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El legado masónico en Galicia: así son las logias gallegas actuales y sus obediencias

De las 130 logias gallegas que llegaron a existir entre los siglo XVIII y XX, a día de hoy apenas se mantienen vigentes menos de una decena pertenecientes a varias obediencias, entre ellas Gran Logia Simbólica y Gran Logia de España
Exposción en la Casa de Fonseca, Pontevedra.
Instituto de Estudios Masónicos de Galicia
Exposción en la Casa de Fonseca, Pontevedra.
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El misterio ha envuelto siempre a la masonería. Rituales, esoterismo e incluso la idea perpetuada en el tiempo de una institución custodia de secretos, transmitidos de generación en generación, capaces de acabar con cualquier orden y poder establecido. Entre los grandes mitos de la masonería resuenan en el imaginario colectivo del mundo teorías conspirativas como la de "El ojo que todo lo ve", el trazado de la ciudad de Washington D.F o el "Nuevo Orden Mundial". Pero más allá de los fantasmas que llevan décadas alimentando la intolerancia histórica hacia la organización ―sólo hay que echar la vista atrás para recordar la incesante persecución judeomasónica de la dictadura franquista―, la realidad es que el legado masónico sigue muy presente en España, y particularmente en Galicia

Pero, ¿qué es realmente la masonería o francmasonería? Resulta difícil acotar una única definición debido a la complejidad y el recato de esta sociedad, pero hablar de masonería es hablar de una organización internacional, de carácter discreto y secreto, que reúne a individuos agrupados en entidades conocidas como logias bajo un precepto común de fraternidad. Defensores de la dignidad humana, la tolerancia y la igualdad; los masones tienen el objetivo de impulsar la verdad y el progreso moral e intelectual de las personas a través de la ciencia. Además, la institución se autodefine asimismo como filantrópica, iniciática (espiritual), filosófica, humanista, selectiva, simbólica y no religiosa. Los orígenes de estas sociedades masónicas se remontan hasta los siglos XIII al XVI y se relacionan con los gremios dedicados a la construcción de las grandes catedrales góticas europeas, cuyos talleres eran entonces conocidos como logias. 

En el caso particular de Galicia, cabe destacar que entre los siglos XVIII y XX existieron en todo el territorio cerca de 130 logias masónicas diferentes que lograron establecer una importante impronta en la vida política y cultural, sobre todo gracias a figuras tan relevantes como el abogado y político coruñés, Santiago Casares Quiroga, o el literato celanovés, Manuel Curros Enríquez, pues ambos personajes históricos fueron reconocidos miembros de la masonería gallega. En la actualidad, en Galicia se mantienen vigentes menos de una decena de logias(así es la vida de una logia gallega en el siglo XXI) de cuatro obediencias distintas: Gran Oriente Ibérico, Gran Logia Simbólica, Gran Logia de España y Masónica Mixta Internacional Le Droit Human.   

Breve historia de la masonería en Galicia

Escuadra y compás, uno de los símbolos masónicos. Foto: Gran Logia de España

Hay que remontarse hasta el año 1747 para conocer los inicios probados de la masonería en Galicia, al menos tal y como quedó demostrado en una denuncia firmada en tal fecha con referencia masónica en el Tribunal inquisitorial santiagués. Se trata de la única prueba documental que existe de la primera presencia masónica en la historia de Galicia y corresponden a un tal Simon Lafora, un capitán agregado a los Regimientos de Asturias y Galicia al que condenan "por francmasón y hacer proposiciones" (blasfemias contra la Iglesia).

Ya a partir del siglo XIX, las referencias firmes y directas sobre casos de masonería vistos para sentencia por el Tribunal gallego se vuelven mucho más recurrentes. Por otro lado, se sabe a ciencia cierta que una de las primeras logias masónicas de Galicia fue creada en A Coruña ("La Reunión Española") un 12 de mayo de 1814, sólo doce días más tarde de la publicación de un real decreto fernandino que prohibía todo tipo de sociedades secretas. En cuanto a la composición de esta primera logia gallega, de los 29 masones que conforman su cuadro lógico: 13 eran militares o desempeñaron cargo dentro de la administración del ejército; 10 fueron comerciantes; 2 fabricantes y cerraban el círculo otros cuatro miembros de sectores dispares. 

La segunda logia que aparece en la historia de la masonería en la región se regularizó en febrero de 1817 bajo el distintivo de "Los Amigos de la Orden" y al parecer se trataba de una logia estrictamente militar y española en su composición. Con todo, cabe destacar que la masonería gallega vivió su máximo período de esplendor desde el año 1817 y hasta 1936, justo antes del estallido de la Guerra civil española.

