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Un silencio desconcertante en el Deportivo

Tras la dimisión de Pazo Zas y su consejo hay muchas dudas sobre el futuro de una entidad que acaba de cumplir 113 años
El estadio de Riazor, durante el partido contra el Real Zaragoza.
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El estadio de Riazor, durante el partido contra el Real Zaragoza.
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Paco Zas y su Consejo de Administración anuncian su dimisión seis meses y medio después de su llegada al club. El Dépor vive inmerso en una catarsis colectiva que amenaza con llevar al equipo al pozo de la Segunda División B. La presión social y la incapacidad a la hora de tomar decisiones de manera correcta dirigen al club al ostracismo profesional.

El silencio ha marcado estos meses de inestabilidad. Solo Carmelo del Pozo, defensor de las comparecencias públicas, intentó en verano responder a las dudas que ya se cernían sobre un proyecto que nació viciado. La derrota en Mallorca y el no ascenso a la máxima categoría fueron un escollo difícil de digerir. La mala planificación deportiva llevada a cabo durante el verano se convirtió en un lastre imposible de superar con los malos resultados deportivos.

El peor Dépor de la historia encadena ya la racha más negativa de resultados con dieciocho jornadas sin conocer la victoria. A ocho puntos de la salvación, mantener la categoría parece en diciembre un milagro. El margen de maniobra económica es muy escaso y el club no puede realizar fichajes sin dejar salir antes jugadores de la actual plantilla.

¿Y ahora qué?

Es la gran pregunta que se hace el deportivismo solo un día después de la dimisión en bloque del Consejo. Jesús Martínez Loira aseguraba en Radio Galega que el escenario ideal "sería la vuelta de Augusto César Lendoiro de manera eventual hasta final de temporada porque es una de las pocas personas capacitadas para sacar esto adelante. El accionariado podría acelerar una salida del actual Consejo en la Junta del próximo martes 17 de diciembre y dejar algo más de tiempo para planificar el mercado invernal".

Sin embargo este escenario es difícil de imaginar debido a la lucha de egos de los protagonistas de esta película. Las relaciones entre Tino Fernández y Augusto César Lendoiro nunca han sido fluidas y el discurso del empresario el día de su salida no ayudó a normalizar la situación.

El propio Augusto César Lendoiro reconocía en la Cadena Cope que en estos momentos "ser presidente del Dépor no es mi aspiración pero si me lo piden, no me podría negar". El expresidente dejó entrever que accedería a la presidencia si se lo pidieran los accionistas del club, aunque no parece dispuesto a presentarse a unas elecciones como tal.

Otra de las reacciones más esperadas es la de Fernando Vidal. El ex candidato no ha querido pronunciarse por el momento y estaría meditando ahora mismo su postura al respecto. Durante estos meses las reuniones entre diferentes candidatos han sido constantes dada la mala situación que atraviesa el club.

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