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13 rincones de la Ciudad Vieja de A Coruña que tienes que conocer

¿Quieres descubrir La Ciudad Vieja? Cada calle, cada plaza, cada edificio cuentan una historia. Acompáñanos y adéntrate en los 13 rincones imprescindibles de su memoria.
Puerta de Aires
Puerta de Aires
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A Coruña es una ciudad caracterizada por sus contrastes. Cada barrio, cada rincón, cada edificio cuentan una historia, transmite sensaciones y nos transportan a épocas diferentes. Desde el renovado Parrote que confiere a la ciudad un aspecto moderno hasta la ciudad vieja, donde estilos barrocos y medievales se mezclan para componer el casco histórico de la ciudad.

La ciudad vieja, anteriormente conocida como La Ciudad Alta por su privilegiado emplazamiento, se identifica por sus calles adoquinadas, plegadas sobre sí mismas y diseñadas estratégicamente para protegerse no solo de los enemigos, sino de las adversidades climatológicas. Aunque, sobre todo, se caracteriza por la historia que sigue viviendo entre sus calles.

La zona vieja comienza al cruzar María Pita y se extiende hasta el Castillo de San Antón.  Es aquí donde, antiguamente protegido por los ya desaparecidos muros defensivos, podrás revivir batallas, tocar la historia de la literatura gallega o simplemente ver el trascurso del arte y la arquitectura a través de siglos. El sosiego y la quietud que se respiran entre sus calles te acompañarán durante la visita por los 13 rincones que hemos seleccionado.

Plaza de María Pita

A pesar de que el ayuntamiento no forma parte de la zona vieja, por ser construido a finales del siglo XIX y sustentarse sobre diversos estilos arquitectónicos más modernos, recomendamos atravesar sus arcos y caminar entre sus columnas mientras observas los pasos de los viandantes o los juegos de los niños alrededor de la majestuosa estatua de María Pita.

En sus calles colindantes hay muchos rincones valiosos. Subiendo las escaleras de uno de sus laterales podrás ver, desde la Puerta de Aires, uno de los rincones más fotografiados del momento: las vistas a una de las torres del ayuntamiento entre el corredor que forman los coloridos edificios de la escalinata. Por el contrario, si decides rodear el ayuntamiento, por alguno de sus laterales, te encontrarás con uno de los rincones más bonitos de María Pita al atardecer. Podrás disfrutar de como los colores cálidos inundan la plaza reflejándose en los ventanales de sus edificios.

Colegiata de Santa María do Campo

Al final de la Calle Puerta de Aires se sitúa la Colegiata de Santa María do Campo, frente a la Casa Cornide. Esta iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931. De estilo románico, adquiere su nombre debido a su localización ya que originalmente se situaba fuera de la protección de las murallas, siendo acogida tras la ampliación y la reforma del cerco amurallado, pasando a formar parte del casco medieval.

Su construcción original está fechada en el año 1150, sufriendo diversas reformas y ampliaciones, muchas de ellas emprendidas tras su conversión a Colegiata, en el S XV. No obstante, antes de este nombramiento fue la Iglesia de los Gremios del comercio y el mar, algunos historiadores aseguran que los marineros acudían a ella al llegar a tierra para agradecer su buen regreso.

Es altamente recomendable no dejar escapar la oportunidad de rodear la iglesia y curiosear por sus calles colindantes, con una distribución espacial que no deja indiferente.

Plaza de Azcárraga

Bajando la calle Damas, desde la Colegiata, llegaremos a otro de los lugares de la Ciudad Vieja con más encanto: La Plaza de Azcárraga.  Esta plaza es considerada, para muchos, como una de las plazas más hermosas no solo del casco antiguo, sino de toda A Coruña.

Históricamente era la plaza más importante de la ciudad vieja por ser el emplazamiento de las casas consistoriales. Además, en la propia plaza se celebraban diversas ceremonias, mercados y eventos populares. Por ello, anteriormente, era conocida como la plaza de la Harina en alusión a la venta de grano. Actualmente continúa acogiendo multitud de eventos a su alrededor. Un día cualquiera puedes encontrarte con un mercado, una exposición o beber hidromiel en la feria medieval de A Coruña.

La armoniosa belleza de esta plaza reside en la distribución de su espacio: una zona ajardinada con árboles centenarios que proveen cobijo a todos los bancos que la rodean, la Fuente del Deseo que proporciona un tranquilo paisaje sonoro basado en el murmullo del agua y el movimiento de las hojas, cuatro accesos y una escalinata en uno de sus laterales que conecta con el cantón superior de la plaza.

