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Álex Verde, ingeniero gallego de coches Fórmula: "Si no eres un apasionado, no vales para esto"

Actualmente trabaja en la Eurocup 3 y su amor por Galicia, y por Ferrol en particular, le hacen volver siempre que las carreras se lo permiten
El ingeniero dando instrucciones al piloto Han Cenyu
Fotocar13 cedida por Álex Verde
El ingeniero dando instrucciones al piloto Han Cenyu
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Desde Galicia para el mundo. Álex Verde (Ferrol, 1992), es el claro ejemplo de lo lejos que se puede llegar desde una ciudad que no siempre tiene la autoestima en sus máximos. Este ingeniero de pista, que estudió Ingeniería Mecánica en el campus de Ferrol de la Universidad de A Coruña, está asfaltando su camino hacia la élite del mundo del motor gracias a su formación, talento y esfuerzo.

Tras finalizar el grado en el año 2015, cursó un máster de Motorsport que le sirvió para trabajar durante más de cinco años en un equipo catalán de turismos. Posteriormente, regresó a Galicia para sumarse a TRS Racing Team en los rallys, hasta que en 2022 comenzó a trabajar con distintos equipos de fórmula como GRS Team. En esta temporada, ha dado un salto y trabaja con pilotos de la Eurocup 3, que está considerado el escalón intermedio entre la Fórmula 4 y la Fórmula 3.

Los incontables viajes que hace al año para desplazarse a las carreras en las que desempeña su labor, no le hacen perder las ganas de volver a Ferrol siempre que puede y la última vez que puso pie en la ciudad departamental fue para ver el ascenso de su querido Racing.

Álex en el box de GRS Team sobre un fórmula 4. Imagen cedida por Álex Verde

¿Qué hace en un día de trabajo un ingeniero de pista?

Hay diferentes tareas. Cuando estoy en la sede del equipo hay un trabajo más general y preparo la actividad en pista para que el coche quede listo para salir, ayudo a los mecánicos y, si me sobra tiempo, hago otras actividades menos específicas de un ingeniero. Vamos, de todo: desde cargar hasta limpiar. En un día de circuito nos toca preparar y realizar el montaje del box del pit lane o de la carpa, en caso de que estemos situados en el paddock. Al final del día, hay que empezar a trabajar con el piloto y hago con él el track walk, en el que buscamos referencias para frenar, vemos los pianos... aunque son cosas que ya ha practicado en el simulador.

Y durante la carrera, ¿cuáles son tus funciones?

El primer día, empezamos el montaje, el viernes son los test o entrenamientos libres y ponemos el coche en pista. Antes, me encargo de los reglajes del coche para que vaya lo más rápido posible. El sábado hay clasificación y carrera y entre sesiones trabajo con el piloto para mejorar su conducción a través de datos recogidos por sensores de performance tanto del coche como del piloto. Cuando el coche sale a pista, los datos se registran y se guardan en la central y cuando se para en boxes, descargamos esos datos. Mucha gente habla de telemetría, que es un sistema con el que puedes ver los datos en directo, pero eso solo lo tiene la Fórmula 1, Fórmula E y el Campeonato del Mundo de Resistencia. Nosotros trabajamos con adquisición de datos. Y mientras el piloto está en la pista, tenemos conexión con él a través de la radio y la pizarra.

¿La radio es tan divertida como la que escuchamos a veces en la Fórmula 1?

Es más divertida (ríe). En la Fórmula 4 los pilotos son jovencísimos y te encuentras conversaciones de todo tipo. Desde un niño quejándose por cosas que no tienen sentido hasta pilotos que te vacilan.

El ingeniero ferrolano (derecha) trabajando con el piloto. Imagen cedida por Álex Verde

Para los que seguimos este deporte a través de una pantalla, estar metido en este mundillo parece algo casi de ciencia ficción. ¿Cómo se llega a donde estás?

Es muy complicado porque es un mundo muy cerrado donde a veces prefieren gente no tan buena, pero que sea conocida para ellos. Y, desde fuera, se ve muy bonito todo el show y el glamour, pero realmente es muy sacrificado. Si no eres un apasionado, no vales para esto. Hay jornadas que empiezan a las 06:00 horas pero no sabes cuándo acaban. Alguna vez me ha tocado ver amanecer en el circuito. Lo haces como una pasión que casi lo harías como hobby y no como trabajo, y eso es lo que lo hace bonito. Pero para trabajar en esto tienes que tener mucha suerte. Al final es más tener contactos que currículum. Tuve jefes que me dijeron bromeando que nunca habían visto mi título de ingeniero. Prefieren un tío con ganas, con chispa, alguien que no tarde en pasar de cero a 100 pulsaciones pero que se sepa comportar en este mundo de show business, antes que una inteligencia desorbitada.

En cualquier caso, una persona que es capaz de titularse en alguna ingeniería se presupone inteligente.

Hay ingenieros de excelencia. Yo no lo soy. Soy una persona trabajadora que siempre que se propone algo va a por ello y darse por vencido nunca es una opción.

¿Siempre tuviste claro que querías dedicarte a la que hoy es tu profesión?

