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Arquitectura de emergencia. Cómo se construye un hospital de campaña

Cómo se construye un hospital de campaña: desde el puesto de socorro de la noche de San Juan a las construcciones que se plantean para dar cobijo a los enfermos ingresados por Coronavirus
Fotos en blanco y negro del Ejército de EE. UU.: Carpa del campamento del hospital
Fotos en blanco y negro del Ejército de EE. UU.: Carpa del campamento del hospital

Estamos programados para pensar que cualquier 'nueva' arquitectura será la solución de algunos problemas. El movimiento moderno nació en plena implacable campaña por desnudar: fuera ornamentos, valores burgueses, frivolidad. Pero porque tiene lugar en el campo esta es una revolución cautelosa...TRIC: ¿un extraño nacimiento virginal? Los edificios ya no son para los humanos, sino para cosas y máquinas. Miles de años de historia cultural y arquitectónica son desechados. Debates, predicciones, ideologías ignoradas, literalmente. Es post-humano. No ha existido una arquitectura de vigor similar en los últimos 100 años. Esta basada estrictamente en códigos, algoritmos, tecnologías, ingeniería y practicidad, no intención. Rem Koolhas. Countryside: A report, 2020

Las crisis internacionales afectan de manera transversal a todas las disciplinas creadas por el hombre, desde las más fisiológicas y tangibles a las más abstractas. Este tirón de freno de mano permite una visión retrospectiva e introspectiva al mismo tiempo, algo muy en consonancia con las superposiciones de imágenes de nuestra realidad simbólica, como la define Slavoj Zizek. Quizás, como dice el filósofo, lo real es un término enigmático, y la realidad no puede ser desenmascarada de forma constante respecto de la ficción, sino que es necesario tener presentes ciertos puntos indeterminados. Lo real es el vacío que deja una realidad inconsistente, y esos puntos indeterminados son aquellos a los que confrontar si se busca darles una representación simbólica. El simbolismo que el ser humano necesita para entender, para dotar de sentido al abstracto.

Dentro de esta disolución hipersaturada de estímulos, datos e imágenes, la arquitectura aparece como una disciplina más dentro de esa realidad, en la que se determinan puntos indeterminados. La arquitectura se encuentra en simbiosis con el ser humano y se integra con la naturaleza como un elemento vivo más del hábitat. Uno de esos puntos indeterminados en época de crisis puede simbolizarse, en términos arquitectónicos, como la empatía: aquella arquitectura diseñada para la emergencia inmediata. Soluciones que se han desarrollado durante años para garantizar una respuesta rápida a la vida y al cobijo del ser humano.

Si asumes que no existe esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades de cambiar las cosas.  Noam Chomsky

Gervasio Sánchez en la Guerra de los Balcanes, publicada en Vidas Minadas. 10 años después. Fundación Hazloposible via Flickr

El hábitat humano en tiempos de crisis

Una de las vías de investigación mas prolíficas de la arquitectura como disciplina es la arquitectura humanitaria, aquella que es por definición antagónica a la arquitectura forense (término acuñado por el alcalde de Belgrado tras la guerra de los Balcanes). La solución del hábitat frente a la destrucción, la vida frente a la cáscara de una ciudad hueca resultado de la barbarie humana. Y son muchos los ejemplos de arquitecturas fundamentalmente autoconstruidas, precisamente por el valor psicológico de ocupar la mente para olvidar la catástrofe. Arquitecturas de cartón, arquitecturas inflables, arquitecturas con materiales sencillos del lugar, para volver a tener un cobijo como comunidad.  

Observando las fotografías de Gervasio Sánchez, la belleza de la ruina contrasta con la belleza rota de sus protagonistas, aquellos que rechazan la ruina con dolor y buscan un hábitat nuevo e inmediato. La arquitectura da respuesta a ello con prontitud, y se suele hablar de este nuevo hábitat como primera necesidad, pero quizás no lo es, sino que frente a una catarsis lo primero es resolver la emergencia. Frente a la destrucción, la guerra o la pandemia, hay piezas arquitectónicas previas a la necesidad de hábitat.

Vista general del 18th General Hospital, en Nueva Zelanda,1942

Arquitectura de emergencia

Hoy en día en A Coruña es fácil ver estructuras que se montan y desmontan en previsión de alguna emergencia, como el puesto de emergencias que se sitúa en el espigón durante la celebración de San Juan, o algunos otros dispositivos de seguridad ciudadana que se colocan cuando se celebra alguna aglomeración de personas como sucede durante alguna competición deportiva. La arquitectura de emergencia en este caso alude a  los hospitales de campaña, los quirófanos portátiles o las consultas de primeros auxilios, que no sólo han de construirse contrarreloj, sino que también han de poder ser trasladadas conforme las circunstancias lo requieran.

