La vidriera de Correos que sobrevivió al franquismo: Mucho más que un símbolo en Ferrol
Desde el lunes, la oficina de Correos de Ferrol ha recuperado uno de sus emblemas más característicos y es que, durante el fin de semana y fuera de horario de atención al público, se procedió a la instalación de la vidriera que está conformada por más de 240 piezas de cerca de 4 quilogramos de peso cada una.
Desde Correos detallan que "se trata de un elemento artístico catalogado" que había acusado varios daños y, tras la realización de varias inspecciones de la infraestructura, se procedía a la retirada de cada una de las piezas para su "revisión individual, recuperación y restauración".
La actuación incluyó, además, una revisión de la soldaduras de estaño y plomo, así como del anclaje de las varillas metálicas de refuerzo que sustentan la cristalera. Con esta intervención se sigue apostando por mantener uno de los reductos por los que continuó entrando la luz, desde distintos prismas y colores, a pesar de la represión.
El escudo que sobrevivió
Aunque, sin duda, lo más especial de la vidriera es el escudo que la preside y que fue instalado poco antes del estallido de la Guerra Civil, siendo un elemento rara avis como simbología republicana instalada en un edificio público y superviviente a la dictadura franquista, en la propia ciudad natal del dictador.
La luz que ofrece la vidriera, tras su elevación en el año 2008, aporta un interesante juego de colores y mayor luminosidad al espacio público, siendo además uno de los puntos que mayor interés suscitan entre los visitantes.
Desde la propia Oficina de Correos explican que es habitual entre los cruceristas el acercarse a la oficina a admirar este vestigio de la Historia de España que ha resistido al paso y peso de la misma.
Un curioso elemento de nuestro Patrimonio que pasa más desapercibido para la propia ciudadanía de Ferrol que, en algún caso, desconoce la existencia de este elemento ornamental.
El Edificio de Correos
El edificio de Correos, erigido entre los años 1934 y 1935, fue obra de Joaquín Otamendi Machimarrena, aunque hubo un proyecto inicial del arquitecto de cabecera de la ciudad, Rodolfo Ucha, que no llegó a materializarse y que data del año 1917.
La oficina, catalogada como Edificio Singular, está considerada de estilo regionalista, con ciertas reminiscencias de carácter montañés. La escalinata da acceso a una triple arcada que desemboca en el acceso principal al inmueble y la fachada se encuentra, además, flanqueada con dos torres.
Ferrol y la I República
Más allá de la Oficina de Correos de Ferrol y de su vidriera republicana, la historia pone de manifiesto el carácter rebelde de la ciudad en muchos momentos de la Historia, más allá de los estereotipos existentes en torno a la ciudad natal del dictador, Francisco Franco.
Y es que, tal y como recoge Henrique Alvarellos en su obra Galicia en cen prodixios, la urbe naval habría sido, además, la primera ciudad republicana de todo el territorio español.
Así, la República Federal sería proclamada en la ciudad 124 días antes que en el resto de España. El 10 de octubre de 1872, el brigadier Bartolomé Pozas y el capitán de marina, Braulio Montejo, con el apoyo de varios militares retirados y destacados miembros del Partido Republicano, se levantaron contra el gobierno de Amadeo I de Saboya.
Este pronunciamiento tendría tan solo una duración de 5 días, ya que fue sofocado el 15 de octubre por el general Sánchez Bregua. Según recogen las crónicas de la época, el levantamiento de Ferrol fracasó al no contar con el apoyo de los dirigentes republicanos de la época que condenarían la sublevación.
En ese período de 5 días, Ferrol se convirtió en la primera ciudad republicana de la España de finales del siglo XIX. Hoy, en pleno siglo XXI, la ciudad sigue siendo manteniendo algunos elementos patrimoniales que son mucho más que un símbolo, ya que atestiguan que el espíritu crítico y la diversidad imperante en esta urbe de origen ilustrado.