No. Lo que más me apasiona es el deporte: fútbol, coches y demás, y sabía que me gustaría estar ligado a ello. En un inicio, mi idea era ser periodista deportivo. Tenía buenas notas en bachillerato pero, sin desmerecer al periodismo, consideraba que podía sacar otra carrera que me permitiese tener una vida tranquila. Me planteé hacer Teleco en Vigo y al final, de las ingenierías de aquí, me decanté por mecánica porque el resto no me apasionaban. Además de que me gustan los deportes, en aquel momento estaba Fernando Alonso en lo más alto. Me gusta la Fórmula 1 y sabía que ahí hay ingenieros. Por eso me dije "vamos a tratar de meterme en el mundillo de las carreras, a ver si tengo suerte y lo consigo". Después, me decanté por un máster en una universidad privada para enfocarme más en el mundo del motorsport.

En la Eurocup 3 los motores están equilibrados para que ningún coche destaque sobre otro. ¿Qué es lo que tiene que hacer un ingeniero para sobresalir por encima del resto de ingenieros de otros equipos?

Con el tema motor no puedes montar nada. Un poco de reglajes, tema estrategia y lo que hace la diferencia son los pilotos. Hay que focalizar todo en que el piloto dé lo mejor de sí y tratar de ayudarle con el coche para que sienta la confianza para ir más al límite.

¿Hasta qué punto hacen caso los pilotos a sus ingenieros?

Depende. Normalmente se portan bien pero hay que tener en cuenta lo que decía antes, que le pides frenar más tarde y para ello tienen que tener referencias buenas y ayudarles. Es satisfactorio que veas que lo han hecho. En este trabajo tienes que tener también cualidades de psicólogo porque le vas a pedir cosas como esa, frenar más tarde cuando va a 200 o 300 kilómetros por hora, por lo que hay que saber transmitir ese mensaje, hacer las cosas con perspectiva, estar seguro de lo que dices y nunca jugársela. Esto te lo dan tus cálculos y la experiencia, no es pura inspiración, y, si el piloto ve que dudas, no va a confiar en ti. Ellos van a confiar en ti en la medida en la que tú les vas diciendo cosas y ellos ven que mejoran los tiempos porque, al final, el tiempo es el que manda.

Álex Verde en el pit lane junto al piloto Giovanni Maschio. Imagen cedida por Álex Verde

¿Quién es tu referente en el mundo de la ingeniería y en el mundo de la F1?

En ingeniería no tengo referentes como tal. A nivel de pilotos Fernando Alonso, en cuanto a talento y personalidad. También valoro a otros pilotos como Lewis Hamilton, Max Verstappen o Michael Schumacher de los que yo he visto en carreras. Y después otros como Ayrton Senna.

Has trabajado en rallys... ¿te quedas con ellos o con la fórmula?

Entre turismos, rally y fórmula prefiero la fórmula porque es un coche realizado para la competición que no tiene nada que ver con un coche de calle y por eso me gusta más. Pero no descarto trabajar en un futuro en turismos, el mundo de la resistencia también me gusta bastante y también me gustaría trabajar en las 24 Horas de Le Mans.

¿Cuál es tu meta profesional?

El objetivo de cualquiera puede ser llegar a la F1. Una vez dentro, conociendo todo más al detalle, ya no te apasiona tanto porque lo que hace un solo ingeniero en F2, F3, F4, lo hacen entre 60 en la F1. El nivel de especificación es tan grande que en la F1 no tienes tanto campo de trabajo como en la F4. No digo que sea aburrido, pero igual no llena tanto como en otras categorías.

¿Qué le dirías a los chicos y chicas que estén leyendo esto y que quieran seguir tus pasos?

Hay que tener la formación, pero a la par que te estás formando, hay que moverse en circuitos y presentarse a equipos porque, en ciertos momentos, necesitan gente para ayudar. Meter la cabeza es muy importante. El tema idiomas también es fundamental. Te mueves por distintos países, incluso en España el 85% de los pilotos son extranjeros. Además de esto, tienen que creer en que los sueños se pueden llegar a cumplir y no dejar de luchar. Si abandonas a la primera, nunca llegarás.

Viajas con frecuencia pero siempre que puedes, vuelves a Ferrol. ¿Qué es lo que más te gusta de tu ciudad y por qué sigues teniendo tu base aquí, cuando podrías residir en otras ciudades que te facilitasen y acortasen los desplazamientos?

Soy de Ferrol. He nacido aquí y el vínculo con mi ciudad es y siempre será especial. Es donde está mi familia y mis amigos de la infancia. Siempre que tengo 10-15 días libres me gusta gastarlos aquí. Este es mi hábitat, soy muy del Racing y como la gastronomía de aquí no hay nada en el mundo, igual que la forma de ser de los gallegos. Tenemos una amabilidad que te hace sentir en casa. Y yo soy de Ferrol, lo llevo en la sangre y mi idea en el futuro es establecer una sede aquí y cuando me retire, acabar viviendo en Ferrol.

Racinguista hasta la médula, con un apellido que te viene como anillo al dedo... ¿pudiste ver el partido del ascenso en A Malata?

Si, tuve la suerte de poder estar. Al final no tuve que trabajar y vivirlo me dio un bienestar que pocas veces obtienes. Son hechos que pasan cada mucho tiempo y son días que dan años de vida.

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