El origen de estas construcciones suele referirse al ámbito marcial, y así es, pero al mismo tiempo éste se nutre del saber tradicional. Existen dos tipologías básicas de construcción de emergencia: inflable y tensada, si bien es cierto que también pueden realizarse construcciones ligeras de otro tipo con cartón o madera, pero éstas últimas tardan más tiempo en montarse o en ser trasladadas (en el caso de que sean elementos prefabricados). 

Las estructuras inflables son más modernas que las tensadas, debido a la tecnología necesaria para sustentarlas.  Se podría fechar el origen de las construcciones inflables contemporáneas en torno a los años 30 (si bien es cierto que había algún prototipo aislado previo). Las construcciones tensadas, sin embargo, son muy antiguas. Si los inflables responden a la construcción con el material más ligero que existe, el aire (como lo describe José Miguel de Prada Poole, la figura más notable de la construcción de esta tipología arquitectónica en España), las construcciones tensadas se construyen con los mínimos medios disponibles (como puede verse las investigaciones y construcciones del Instituto de Estructuras ligeras de Frei Otto, o en los prototipos de Buckminster Fuller). Su punto de encuentro común es que ambas son transportables con muy poco esfuerzo.

Nave para los encuentros de Pamplona. Prada Poole, 1972

Arquitectura tensada. Construir con los mínimos recursos

La arquitectura tensada optimiza las características del material. Mediante el estudio del comportamiento de sus tensiones internas se puede discernir qué elementos son más adecuados para resistir un esfuerzo u otro, lo que permite ir a secciones muy pequeñas y por lo tanto ligeras para transportar.

Las primeras estructuras de este tipo son las tiendas de campaña militares diseñadas por el ejército romano, y que permitían levantar una guarnición en apenas horas para acampar durante un tiempo en una zona. Pero también las Jaimas son contemporáneas de éstas en origen y van un paso más allá en términos de diseño, ya que no sólo utilizan pequeñas secciones de madera, sino que la cobertura no es cualquier tipo de tela, como tampoco lo es su disposición respecto a los elementos naturales.

La jaima se dispone en función a los vientos predominantes, de forma que el humo del fuego no retorne al interior creando una corriente convectiva que distribuye el calor adecuadamente. Este comportamiento térmico es garantizado además por su envolvente, una tela de seda (uno de los textiles  tradicionales de mayor resistencia a los esfuerzos de tracción) que se cubre con piel de oveja o cabra para dotarla de inercia térmica capaz de mantener la temperatura durante las frías noches del desierto a pesar de que el fuego se apague.

De esta misma forma funciona el tipi indio, construido por las mujeres de la tribu de manera individual y cuya tecnología hacía la pieza transportable casi sin apoyo. Otro de los ejemplos paradigmáticos tradicionales y que sigue en uso en la actualidad es la Yurta, la construcción típica de las tribus nómadas del desierto del Gobi, cuya tecnología constructiva se ha desarrollado tanto que cada pieza presenta un diseño muy específico no sólo en su construcción sino también en su empaquetado y transporte. Se caracteriza por ser, de entre todas, una de las más estables y más resistentes a las inclemencias de un emplazamiento hostil, puesto que están muy bien ventiladas, iluminadas y cuentan con fuerte aislamiento térmico.

Todo este conocimiento es aplicado directamente a las tiendas de campaña contemporáneas desde la fly-tent hasta el kohte alemán. Así en los últimos años se han realizado previsión de este tipo de estructuras de muy fácil y rápido montaje. Pero entre ellas destacan varios ejemplos por lo singular y fundamental de su planteamiento.

Durante la Segunda Guerra Mundial se perfeccionan los hospitales y quirófanos de campaña que ya se habían utilizado durante la Primera Guerra mundial, y que serán posteriormente mejorados y más utilizados durante la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam o de forma contemporánea en conflictos y situaciones de emergencia humanitaria.  Los hospitales de campaña eran llevados al lugar con un camión sanitario, y desplegados en cuestión de horas, su facilidad e transporte y fácil montaje era una gran ventaja. Pero es aún más relevante el quirófano de campaña, una estructura adosada a la caja de un camión de guerra, que se desplegaba y montaba en minutos, y permitía al equipo que lo llevaba tratar y operar a heridos con mucha rapidez y trasladarse al siguiente punto a toda velocidad. Muy útil en la guerra y actualmente en la ayuda humanitaria, tiene una condición nómada que permite acercarse a pacientes muy graves y asistirles con mucha prontitud.

Quirófano de campaña
Quirófano de campaña

Arquitectura inflable. Un hospital climatizado e higiénico en minutos

La arquitectura inflable se desarrolla de forma profusa en la Segunda Guerra Mundial: desde el ejército fantasma compuesto de tanques inflables para despistar al enemigo, a los hangares camuflados (desarrollado por el Royal Military Engineering, que contaban con el arquitecto Cedric Price entre otros). Los ejércitos (especialmente el británico) contaban con numerosos artefactos inflables, entre ellos quirófanos, hospitales y burbujas para camuflar camiones sanitarios. Lo excepcional de la arquitectura inflable es que se construye rápido y no sólo es ligera, si no que apenas ocupa espacio.