La persecución durante cuatro décadas por parte del régimen franquista hacia las organizaciones judeomasónicas terminó por generar un vacío impuesto en todo el territorio gallego. Lo cierto es que de las más de 125 logias masónicas y los miles de masones que existían en Galicia, en la actualidad apenas sobreviven una decena de estas asociaciones de masones ―entre históricas y de nueva creación― con poco más de un centenar de miembros en su totalidad.  

También es importante resaltar que a lo largo del tiempo la organización masónica de Galicia contó entre sus filas con grandes personalidades que tuvieron un papel destacado en la cultura y política gallega (y en otros muchos sectores relevantes), entre ellos Xosé Fontenla Leal, Ánxel Casal, Díaz Valiño, Portela Valladares, Manuel Becerra o Manuel Lugrís Freire entre otros. Destaca también el caso del compostelano Antonio Romero Ortiz, que ejerció como Gran Mestre da Masonería do Barbanza (del Gran Oriente de España) desde mayo de 1881, siendo asimismo un reputado político, abogado y periodista.

En el mundo de las artes, las figuras del escritor Manuel Curros Enríquez o el pintor Luis Seoane se convirtieron en las grandes caras visibles de la masonería gallega en sus respectivas épocas. En el caso particular de Curros Enríquez, el literato ourensano perteneció a la logia Auria, con base en Ourense, y de hecho, tras su muerte se inauguró el primer centro masónico erigido en Galicia bajo el nombre de "Renacimiento 15 Curros Enríquez". 

Las logias masónicas vigentes en Galicia

Tenida sosticial de las tres logias gallegas, Renacimiento , Curros Enriquez y Atlántica en 2018. Foto: Atlántica 84

Según algunos de los últimos datos aportados por el Instituto de Estudios Masónicos de Galicia, en el año 2016 la comunidad gallega sumaba siete logias masónicas repartidas por todo su territorio y pertenecientes a tres obediencias distintas. Con todo, en los últimos años la masonería gallega ha experimentado un cierto resurgir de sus cenizas con la aparición de nuevas logias, algunas de ellas mixtas. La constitución de estas asociaciones se ha hecho visible incluso en ciudades en las que no había habido presencia de masones desde la Guerra civil española. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la Logia Suevia 2095 de Ourense, que se trata de la primera mixta de Galicia y la única sociedad masónica de la provincia desde el año 1936.

La asociación masónica en cuestión fue creada en marzo del año 2019 y pertenece a la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Human. Un caso similar que forma parte de la misma Obediencia es el del triángulo masónico Lucus Augusti ―el grupo masónico más reducido de los existentes―, se trata de la primera logia de Lugo desde la Guerra civil española, constituida en el año 2021 y asentada bajo los auspicios de la logia Suevia. 

Otra de las más recientes incorporaciones a la lista de logias gallegas se instauró en el año 2020 en algún lugar geométrico del Oriente de la ciudad herculina. Hablamos de Clave 77, perteneciente a la obedencia Gran Logia Simbólica e inscrita dentro de la tradición del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Otras dos logias gallegas dentro de esta misma obediencia masónica son el Obradoiro-Keltoy 80 en Vigo (masonería liberal) y Galicia 77 en A Coruña.

También resulta importante destacar el papel de la coruñesa Ara Solis, la única de las vigentes en Galicia que forma parte de la obediencia Gran Oriente Ibérico. Además, esta es una logia pionera de la cual nació y se expandió por todo el Estado el Gran Oriente Ibérico, convirtiendo A Coruña en el epicentro de la masoneria gallega.  

En cuanto la Gran Logia de España, esta cuenta con cuatro representantes en el ámbito gallego: Atlántica 84 (Vigo), Renacimiento 54 (A Coruña), Saint Jacques 140 (Santiago de Compostela) y Curros Enríquez 114 (Santiago de Compostela). "De hombres buenos, hombres mejores" es el lema de la única logia vigente en la actualidad en el sur de Galicia (Atlántica 84), concretamente en Vigo, y que fue fundada hace ya casi tres décadas bajo la Obediencia de la Gran Logia de España y por el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Por su parte, Renacimiento 54 está considerada la logia en activo más antigua de la comunidad así como una de las más grande en cuanto a miembros, formada por masones libres, antiguos y aceptados que realizan sus trabajos en los valles de La Coruña por el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. En el caso de las otras dos logias compostelanas fueron creadas en memoria del poeta Curros Enríquez y en torno a la la ruta xacobea con gente de distintas nacionalidades. De hecho, la asociación masónica de Saint Jacques tiene la particularidad de dedicarse a la atención de los hermanos peregrinos que realizan el Camino de Santiago

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