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Una Galicia construida pieza a pieza con Exin Castillos se expone en Vigo

Una muestra en el centro comercial Camelias de Vigo enseña los monumentos más importantes de la comunidad recreados con este juguete mítico de los años 80
Exposición Exin Castillos en el centro comercial Camelias de Vigo
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Exposición Exin Castillos en el centro comercial Camelias de Vigo
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Desde este mes de octubre y hasta febrero, la planta baja del Centro Comercial Camelias acoge una exposición muy especial. Ocho personas están tras esta nueva iniciativa: Santiago Franco, Juan Amandi, Diego Amandi, Luis Arias, Xurxo Barcala, David Salgado, Marcos Oliveira y Fran Guerra. Todo un equipo unido por una pasión común, los juguetes Exin Castillos.

La exposición está compuesta por una multitud de réplicas de edificios históricos de Galicia hechas con aquellas piezas de plástico con las que muchos niños pasaban las tardes allá por los años 70 y 80. Exin era una marca española que triunfaba con sus juguetes infantiles, como el Super Cine Exin. A finales de los 90 cesó su actividad, pero sus productos se quedaron prendidos en los recuerdos de la infancia de aquellas generaciones.

"Mi pasión empezó con ocho años cuando me regalaron un Exin Castillos. Desde esa mis padres anotaron el encargo para los Reyes Magos y todos los años me regalaban uno", relata Fran Guerra. Ahora tiene 55 años, es profesor de electrónica en un FP, y forma parte de la Asociación Exin Castillos & West. La pulsión no ha perdido intensidad con el paso del tiempo; se ha multiplicado.

Exin Castillos & West en Galicia

La Asociación Exin Castillos está compuesta por "treinta y cinco tarados", como dice Guerra entre risas, repartidos por la geografía española. Comenzaron con un foro de Internet en el 2007 y en 2014 contactaron con un nuevo fabricante de piezas. "Nos dio la vida, empezó a hacer piezas que no existían, nosotros lo asesorábamos sobre cuáles producir. Ahora hay un compañerismo total", explica Fran.

Fran Guerra ultimando los detalles de una maqueta. Foto: cedida

Antes de surgir ese nuevo productor, encontrar las piezas de Exin Castillos era todo un reto de investigación. Había que rastrear mercadillos, rastros y páginas de Internet para encontrarlas. Sin embargo, Guerra declara que tras el confinamiento aparecieron muchos ejemplares. "Se nota que la gente se puso a limpiar los trasteros", bromea.

En 2015 se unieron como asociación para apoyarse los unos a los otros, ya que se dieron cuenta de que sus creaciones generaban interés. En Galicia son un equipo de ocho personas y están especializados en la reproducción de monumentos emblemáticos de la comunidad.

Empezaron en 2017 con una exposición de Mondariz y desde esa no han parado de enseñar su trabajo por Galicia. Esto es muy positivo para dar a conocer la asociación Exin Castillos y también para el mantenimiento de las esculturas. No son muestras de corta duración, sino largas estadías debido a la dificultad del transporte y el montaje de las piezas. "Nosotros estamos encantados porque la gente lo ve, vuelve a relanzarse el juguete y la asociación se conoce", declara Fran Guerra.

Los paquetes de Exin Castillos. Foto: cedida

La Catedral de Santiago o el Pazo de Meirás

Ahora es posible ver en el Centro Comercial Camelias una gran variedad de monumentos, como la Torre de Hércules, el Castillo de Sobroso o el Pazo de Meirás, construidos por el equipo gallego de Exin.

Fran Guerra es el autor de la joya de la corona, la Catedral de Santiago, elaborada con 30.000 piezas. "La construí gracias a la cuarentena", confiesa el profesor. Ese boom de nuevas piezas que aconteció al salir del confinamiento le permitió encontrar lo que necesitaba para una obra de tal envergadura. Solo 300 fragmentos están producidos con una impresora 3D en vez de pertenecer a la marca Exin Castillos, y corresponden a elementos de mucho detalle del edificio.

La Catedral de Santiago y la Torre de Hércules. Foto: cedida

Para elaborar una obra de Exin Castillos, Fran explica que el proceso de documentación previa es más largo que la construcción en sí. Además, él prefiere conseguir los planos originales de los edificios y visitarlos por sí mismo, lo que suma tiempo.

De hecho, confiesa que prefiere hacer obras más pequeñas y cercanas y repetir algo tan colosal como la Catedral no está entre sus planes. "Hay obras que, siendo más pequeñitas, les cojo más cariño porque están al lado de casa, las he visitado cuarenta veces y conozco a los dueños", dice Fran Guerra, "Ese cariño que se percibe no se experimenta en otras grandes como la Torre de Hércules".

En cada destino desarrollan una nueva maqueta basada en el patrimonio arquitectónico de la zona. De la ciudad olívica podemos encontrar el palacio de Quiñones de León.

Pazo de Quiñones de León. Foto: cedida
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