Esto la convertía en la mejor arquitectura efímera, transportable e instantánea. Y una de las mejores soluciones a nivel técnico, no sólo por la funcionalidad requerida, sino porque sus materiales impermeables y su interior climatizado a partir de los ventiladores que los sostienen (tanto en el caso de inflables de baja presión). El material del que se realiza el inflable es PVC o polietileno, con facilidad de desinfección, y a los ventiladores se les pueden acoplar suplementos como resistencias para calentar el aire o filtros para purificarlo. En los inflables de alta presión, los habituales de los castillos de juego de los niños, no resultan tan efectivos a nivel sanitario, ya que el confinamiento del espacio no es tan hermético, y además tienen mayor riesgo de colapso instantáneo, frente al más lento de un inflable de baja presión, sin embargo estos resultan útiles en la generación de una estructura resistente pequeña y rápida de mayor capacidad portante.

El ejército fantasma

De entre estas estructuras inflables, destacan el MUST (Medical Unit Self-contained Transportable) o el proyecto de Hans Walter Müller que diseña una iglesia inflable, a la forma de los quirófanos inflables de campaña, que era transportable en motocicleta (vehículo más ágil entre la ruinas de las ciudades tras una guerra). Alentado por el Groupe Utopie, desarrolla en 1969 esta pieza, que permite llevar un espacio de reunión a cualquier lugar. Una construcción de solo 39k de peso con la siguiente etiqueta: Iglesia inflable, 200 personas, montaje 10 min.

Pero en España hay un arquitecto que desarrolló arquitectura inflable, de manera incansable. José Miguel de Prada Poole, construyó ciudades inflables, naves, recintos expositivos, con gran éxito. Algunos de ellos autoconstruidos como la Instant City de Ibiza (1968), otros más técnicos como la pista de hielo Hielotrón (1972), todas ellas construcciones ligeras, rápidas y sin huella. Todo un conocimiento único a nivel nacional, pensado para dar un hábitat puntual al ser humano, y en muchos casos planteado como arquitectura de emergencia. Una arquitectura necesaria en estos tiempos, pero casi olvidada aquí.

Se pueden encontrar diversas tipologías de estructuras transportables al margen de las tensadas y las inflables: estructuras prefabricadas, estructuras de cartón, estructuras de barras, estructuras desplegables, pero todas ellas aluden al campo de las estructuras ligeras. Estas últimas son más complejas como toda la obra del arquitecto Emilio Pérez Piñero quien construiría las tetas en la Plaza de María Pita. Pero hay un tipo, que suele ligarse tanto a estructuras tensadas como inflables (puesto que puede realizarse de ambas formas), y que además se constituyen en un juego interesante para los días de confinamiento.

Jugando a ser un arquitecto en emergencia

La arquitectura es una disciplina transversal, como muchas otras, pero su discurso, por lo que tiene de simbiosis humana, le permite ser vehículo de muchas narrativas. Es cierto que su vinculación social o filosófica es interesante, pero aún lo es más la lúdica. Las arquitecturas plegables, son esas estructuras que se constituyen casi como juegos, aunque su puesta en practica no sólo es muy realista sino muy grave. Hay un tipo de hospital de campaña a veces llamado oruga, que se construye partiendo del plegado en triángulos de una superficie rectangular. Lo singular de ésta, es que una vez plegada tiene forma de herradura, y es fácilmente transportada al hombro por cualquier persona, dado su bajo peso y su pequeño tamaño. 

Hay poética en la arquitectura que construye las ciudades y el hábitat, pero también la hay en tiempos de crisis y de necesidades desgarradoras. La arquitectura es cultura, arte, poética, historia... pero también construcción y funcionalidad, todos ellos conceptos necesarios en una crisis transversal que necesita curar a sus enfermos pero también aliviar los miedos, la ansiedad y la incertidumbre.

El análisis de esta enorme reserva de energía constructiva [...] puede depararnos la alegría de descubrir ejemplos de honestidad, claridad, lógica, y una saludable práctica constructiva, donde antes sólo veíamos Arkadia y Folklore. Es como hacer una dieta de comida sencilla después de haber sido malcriados por una repostería de cariátides y darse cuenta del gran espacio que hay entre las frases hechas y la realidad.  Este enorme diccionario de lógica constructiva diseñado por el género humano, creador de formas abstractas y geometrías plásticas que evidentemente conectan con la tierra y el clima, la economía y la tecnología se despliega antes nosotros en la arquitectura [...]. G. pagano, G. Daniel. Arquitectura rural italiana, 1936.

Densa y extensa, una disciplina tan larga como las necesidades de cobijo del hombre, ésta es capaz de contribuir de forma humilde y efectiva a la crisis y la catarsis, desde un conocimiento de raíces muy profundas.

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