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Daiquí: La tradición que va de la huerta ecológica de Rairiz de Veiga (Ourense) al plato

Este proyecto rural sostenible nació como una forma de demostrar que el sistema agrario tradicional es rentable y vende su miel, frutos secos y productos de la huerta desde hace casi tres décadas, cuidando la salud de las personas y del medioambiente
Daiquí no usa pesticidas ni nitratos en sus plantaciones.
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Daiquí no usa pesticidas ni nitratos en sus plantaciones.
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Daiquí nació en 1996 en Rairiz de Veiga (Ourense) como una iniciativa rural sostenible de agricultura ecológica que respeta los ciclos del agua, el paisaje y la forma de producir tradicional. Un proyecto que quiere que los consumidores sepan qué es lo que comen al mismo tiempo que lucha para demostrar que el sistema agrario tradicional es rentable y tiene futuro, en contraposición al sistema agroindustrial y de intensificación de producción de alimentos.

Militantes del M.E.L (Movimiento Ecologista de la Limia) impulsaron esta iniciativa que se ha convertido en un referente de producción ecológica. "Levabamos anos loitando contra o impacto ambiental das concentracións parcelarias na Limia", explica explica Manuel García, que indica que las concentraciones "non respectaron absolutamente nada" y añade que se canalizaron ríos, se arrasó con el arbolado, se secaron zonas húmedas o se arrasó patrimonio, entre otros.

"Queríamos outra alternativa de produción para a comarca que non fora a agroindustria, e pensamos nun proxecto de agricultura traicional e ecolóxica dentro do sistema agrario de Rairiz de Veiga, que era o último que quedaba por concentrar na comarca", explica García. Nacía así un mercado que canalizaba las cosechas del municipio ourensano: como una iniciativa de lucha ecologista más que un proyecto comercial.

Daiquí produce en ecológico (Cedida).

García defiende que es posible hacer las cosas de otra forma y clama contra las grandes industrias que se aprovechan de la buena fama ganada durante años de tradición en Galicia para vender. "A produción agroindustrial é unha das actividades que máis contamina e máis impacta sobre a saúde do planeta e das persoas. A agricultura ecolóxica é a mellor forma de loitar contra iso", explica el impulsor del proyecto.

Productos estrella: Miel, kiwi, castañas y frutos secos

Las patatas, las castañas o las nueces de Rairiz de Veiga comenzaron poco a poco a tener sus propios clientes, dispuestos a pagar un precio justo por los productos. Unos artículos que no siempre son sembrados o recogidos en Ourense, sino que pueden proceder de otros lugares para facilitar que sean de temporada, aunque con las premisas claras: sin herbicidas, sin químicos y producidos en "pequenas leiras". Algo que antes pedía este grupo de agricultores y que desde hace años regula el Consello Regulador.

Daiquí trabaja los productos que se cultivan en la huerta o la miel y tiene entre los frutos secos una de su especialidad. "Temos moitas familias preocupadas pola saúde e a alimentación, xente vexetariana para a que os froitos secos e unhas boas hortalizas son claves. Non ten sentido que un vexetariano se alimente a base de verduras convencionais, cultivadas con herbicidas e productos químimos", explica este productor ecológico.

El nombre de la iniciativa, Labregos Daiquí, hace precisamente referencia a los artículos propios de la tierra, de aquí. La demanda de los consumidores, sin embargo, llevó a este grupo de agricultores a apostar por otras opciones de productores ecológicos como las lentejas o los garbanzos de León, las naranjas, el chocolate, las conservas o el aceite de oliva.

Esta iniciativa vendía sobre todo a familias y García recuerda que sus primeros compradores fueron unos ciudadanos japoneses que residían en Madrid, que degustaban las habas, las berzas o las castañas de Galicia. Son, de hecho, los consumidores de fuera de la comunidad los que más artículos demandan, especialmente en Cataluña.

Colmenas de Daiquí (Cedida).

¿Y cuáles son los productos que más éxito tienen? La miel, los kiwis, las castañas o las nueces son las grandes estrellas. La miel es de producción propia y sale muy bien a países como Alemania, aunque este año los apicultores tienen bastante sin vender porque, según García, "dejaron entrar miel de Turquía o Suramérica en cantidades increíbles" para abaratar los precios. Algo a lo que se une el cambio climático, la vespa velutina o el abarroa, que provocan que disminuya la producción.

De pedidos por carta a tienda online

Las ventas de Daiquí se realizaban al principio sin recursos informáticos: el proyecto nació sin internet ni teléfono. "A asociación vexetariana de Madrid, a máis antiga de España, foi unha das primeiras ás que servimos e mandábanos os pedidos por carta. Elaborabámolos e levabámolos cada dúas semanas. Logo empezamos a envialos por transporte", indica García sobre los primeros pasos de Labregos Daiquí.

La competencia es cada vez mayor a través de la apertura de tiendas de productos ecológicos y de la incorporación de estos a las grandes superficies. Daiquí es un proyecto de raíz que no quiere salir de Rairiz de Veiga, por lo que sus responsables continúan vendiendo de forma personalizada. Lo hacen a través de su tienda online (tienen página web desde 2001) y con reparto propio en Xinzo, Allariz y Ourense, mientras que al resto de Galicia los envíos se realizan por transporte urgente.

Recogida de judías de Daiquí (Cedida).

"Os produtos ecolóxicos son moi baratos porque respetan a saúde das persoas", indica García, que añade: "Hoxe sábese que gran parte das enfermidades veñen pola química dos alimentos". El responsable de Daiquí añade que al coste en la salud, se suma el coste medioambiental de producir en grandes cantidades y usando químicos.

El impulsor del proyecto clama, además, contra la gestión que ha hecho la Xunta de las ayudas económicas a los productores ecológicos y rechaza que favorezca a grandes firmas frente a los pequeños productores, que lleva a la gente a abandonar el rural, cada vez más vacío. "A agricultura ecolóxica inspírase na agricultura tradicional, que foi a que creou esta fermosa paisaxe que temos en Galicia", reivindica García.

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