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La Casa de la Troya de Santiago, museo y visitas para viajar a la universidad del pasado

"La Casa de la Troya" es uno de los grandes clásicos de la literatura española del siglo XX. Su espíritu sigue vivo en su casa museo en Santiago, donde es posible viajar en el tiempo a la vida universitaria del pasado
El director de La Casa de la Troya, Benigno Amor.
Quincemil
El director de La Casa de la Troya, Benigno Amor.

"La Casa de la Troya", una novela de 1915 que cuenta la historia de cómo el joven Gerardo Roquer acude a estudiar a Santiago, es uno de los grandes clásicos de la literatura española del siglo XX y tuvo hasta cinco versiones cinematográficas.

El espíritu de la novela de Alejandro Pérez Lugín sigue vivo en su escenario principal: la Casa de la Troya, la pensión en la que se alojó el protagonista y donde descubrió la vida universitaria de la Compostela de finales del siglo XIX.

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

Actualmente es una casa museo en la que está recreada la pensión tal y como era en la obra y en la que también tiene un gran peso la tuna, con una habitación dedicada a estas agrupaciones musicales en la que hay tanto instrumentos como becas -símbolos distintivos- de 150 tunas de todo el mundo.

"En la Casa de la Troya se puede hacer un viaje en el tiempo a la Compostela de finales del siglo XIX y principios del siglo XX para ver cómo se vivía en una pensión de estudiantes", explica en una entrevista concedida a Quincemil el director de la casa museo, Benigno Amor.

Historia

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

La Casa de la Troya funcionó como hospedería para estudiantes entre 1886 y 1906. A partir de entonces se convirtió en una vivienda, con una familia viviendo en cada planta hasta 1960, cuando muchas de ellas se mudaron al Ensanche.

Fue entonces, en 1966, cuando se llevó a cabo una recaudación pública que permitió al Concello de Santiago adquirir la hospedería por más de 500.000 pesetas con la intención de rehabilitarla.

En 1980 se constituyó un patronato -con participación de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), la Xunta de Galicia, el Concello de Santiago, la Asociación de Antiguos Alumnos de la USC y la Asociación de Antiguos Tunos de Santiago- con la intención de convertir la casa en un museo.

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

No fue hasta 1993, gracias al esfuerzo de Benigno Amor Rodríguez, cuando abrió sus puertas definitivamente con mobiliario de época gracias a la colaboración de anticuarios, artesanos, familiares de antiguos "troyanos" o un antiguo rector de la USC.

El 27 de febrero de 1993 se materializó el sueño al que Benigno Amor Rodríguez dedicó una buena parte de su vida y en el que, tras su fallecimiento en 2009, sigue trabajando también su hijo, también Benigno Amor.

El museo

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

La Casa de la Troya siempre se definió un museo de época, aunque desde el primer momento se convirtió también en un lugar de peregrinación para tunos tanto del resto de España como de todo el mundo.

"La gente empezó espontáneamente a venir a visitarlo y a dejar su beca, el distintivo de su tuna; ahora tenemos un cuarto dedicado a instrumentos y otros enseres", detalla Amor.

Otra de las particularidades de esta casa museo es que las visitas -de aproximadamente media hora- siempre se realizan en un pequeño grupo y de la mano de un guía, una iniciativa que busca "darle más valor".

La inauguración de la Casa de la Troya.

En el recorrido se pueden observar ejemplares clásicos de la novela, ver cómo eran las habitaciones de entonces o incluso tener una espectacular vista de las torres de la Catedral de Santiago desde la habitación de la patrona de la pensión.

"Desde la apertura hemos recibido más de 70.000 visitantes y antes de la pandemia íbamos a un ritmo de unos 3.000 al año, una cifra que está bien para nosotros, un pequeño museo que tiene como rasgo distintivo esas visitas guiadas", prosigue Amor.

Actualidad

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

El museo abre habitualmente entre cuatro y seis meses al año, haciendo especial hincapié en Semana Santa y todos los meses de verano. La pandemia truncó estos planes, pero 2020 finalizó con más de mil visitantes.

"Tuvimos que reabrir con medidas especiales y para nosotros fue un pequeño éxito el habernos propuesto arrancar y terminar en un día determinado y lo conseguimos hacer sin ningún tipo de incidencia", afirma el responsable de la Casa de la Troya.

La pandemia también llegó en un momento en que el museo estaba centrado en llegar a nuevos públicos tanto a través de las redes sociales como de los colegios del área de Santiago, siempre aludiendo al espíritu aún vivo de la novela.

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

"La vida universitaria es diferente a la de entonces en muchos sentidos, pero similar en otros: se mantienen ese salto de la casa familiar a una cierta independencia, la alegría, la camaradería o ese sentimiento de pertenencia", añade.

Otra iniciativa fundamentan en los últimos años han sido las visitas teatralizadas a cargo del actor y guía turístico Suso Martínez, quien se pone en la piel de diferentes personajes para, partiendo de varios punto de Santiago, caminar hacia la Casa de la Troya hablando tanto de la obra como de la historia de la ciudad.

Este mismo verano representó a un trovador gallego del siglo XIII, al estudiante irlandés que estudió en Santiago antes de ir a México e inspirar el personaje de "El Zorro" y a un compostelano archivero y cronista de la ciudad.

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

Durante el mes de septiembre este último, Pablo Pérez Constanti, recorrerá las calles de Compostela, así como Casimiro Barcala, la representación de un estudiante de la universidad de la época de la Casa de la Troya que en ocasiones parte de la Alameda de Santiago acompañado de unos tunos.

El 3 de septiembre la Asociación Cultural-Musical de Antiguos Tunos Compostelanos e Amigos do Museo Casa de la Troya realizará una peregrinatio rosaliana, viajando en tren a Padrón como hacían los tunos en el siglo XIX para después desplazarse tocando hasta Santiaguiño do Monte.

El 9 de octubre habrá también un encuentro de agrupaciones y antiguos tunos procedentes de diferentes ciudades por las que pasan el Camino Portugués y la Ruta de la Plata.

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

"Tenemos otra iniciativa más desconocida: a los seis primeros peregrinos que se acerquen cada mañana al museo los invitamos a la visita", prosigue Amor.

El responsable de la Casa de la Troya tiene la firme convicción de que Santiago debe apostar, además de por el turismo relacionado con la catedral, por dar más visibilidad a su condición de ciudad universitaria.

"Otras ciudades universitarias como Salamanca o Alcalá aprovechan para atraer turismo; aquí tenemos la posibilidad de que la estancia suba de un día y pico a más de dos noches a través del patrimonio y los museos de la ciudad", propone.

La Casa de la Troya (Xaime Cortizo/La Casa de la Troya).

La apuesta por el "turismo universitario" permitiría que Santiago funcionase "muchos más meses al año" e incluso "descargase el verano", atrayendo a visitantes "interesados en el comercio local". La Casa de la Troya, que espera superar los 2.000 visitantes este 2021, está decidida a poner su granito de arena.

Mientras tanto, Benigno Amor invita tanto a turistas como a compostelanos y gallegos -hayan estudiado en la universidad o no- a visitar la Casa de la Troya para viajar en el tiempo a través de su recreación de una antigua hospedería de estudiantes.

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