidad de A Coruña y han participado como ponentes en las dos ediciones del “Ciclo de charlas Anita Borg”, organizado por la Facultad de Informática de la UDC, hablando del papel de las mujeres en el mundo tech y apoyando a aquellas estudiantes que deseen emprender. 

Además, intentando compartir conocimiento y apoyando la cultura libre, mantienen un podcast donde hablan de derecho y tecnología, con ayuda de Jorge Lama, productor y editor afincado en Betanzos. 

En estos tres años, ha pasado de todo por esta empresa: ¡cualquiera diría que se han mimetizado con una startup! El fichaje de María Cerviño como abogada para reforzar la parte de derecho societario y mercantil fue uno de los grandes logros. De su mano, se han automatizado procesos legales que ahora son accesibles a cualquiera, han hecho contratos de lo más variopinto, y conseguido ahorrar muchas decenas de miles de euros a clientes que tenían reclamaciones de gigantes del software privativo. 

De las mejores cosas que han ocurrido en estos años, además de poder colaborar con todos estos colectivos tech independientemente de donde se encontraran, ha sido constatar que podemos ayudar a las empresas gallegas a que afronten sus problemas legales, y aportar valor a sus negocios. Aunque si la gente de esta empresa es especial, no van a ser menos nuestros clientes, como una gran empresa en los alrededores de A Coruña que, después de tres meses negociando con el contrario, les evitamos el pleito, les rebajamos una multa, les dejamos todo bien explicado para que no volvieran a tener el mismo problema con su software y protestaban porque “lo habíamos hecho muy rápido”. Serán las inercias de las startups. Y por supuesto, nuestro primer abogado con problemas tecnológicos, Santi, que se había metido a desarrollar una plataforma para mejorar el onboarding de sus propios clientes y no sabía cómo acabarlo.

Este artículo se escribe mientras estamos todos encerrados en nuestras casas, confinados y algunos sin poder trabajar. Al ser una empresa que ya nació en remoto, nosotros seguimos operando con normalidad, y como la mayor parte de nuestros clientes son empresas de base tecnológica esperamos poder mantener esta normalidad el mayor tiempo posible. Siempre habrá startups que se encuentren con problemas, siempre habrá software y algoritmos que necesiten una visión 360 del impacto que tendrán desde la perspectiva legal, y nosotros siempre tendremos alguna idea extraña que llevar a cabo. O eso esperamos.

Seguiremos trabajando a caballo entre el sector tech y el legal, haciendo de traductores para unos y de frikis que saben cosas para otros. Nuestra apuesta de futuro es pelear por los datos abiertos en el sector público, especialmente en el ámbito legal, y aprovechar la innovación de nuestros clientes para seguir mejorando la justicia. 

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