Iglesia de Santiago

Desde la plaza de Azcárraga podemos observar el ábside de la Iglesia de Santiago. Este templo románico con pinceladas góticas, dedicado a Santiago Apóstol, es el más antiguo de la ciudad y el segundo monumento con más antigüedad del patrimonio histórico y monumental de A Coruña, después de la Torre de Hércules. A pesar de las sucesivas modificaciones sufridas entre los Siglos XIII y XV, la estructura principal está fechada en el S. XII. Actualmente es lugar de paso para todos aquellos que quieren recorrer El Camino Inglés.

No te conformes con pasar delante de ella, observa sus fachadas y los diversos elementos artísticos que la componen, sube las escalinatas hasta su atrio y observa desde allí el cruce de las calles. No en vano esta iglesia fue declarada monumento histórico artístico. Todo aquel que la visita destaca su impresionante belleza y estado de conservación. En su interior se sorprenden al descubrir elementos tales como tijeras, conchas, martillos, embarcaciones, etc., talladas entre sus piedras y que representaban a los diferentes gremios de la ciudad.

Plaza de la Constitución

Esta plaza anteriormente formaba parte de la plaza de Azcárraga. Presidida por el Palacio de Capitanía General, el valor histórico de esta plaza no se limita a la ciudad de A Coruña. En 1812, fue la primera “Plaza de la Constitución” de España por jurarse en ella, por primera vez, la Constitución de Cádiz. En uno de sus accesos encontraremos la residencia de Rosalía de Castro y su familia entre los años 1870 y 1879.

Una plaza tranquila y majestuosa, con dos piezas de artillería en su centro, es otro de los rincones de A Coruña que no debes dejar de conocer y disfrutar.

Convento e Iglesia de Santo Domingo

Al dejar atrás la residencia de Rosalía de Castro y subir por la cuesta de la Calle Príncipe, en apenas unos minutos nos encontraremos en la Plaza de Santo Domingo, otra de las pequeñas plazas que nos vamos encontrando en nuestro recorrido por la ciudad alta.

El convento original se encontraba en los extramuros de la ciudad pero, en 1589, después de una breve ocupación por el pirata inglés Sir Francis Drake, fue quemada y destruida en su huida. En el S. XVII fue reconstruida, esta vez dentro de la protección del recinto amurallado, esto no evita que en 1726 sufriera otro importante derribo y reforma ante el mal estado del convento, salvándose las capillas de los Remedios y del Rosario.

Actualmente, este imponente monumento de estilo barroco sigue manteniendo una notable relevancia al predicar culto a la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario. Por ello, esta iglesia junto con su plaza, rehabilitada en la última década, se alza con una posición entre nuestro ranking de los rincones de la Ciudad Vieja.

Plaza de las Bárbaras

Plaza de Santa Bárbara o Plaza de las Bárbaras, en alusión a la antigua ermita dedicada a Santa Bárbara donde hoy se encuentra el convento. Situada al lado de la Iglesia de Santo Domingo, ha sido elegida una de las plazas más bonitas de la ciudad por sus habitantes. Una pequeña plaza acogedora situada ante los muros del convento de las Bárbaras, custodiada por acacias y presidido por uno de los cruceros de piedra de la ciudad.

Esta plaza apenas ha sufrido cambios, desde hace más de medio siglo permanece inamovible en el tiempo, al ser nombrada conjunto histórico-artístico para poder preservarla. Un lugar íntimo, emocional, con una belleza abstracta y un remanso de paz en mitad de la ciudad, la convierte en un lugar imprescindible para todos los coruñeses y muchos visitantes de la ciudad.

Casa do Remo

Mientras nos encaminamos hacia el Jardín de San Carlos debemos tener cuidado y prestar atención o, de lo contrario, uno de los lugares más curiosos de la ciudad nos pasará totalmente desapercibido.

Por su emplazamiento frente al mar no podemos dejar de obviar que los cimientos de la ciudad están sustentados sobre la pesca, siendo, históricamente, una ciudad marinera. El mar puede marcar profundamente no solo la distribución o las tradiciones de un lugar, sino también el carácter de su gente. Por esta razón, no podemos dejar escapar esta representación de las casas de los marineros, la única construcción en A Coruña que ha sobrevivido al paso del tiempo: Casa do Remo, una casa con una fachada de apenas un par de metros de ancho.  Su nombre aludía a su singular arquitectura, casas estrechas y económicamente accesibles, pero con el suficiente ancho para poder entrar los remos de los marineros.

En la actualidad, se ha reconvertido en casa turística para todos aquellos visitantes que desean conocer la ciudad y alojarse bajo una localización históricamente tan representativa.

Jardín de San Carlos

El origen del Jardín de San Carlos se remonta a la Fortaleza Vieja: Baluarte construido en el S. XVI como parte de las fortificaciones de la ciudad. Tras perder su importancia defensiva, una explosión de su polvorín provocó su destrucción y su consecuente abandono hasta que en 1834 se reconvierte en el conocido Jardín de San Carlos. 

