El Español
Treintayseis
Economía
|
Tecnología

El Blockchain empieza a llegar a Galicia: mucho más que Bitcoin

¿Es el Blockchain la revolución que dicen? Repasamos el caso del Bitcoin y cómo esta tecnología comienza a usarse en Galicia
Ofrecido por:

El término Blockchain suena cada vez más en los medios de comunicación y acapara más y más titulares que cuentan sus bondades y características y parece que va, como muchas otras tecnologías, a revolucionar el mundo. En Galicia (y fuera de ella) las empresas empiezan a dar sus primeros pasos con esta tecnología.

Si le preguntamos a alguien qué es blockchain o, en español, cadena de bloques, probablemente responderá que es “algo de bitcóin, pero no lo tengo muy claro y es que es cierto que son dos conceptos que se asocian, pero no son, ni mucho menos, lo mismo.

Las diferencias entre blockchain y bitcoin

Por una parte, bitcóin es una moneda virtual digital o criptomoneda (a diferencia del euro o dólar, por ejemplo, que son dinero físico -aunque cada vez lo vemos menos en papel o moneda-) que también atrae desde hace unos años la atención de los medios por cómo se ha disparado su cotización en sus casi 10 años de vida. A modo de referencia, una compra de unos bitcóines (como se pueden comprar dólares) por valor 100 euros en 2011, ahora mismo se podrían volver a convertir a euros y serían más de dos millones de euros.

Todos vigilan a todos

Al margen de la revalorización de esta moneda virtual, una característica diferenciadora del sistema donde se gestionan los bitcoines (que se llama Bitcoin, con B mayúscula) es que no hay ningún gobierno o empresa detrás: no hay infraestructuras informáticas de una organización donde poder consultar nuestro saldo como puede ser un banco o que controle si yo tengo o no un cierto dinero: todo esto se consigue mediante el uso de miles de ordenadores de personas particulares y empresas interconectados entre sí por Internet tipo P2P en ausencia de una autoridad de control y el sistema funciona como debe y se mantiene invulnerable a pesar del paso de los años

¿Cómo se consigue que, sin que haya “nadie” (léase una autoridad de control) gestionando esta información, el sistema mantenga los saldos y no haya fraude en las operaciones de intercambio de bitcóines? 

Pues la solución pasa por tener miles de ordenadores en el mundo que revisan y almacenan de manera colaborativa los datos para asegurarse que nadie comente ninguna actividad ilegítima. Es como si en lugar de tener un policía que vigile un vecindario para prevenir los robos, se organiza una patrulla vecinal con el número de miembros lo suficientemente grande. Todos vigilan a todos y, gracias a eso, el sistema funciona.

Los usuarios de Bitcoin, a diferencia de los de los bancos, son “anónimos”, es decir, se puede conocer cuál es el saldo de una cuenta, pero no el nombre físico de la persona que tiene la “clave” para enviar bitcóines desde ahí. Este “anonimato” ha propiciado una cierta “mala fama” a Bitcoin ya que se ha usado para el tráfico de drogas, armas, etc... pero es un efecto colateral de este uso de la tecnología, no de la tecnología en sí.

Una red de ordenadores garantiza la fiabilidad del Bitcoin

La red de Bitcoin permite conocer los saldos de los usuarios mediante un “libro contable” inmutable donde se anotan todos los intercambios de saldos (entradas y salidas de bitcóines en las cuentas). Ese “libro de registro” se guarda (por si acaso) distribuido (léase repartido) por miles de esos ordenadores que decíamos antes, lo que permite que en todo momento estén controlando a los saldos y puedan detectar las operaciones ilegítimas. 

Ese “libro de registro” de estas operaciones es lo que se denomina, por la forma de organizar la información, blockchain o cadena de bloques y por eso se relaciona tanto con Bitcoin: es la tecnología que usa para registrar de forma permanente las transacciones y es que, una vez hecha una operación, ésta ya no se va a poder cambiar jamás.

¿Por qué se llama blockchain? 

Porque podemos verla como una base de datos que registra cronológicamente las transacciones y las agrupa en “bloques” que conforman una cadena.

Cada uno de estos bloques es validado por los miles de ordenadores del mundo que participan en Bitcoin para garantizar la legitimidad y validez de las operaciones y, al mismo tiempo, no solo verifican, sino que también se quedan con una copia de la información, de forma que, si alguno(s) se apaga(n), los demás conservan los datos, que siguen estando disponibles, y puede seguir funcionando Bitcoin.

Cada nuevo bloque contiene un cierto número transacciones y éste se enlaza con el anterior, formando una cadena que, mediante una serie de algoritmos matemáticos y procedimientos, simplemente no se puede alterar una vez fijada. De esta manera, se logra el objetivo de la inmutabilidad de las transacciones para poder garantizar un funcionamiento fiable del sistema.  

