El 75% de los terrenos con eucalipto en Galicia son recuperables para uso agrario

El 75% de los terrenos en los que hay plantaciones intensivas de eucalipto en Galicia son recuperables para uso agrario. Así lo muestras los resultados de un proyecto en el que la Cátedra Hijos de Rivera – UDC de Desarrollo Sostenible lleva cuatro años trabajando con la Fundación Galicia Sustentable en el Concello de A Laracha.

Los investigadores centraron su estudio en modelos basados en los principios de la agricultura sintrópica para recuperar la vida del. El proyecto, a través del que se cultivaron diferentes especies en una finca de eucaliptos, demostró que se pueden recuperar la vida del suelo y la productividad agroalimentaria de plantaciones intensivas de eucalipto en monocultivo a través de técnicas de agricultura regenerativa.

El director de asuntos corporativos de Corporación Hijos de Rivera, Antonio Viejo, señaló que esta iniciativa demuestra que los terrenos con estos árboles pueden recuperarse para su uso agrario y aseguró que este es uno de los proyecto que más lo ha sorprendido gratamente. Viejo indicó durante su intervención que la labor de investigación que hacen las universidades y las entidades tiene que derribar prejuicios para hacer nuestro territorio más sostenible.

El acto, que se celebró esta mañana en el Museo MEGA de Estrella Galicia, contó con la participación de varios de los implicados en la iniciativa. El vicerrector de Política Científica, Investigación y Transferencia de la Universidade da Coruña (UDC), Salvador Naya; el director de la Cátedra Hijos de Rivera- UDC de Desarrollo Sostenible, Ángel Santiago Fernández Castro; el director de la Fundación Galicia Sustentable, Juan Marcos Pérez Gulín; y el alcalde de A Laracha, José Manuel López Varela, estuvieron presentes.

Precisamente, el vicerrector de Política Científica, Investigación y Transferencia señaló que esta es una idea que se ha hecho realidad. "La regeneración de los suelos es algo muy necesario", aseguró Naya, que apeló al trabajo colectivo entre instituciones, entidades y empresas para generar mayor impacto y mejores resultados.

¿En qué consistió el proyecto?

Juan Marcos Pérez Gulín explicó que es preciso un rural próspero y sostenible, ya que es el rural el que proporciona las materias primas, la energía y el alimento. Este último es precisamente el objeto de estudio, ya que los investigadores se centraron en preparar el suelo lo mejor posible de cara a sementar diferentes alimentos para abastecer a la población.

Dentro de las posibilidades de crear bolsas de suelo con capacidad para producir alimento, el director de la Fundación Galicia Sustentable señaló que la investigación fue "al extremo más complicado" al centrarse en el eucalipto. Este proyecto de "experimentación" comenzó con bastante escepticismo y aunque no todo lo que se plantó creció, sí que hubo varios productos que se dieron en el terreno.

La iniciativa comenzó hace cuatro años con la limpieza de las zarzas y la maleza que había crecido en la finca de Montemaior, en A Laracha, de casi menos de una hectárea donde se desarrolló el experimento. Los investigadores apostaron por incorporar conceptos como la sintropía, que se basa en los equilibrios naturales de los ecosistemas y que busca que la acción humana tenga el mínimo impacto posible al mismo tiempo que ayuda a regenerar suelos después de cada cultivo.

Pérez Gulín señaló que usaron acolchados de triturado de materia orgánica que había en el propio terreno, incluida la del eucalipto, con el objetivo de aportar esta materia al terreno y fijar el carbono. Esto, unido al trabajo de la propia naturaleza, permitió incrementar los macronutrientes (sodio, fósforo y potasio), el carbono total y la materia orgánica ya desde el segundo año.

Uno de los aspectos que más llamó la atención de los investigadores fue el nacimiento y crecimiento del guisante forrajero y las patatas, algo que también generó incredulidad entre los vecinos de la zona. El proyecto plantó en su último año otros productos como fresas o berenjenas, obteniendo también resultados positivos, al igual que con los frutos del bosque como las frambuesas y los arándanos o la cebada.

Sin embargo, no todas las plantas se han dado en el terreno. Algunas tienen más facilidad para crecer sobre el suelo con la acidez que caracteriza al terreno donde se planta eucalipto, algo que los investigadores todavía no han logrado controlar. Estas circunstancias son complicadas para el maíz o plantas de la huerta que se transforman en fruta, sobre todo aquellas que más agua precisan.

El coste de la regeneración, por otro lado, depende de la forma en la que se realice. Esto es: del cultivo elegido para sementar de forma complementaria a los eucaliptos. Pérez Gulín señaló que la plantación de pradera, por ejemplo, ayuda bastante y tiene un coste "ínfimo" que además ahorraría dinero en labores de desbroce a los propietarios de las fincas.

Juan Marcos Pérez Gulín concluyó que el estudio ha demostrado que el 75% de las hectáreas plantadas con eucalipto en Galicia (más de 250.000 de las 340.000 que hay en total) podrían recuperarse mediante estas técnicas para el uso agrícola al tener características similares. "El manejo de las plantaciones intensivas de eucalipto nos permitiría tener suelos con capacidad de fertilidad para poder recuperarlos para la producción de alimentos", señaló el responsable de la Fundación Galicia Sustentable.

La investigación sigue en marcha

El director de la Cátedra Hijos de Rivera- UDC de Desarrollo Sostenible, por su parte, señaló que esta cátedra hace "investigación pegada al terreno" y con especial implicación en el sector primario gallego. Fernández Castro se mostró sorprendido por los resultados e indicó que lo trabajado se puede enmarcar en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), desde la alimentación hasta los medioambientales o las alianzas estratégicas.

La fase inicial consistió en el aprovechamiento de distintos tipos de biomasa que se aporta como acolchado de las plantaciones para favorecer la presencia de materia orgánica y la puesta en marcha de una sucesión de cultivos complementarios en la plantación para la recuperación de macronutrientes fundamentales en la fertilidad del suelo. La investigación sigue en marcha.

El alcalde de A Laracha, por último, se mostró contento de que el municipio sea el "centro experimental" de este proyecto y señaló que este tipo de iniciativas son un impulso para el rural en aspectos sociales y económicos. Jose Manuel López Varela aseguró que esto podría generar nuevos puestos de trabajo y ayudar a asentar población en el rural al generar nuevas fuentes de riqueza.