En el centro de este jardín, de estilo romántico, se encuentra el monumento fúnebre de Sir John Moore, general inglés que dio su vida en la Batalla de Elviña defendiendo  la ciudad frente al ejército napoleónico, en 1809. Alrededor de esta tumba se distribuyen los elementos del jardín, los caminos y las zonas forestadas con diversas especies autóctonas y exóticas. Adosado a los jardines se encuentra el edificio que actualmente ejerce como sede del Archivo del Reino de Galicia. Al fondo, uno de los rincones más visitados de la ciudad vieja, una galería convertida en ventana a la ciudad.

En este rincón no solo podrás acceder a uno de los miradores más especiales de la ciudad, sino que disfrutarás de un entorno único. Este jardín, situado entre los muros defensivos, es el más antiguo de A Coruña siendo, además, la única olmeda protegida de Galicia.

La muralla y sus puertas

El recinto amurallado de A Coruña fue el resultado de diversas construcciones y remodelaciones a lo largo de siglos, conforme la ciudad se transformaba. Por ello, entre sus características, destaca la diversidad histórica de su conjunto. Varios vestigios sobreviven desde sus inicios en la Edad Media hasta nuestros días. Entre sus diversas reconstrucciones se fueron abriendo puertas que conectaban la ciudad con el exterior, en función de las necesidades que la época requería.

En la zona del Hospital Abente y Lago, encontramos las tres puertas que han sobrevivido al paso del tiempo:  Puerta del Clavo, Puerta del Parrote o de la Cruz y la que se conoce como Puerta de San Miguel, algunos historiadores aseguran que su nombre original es Puerta del Castillo o del Embarcadero. Todas ellas construidas entre los S.XVI y XVII.

Hoy estas puertas reclaman su importancia histórica, olvidadas durante largo tiempo, pero recuperadas por ser lugar de paso en la vida diaria de los antiguos habitantes de nuestra ciudad.

Castillo de San Antón

Su historia es una de las más interesantes del patrimonio monumental de A Coruña. En donde hoy se encuentra la pequeña península del Castillo de San Antón, antes fue la Isla de Peña Grande, ocupada por una ermita cuya principal misión era la de aislar y atender a los marineros enfermos. Su patrón San Antón, los amparaba.

En el S XVI, el Rey Felipe II construyó esta fortaleza con la finalidad de proteger el puerto de A Coruña, así como a sus habitantes de los ataques ingleses. Junto a ella se dispusieron otras dos: el Castillo de San Diego, ya desaparecido, y el de Santa Cruz.

Su periplo histórico está lejos de concluir ahí ya que, más tarde, se convertiría en una cárcel para terminar siendo lo que hoy conocemos, el Museo Arqueológico e Histórico de A Coruña.

Este espectacular lugar se pone a disposición de los habitantes coruñeses, ya sea para pescar, pasear, ver las impresionantes vistas desde su fortaleza o, simplemente, sentarse en uno de los bancos de la zona mientras se disfruta de la actividad rutinaria del muelle de A Coruña.

Jardines de la Maestranza de la Artillería

Estos jardines, situados cerca del Castillo de San Antón, es el reflejo de la actual ciudad: un lugar de contrastes, de jardines, de grandes vistas y de historia.  Esta zona de A Coruña tiene una gran riqueza histórica y monumental al ser el lugar de las ruinas del Convento de San Francisco, la Iglesia de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, el Museo Histórico Militar de A Coruña y la Fundación Luís Seoane.

La Fundación Luís Seoane, cuya remodelación de un antiguo edificio militar con elementos arquitectónicos modernos, dan como resultado un espacio magnético que rinde homenaje tanto al artista como a toda la esfera cultural de la ciudad.

La zona ajardinada trasera se abre como un balcón al paseo marítimo, con impresionantes vistas al Dique de Abrigo y a la Torre de Control. En este jardín es habitual ver a usuarios sentados en el césped o jugando con sus mascotas.

Casa Museo Emilia Pardo Bazán

Recientemente la obra de esta escritora ha vuelto a nuestras vidas de una forma tan sencilla como lo es el cruzar un paso de peatones. El homenaje que A Coruña rinde a la escritora se disfruta en las calles y en el museo creado en su honor.

Esta majestuosa casa – museo fue espectador del nacimiento y desarrollo literario de uno de los referentes culturales gallegos como es la figura de Emilia Pardo Bazán. Por ello, no es de extrañar que en la actualidad comparta dependencias con la Real Academia Galega.

En este antiguo edificio recorrerás la vida y obra de la artista según atraviesas sus estancias de la mano de su anfitriona, Julia.

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