El teatro gallego en tiempo de coronavirus: así regresan las compañías a escena
Los teatros gallegos cerraron sus puertas al público con la entrada del estado de alarma a mediados de marzo y poco a poco retoman la actividad gracias al proceso de desescalada y, desde el lunes, a la "nueva normalidad". Son cientos las compañías se vieron afectadas por las medidas de contención del Covid-19, que aún ahora son restrictivas al limitar el aforo en las salas al 50%.
"Ahora mismo lo importante es que empiece la actividad. Hay que generar confianza para que la gente vaya al teatro, al igual que al cine. Que con los bailarines y actores en escena, el espectador esté tranquilo. Soy optimista: los teatros se van a llenar", asegura el director de Os Náufragos Teatro, Gustavo del Río. La idea es que el aforo pueda ampliarse hasta el 100% en algo más de dos meses. Los teatros públicos de Galicia son los primeros en retomar funciones estas semanas, y esto es fundamental para que el sector reviva y porque sirve para comprobar la efectividad de los protocolos. Los centros privados, sin embargo, tienen previsto volver en septiembre, pero "deberían abrir" con el total de plazas dispobiles o no les compensará.
Las compañías gallegas están pendientes de protocolos sanitarios como el publicado por el Ministerio de Cultura. "Nosotros, en Galicia, estamos trabajando también con la asociación de actores para establecer un protocolo específico para todos los teatros que están en la red", comenda del Río. Para el coruñés, es importante que centros como el Teatro Rosalía de Castro inicien su actividad esta semana: "Esto significa que podemos empezar a ver funciones con mascarilla y con medidas de distanciamiento social dentro del propio teatro".
El teatro durante el confinamiento
Según el catálogo online del Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música, en Galicia hay más de 200 compañías de teatro que centran su actividad en especialidades diversas como el teatro lírico, el musical, el de objetos, el circo o las animaciones, entre otras. La cultura fue uno de los grandes reclamos para los ciudadanos que durante el confinamiento se refugiaron en películas o libros. El sector denuncia que todavía hay mucho trabajo para poner en valor la actividad cultural y la importancia que ésta tiene a nivel social y económico.
Las compañías tuvieron que cancelar sus espectáculos y establecer una nueva fecha para su representación y agradecen "la disponibilidad" de los teatros parar reconducir las funciones al último trimestre del año. Sin embargo, debido a que son demasiadas las obras que no llegaron a celebrarse, "no caben todas" y el período se amplió hasta principios de 2021.
"En nuestro caso, se paralizó totalmente la actividad porque estábamos a punto de estrenar un espectáculo el 15 de marzo. El 13 tuvimos que parar los ensayos, y a partir de ahí empezaron a caer las 10 funciones que teníamos ese mes. Las hemos pasado al último trimestre pero todavía hay algunas sin fecha", lamenta del Río. Los integrantes de la compañía Os Náufragos Teatro no pudieron teletrabajar porque estaban pendientes de probar la escenografía y la iluminación. La primera función de Onde viven os monstros será en septiembre, pero el director coruñés recuerda que el Concello da Coruña tiene intención de programar algunos eventos durante el verano, algo que su compañía recibiría con los brazos abiertos y lista para actuar.
Algunos ayuntamientos, no solo de Galicia sino en todo España, aprovecharon la desescalada para emitir funciones en streaming, como es el caso de Vilalba. "La cultura no es gratuita, los que hacemos cultura tenemos que vivir de ella. Ayuntamientos como el de Ovideo han pagado por funciones telemáticas", ejemplifica del Río. Algunas compañías gallegas, por su parte, compartieron a través de Internet representaciones pasadas para que la gente pudiese disfrutarlas y, de paso, darse a conocer. "El teatro es algo vivo que hay que ver en el momento. El aquí y ahora", afirma el director coruñés.
La escuela de teatro ON
Gustavo del Río también es el director de la Escuela de Artes Escénicas ON, inaugurada a principios de octubre y que apenas unos meses después tuvo que cerrar al público debido al coronavirus. Regresa ahora con la colocación del rótulo y más talleres, cursos y actividades para recuperar el tiempo perdido. "He preparado clases que tienen que ver con el distanciamiento, en las que los alumnos no tienen que acercarse demasiado ni tocarse", explica el coruñés. El centro acogerá un taller de interpretación actoral la primera quincena de julio y la idea es repetirlo en septiembre.
"Con la escuela tuvimos algún encuentro virtual, pero quería retomar la actividad en cuanto se pudiera y eso hicimos a principio de junio", asegura del Río. Uso de mascarilla obligatorio, distanciamiento entre los participantes, solo una persona en el aseo y gel en la entrada del local son algunas de las medidas que los centros de teatro, al igual que otros establecimientos, tomaron.
El director de Os Náufragos Teatro pertenece a la junta de la asociación gallega de artes escénicas Escena Galega. Esta organización estudia la posibilidad de utilizar lo aprendido durante el confinamiento para continuar con la actividad de las compañías como, por ejemplo, el hecho de haber comprobado "que se puede trabajar de una forma presencial y a distancia".
Precisamente, directores y actores buscan como adaptar lo vivido a las escenas que representan. "Mediante el teatro podemos llegar a lugares muy bonitos. La primera clase que tuvimos fue sobre el confinamiento, cómo transformar algunas cosas cotidianas que hacían en acciones que tenían que ver con la danza, el teatro o la mímica", concluye Gustavo del Río.