A modo de síntesis, el concepto de blockchain es simple: en lugar de tener una entidad “de prestigio” centralizada que vele por la disponibilidad, integridad y validez de la información y de las operaciones, repártela entre “muchas” entidades “normales” que colaboren entre ellas para lograr este mismo fin (y es posible que algunos de ellos no sean entidades “honestas”, pero no pasa nada). Parece magia, pero funciona y Bitcoin es la prueba de ello.

Blockchain ha ido evolucionando como tecnología y añadiendo capacidades y funciones desde este primer caso de éxito con Bitcoin y hay ya diferentes opciones y plataformas como Ethereum o Corda o frameworks como Hyperledger fabric y se está comprobando que sirve para muchos más casos de uso e incluso que puede transformar radicalmente muchos sectores al permitir mantener información de confianza incluso sobre entornos inseguros como Internet.

Personalmente estudio, investigo y trabajo con blockchain desde el 2015 y mi opinión profesional es que tiene un futuro prometedor si bien en algunos aspectos está en una fase poco madura como toda tecnología reciente y por eso muchos proyectos están en fases muy iniciales.

Los primeros pasos del blockchain en Galicia

Algunos ejemplos de uso de blockchain que ya empiezan a dar sus primeros pasos en Galicia pueden ser:

  • Blockchain permitirá realizar transacciones entre entidades financieras que, al no usar intermediarios, incluso podría reducir tiempos, costes y minimizar fraudes. Abanca por ejemplo hace tiempo que investiga en este campo.
  • Notarios e instituciones y servicios como el registro, patentes y legalización de documentos podrían verse apoyados por un libro global en el que en un sistema blockchain quede todo anotado y con costes mucho menores, muy seguros y disponibles para su consulta.
  • Registrar de forma confiable toda la información desde el mismo origen de un producto pasando por su fabricación hasta su utilización final (incluso más) permitirá su trazabilidad y generar confianza sobre el mismo y mejorar la eficiencia. Por ejemplo, el proyecto ChainWood, con socios en Galicia, persigue mejorar la eficiencia y la trazabilidad en el suministro de la madera desde su origen.
  • Blockchain, relacionado con el punto anterior, puede servir también para realizar el control y seguimiento del tráfico de mercancías internacional. La empresa Kaleido Logistics investiga sobre ese tema.
  • Mediante blockchain se pueden llegar a generar y validar certificados académicos que demuestren de forma fehaciente que una persona posee un cierto título, aunque la institución que lo expidió desaparezca. 

Estos son de manera muy breve algunas aplicaciones. Existen muchas más en estudio y ejecución (en mi caso por ejemplo ahora estoy desarrollando un proyecto sobre blockchain en esta última línea).

Quiero resaltar que Blockchain no es la solución siempre. Hay que estudiar cada proyecto porque quizá otras alternativas, y no blockchain, pueden ser más eficaces. 

He participado en proyectos en los que, simplemente por moda y sin el imprescindible análisis previo, se escogía blockchain en detrimento de otras soluciones con un mal desenlace. No obstante, sí que creo que es una innovación muy importante (se ha llegado a comparar con la invención de la máquina de vapor) y que en el futuro muchos sistemas estarán basados en blockchain y harán de este mundo un sitio un poco mejor.

Christian Delgado von Eitzen 

Ingeniero Superior de Telecomunicación. Máster en Seguridad Informática. Desde 1999 trabaja desarrollando, dirigiendo proyectos y siendo responsable de diferentes sistemas de información y plataformas en Internet.

Amplia experiencia práctica en el ámbito de los sistemas de Información en diferentes organizaciones. Desde el 2006 colabora como formador y ponente en escuelas de negocios, universidades, cámaras de comercio y entidades de diferentes sectores y empresas. Profesor asociado de IESIDE.

Especialista en ciberseguridad, desarrolla también otros proyectos relacionados con los sistemas de información, la consultoría y las telecomunicaciones y la seguridad en entornos digitales a la vez que imparte cursos y ponencias sobre esta temática, webs, tecnología e innovación en escuelas de negocios, universidades, entidades de diferentes sectores y empresas.

Desde 2015 investiga, participa en proyectos sobre blockchain y desarrolla su doctorado en esta línea de trabajo e imparte también seminarios y cursos sobre la cadena de bloques.

Desde el año 2002 publica artículos de divulgación informática, tecnología, redes sociales y telecomunicaciones en diferentes medios y mantiene un blog http://www.christiandve.com y colabora en otras publicaciones.

Economía