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Cómo hacer frente al cambio climático desde el supermercado

Solo en 2018 en España se usaron 56.000 toneladas de plástico en forma de bolsa. Prácticas sostenibles como las desarrolladas por Vegalsa-Eroski contribuyen a la defensa del medio ambiente a través de acciones cotidianas
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De 1901 a 2010 el nivel medio mundial del mar ascendió 19 cm, ya que los océanos se expandieron debido al hielo derretido por el calentamiento. Esta es una de las conclusiones de un estudio elaborado por expertos de la ONU que incide en la repercusión humana sobre el cambio climático, cuyos efectos nos afectan a todos.

Hoy, 24 de octubre, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional contra el Cambio Climático, con el objetivo de sensibilizar sobre los devastadores efectos del calentamiento global. El cambio climático es una peligrosa realidad. Una realidad que afecta a todos los ámbitos de nuestra vida, incluso a la hora de ir a hacer la compra al supermercado.

Un gesto tan sencillo como utilizar bolsas de plástico en nuestra visita diario al supermercado puede suponer un daño irreparable para el medio ambiente. ¿Cómo?, te preguntarás. Solo en 2018 en España se usaron 56.000 toneladas de plástico en forma de bolsa, según los datos aportados por el Ministerio de Transición Ecológica.

Aunque en los últimos años el uso de estas bolsas de plástico se ha reducido en los supermercados a raíz de iniciativas como el cobro de estas bolsas de un solo uso, todavía queda mucho por avanzar para mitigar la repercusión del cambio climático.

La reducción de la huella plástica y del desperdicio alimentario son retos diarios a los que se enfrentan las cadenas de supermercado que han iniciado una serie de prácticas enfocadas a contribuir a la defensa del medio ambiente.

Es el caso de la compañía gallega Vegalsa-Eroski, cuyos principales ejes de actuación hasta el momento se centran en la reciclabilidad y reutilización de envases y embalajes, reduciendo el impacto de su actividad en el entorno y alargando el ciclo de vida.

Envases reutilizables

Para frenar el uso excesivo de envases de un solo uso en sus establecimientos, Vegalsa-Eroski apuesta por opciones reutilizables como son las bolsas compostables, de malla, papel o reutilizables.

También, de cara a reducir los envases y embalajes, apuesta por un aumento de referencias de venta a granel; además de innovar a través de ecodiseños de envases de productos de marca Eroski.

Y para reducir el consumo de papel, extendió a su red comercial la opción del tique digital dentro de la nueva versión de la App de Eroski, ofreciendo así la posibilidad a los clientes de consultar y descargar el recibo de la compra realizada como alternativa al tradicional de papel.

El compromiso con el medio ambiente de Eroski va más allá de la reducción de la huella plástica, también aborda acciones preventivas como, por ejemplo, "reducción de residuos y de desperdicio alimentario, disminución del consumo de combustible o mejora de la eficiencia energética". Pero, ¿cómo? ¿Cuáles son esas acciones de compromiso con el medio ambiente?

La regla de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar

La empresa permanece fiel a su modelo de empresa sostenible en la que impera la regla de las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar. Reduce el consumo energético a través de sus tiendas sostenibles, reutiliza a través de su política de economía circular y recicla aprovechando los recursos para reducir al máximo los residuos y dándoles una nueva vida.

Por un lado, Vegalsa-Eroski reduce el consumo energético a través de sus tiendas sostenibles. Estos establecimientos ecoeficientes cuentan con medidas de eficiencia energética tanto en iluminación, con la instalación de luces led, como en climatización, a través de la automatización y monitorización de las instalaciones de tienda para una gestión más eficiente de la energía eléctrica que le ha permitido, según señala la compañía, "reducir el 35% del consumo energético". "Todas las medidas permiten ahorrar a la empresa 20 millones de kwh al año, evitando la emisión de 7,8 millones de Kg/Co2 al año", añaden.

Su compromiso con la sostenibilidad está integrado de forma transversal a todos los niveles de la compañía y sus actuaciones. Así, en lo que a logística se refiere, Eroski utiliza un nuevo modelo de transporte que, a través de un sistema de gestión (TMS), "optimiza la planificación y motorización de rutas, mejorando el llenado de mercancía, ahorrando trayectos, tiempos de conducción, kilómetros recorridos y combustible".

Vegalsa-Eroski se adhirió en 2018 al proyecto Lean&Green, una iniciativa que incentiva a las organizaciones a alcanzar un nivel más alto de sostenibilidad en el ámbito logístico, marcándose como objetivo reducir las emisiones asociadas a su cadena de suministro hasta un 20% en un plazo máximo de cinco años.

Para lograrlo, la compañía introducirá medidas de mejora de la eficiencia, integración de las rutas de frescos y alimentación, eliminación de los vehículos más contaminantes de la flota e incorporación de otros nuevos citytrailers, megacamiones… así como mejora de los procedimientos de carga en plataformas para el llenado de camiones.

Estas responsabilidades se recogen también en la Política Ambiental de la compañía, cuyo objetivo principal es minimizar su impacto sobre el cambio climático y el uso sostenible de los recursos disponibles, así como una gestión responsable de los residuos.

Reducción de residuos

Precisamente, con respecto a la gestión de residuos, la compañía lleva a cabo su programa “Desarrollo Sostenible. Residuo Cero”, que superó las 12.000 toneladas en 2019, se centra en aportar el mayor valor posible en su gestión, tratando de maximizar aquellos que se destinan a reciclaje y valorización.

El afán por el fomento del reciclaje se traslada a las tiendas de Vegalsa-Eroski, donde la compañía habilita espacios para la recogida de materiales y recursos utilizados por clientes, con el objetivo de darles otra vida o gestionarlo adecuadamente.

Además, la compañía contribuye al medio ambiente reduciendo la producción de residuos orgánicos e inorgánicos a través del programa “Desperdicio Cero”, que le permite dar salida a los productos de sus tiendas, garantizando así que ningún alimento apto para el consumo sea desechado, a través de descuentos por próxima caducidad y de donaciones directas a entidades sociales locales. Gracias a este programa el pasado año 2019 consiguió evitar el desperdicio de cerca de 11.000 toneladas de alimentos, lo que equivale a unas 45.000 raciones de comida.

Por si todo esto fuese poco, la empresa apoya también iniciativas que contribuyan a concienciar sobre los efectos del cambio climático como en el caso de la expedición femenina de Compromiso con la Tierra, liderada por la alpinista viguesa Chus Lago, en el Lago Baikal, en Siberia, además de otras acciones a favor del medio ambiente como la plantación de árboles que cada año realiza la compañía, sus talleres de sostenibilidad para escolares, su apoyo a la Hora del Planeta o a la iniciativa "Móllate, por un San Xoán Sustentable”, promovida por el Concello de A Coruña, entre otras.

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