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Vuelven los tatuajes a Galicia: Mascarillas, sin acompañantes y diseños de "confinamiento"

La vuelta de los estudios de tatuaje ha generado más peticiones de diseños "sentimentales" para grabarse en la piel y otros relacionados con la crisis sanitaria como los metros cuadrados de una casa o una raya por cada día de confinamiento
Una clienta de Loco Blow tatuándose siguiendo las medidas sanitarias.
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Una clienta de Loco Blow tatuándose siguiendo las medidas sanitarias.
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La tinta dejó de correr durante más de dos meses de confinamiento a causa de la crisis sanitaria del coronavirus pero con el plan de desescalada del Gobierno, a parte de volver las ansiadas terrazas, también lo han hecho los estudios de tatuajes. Uno de los más populares de la ciudad herculina, Loco Blow, ya está funcionando a pleno rendimiento pero con algunos cambios notables como la utilización obligatoria de mascarilla para tatuadores y clientes, la imposibilidad de que quienes vayan a tatuarse lleven acompañante o la supresión temporal del área de piercing para ganar distancia entre los tatuadores a la hora de trabajar en el box.

Además, los responsables del negocio admiten que ya han realizado varios diseños "confinados" como el de una chica que quiso grabarse en la piel los metros cuadrados de su piso "porque se le quedaron grabados de tanto caminar por dentro de él", otro a un chico que se trataba de un dibujo abstracto de una jaula con el coronavirus flotando alrededor y las palabras "covid 2020", otro en el que un cliente les pidió que le tatuasen una raya por cada día que se pasó confinado en casa o el de una mujer que optó porque le dibujasen en el brazo a una niña con su perro dentro de una jaula en referencia a su propia cuarentena, ya que la pasó con su mascota.

En concreto, Loco Blow paró su actividad debido al estado de alarma desde el 13 de marzo al 6 de mayo y el responsable del estudio, Ricardo Moreno, reconoce que se sorprendió por poder abrir "tan pronto" pero lo agradece porque la cuarentena les llevó en parte "a una situación económica al límite". La crisis sanitaria les obligó a reorganizar decenas de citas priorizando a aquellos que ya la tenían antes de que se decretase el confinamiento y confiesa que cuando la gente se enteró de que volvieron a abrir su puertas "el teléfono empezó de nuevo a sonar y fue una locura" pero asegura que es "lo que más felices les pudo hacer tras dos meses de sequía". De las más de 70 personas que tuvieron que reubicar, sólo tres clientes que ya habían entregado el depósito para tatuarse han decidido aplazar su cita por miedo a las circunstancias sanitarias actuales.

En cuanto a las medidas excepcionales que tuvieron que adoptar para la vuelta al trabajo, Moreno apunta que la "nueva normalidad no ha trastocado mucho su forma de trabajar porque en el gremio ya es habitual utilizar medidas estrictas de seguridad". "Convivimos con la contaminación cruzada y los protocolos para evitarla, así que en este sentido el coronavirus nos ha adelantado mucho camino. Pedimos a todos los clientes que vengan con mascarilla y sin acompañantes para evitar en la medida de lo posible aglomeraciones de gente", comenta, a la vez que añade que "los tatuadores a mayores de su atuendo habitual también trabajan con mascarilla".

A su vez, Loco Blow también dispone de zona de tienda pero desde la reapertura y hasta nuevo aviso permanece precintada, al igual que la sala de espera, a parte de que estos días mantienen siempre la verja del local bajada, nadie puede ir al estudio sin cita previa, las consultas y presupuestos son atendidas por telefono o whatsapp y los bonos regalo se emiten en formato digital. El protocolo de entrada y salida del local también está estudiado y Moreno indica que los clientes que llegan deben llamar o golpear la puerta como se indica en un cartel que está colgado fuera del estudio y él mismo sale a recibirles, les da gel hidroalcohólico y les facilita una mascarilla "si se la olvidan". Como medida excepcional, el responsable del negocio subraya que "entre cliente y cliente se deja un breve espacio de tiempo para así distanciar las citas y poder desinfectar el área de trabajo y los equipos", una estrategia que es consciente que "les hace ganar menos económicamente pero les aporta más en seguridad y salud".

Más tatuajes "sentimentales"

Moreno detalla que desde que volvieron a abrir les da la sensación de que "el confinamiento ha provocado que la gente se parase a pensar y a planificar muchas cosas", una teoría que apoya en que lo más demandado estas semanas son los tatuajes "de amigos, hermanos o parejas". Sobre el futuro del negocio tras la crisis del coronavirus, el responsable de Loco Blow indica que por ahora "la gente está invirtiendo más en tatuajes, tratamientos de salud o gimnasios" debido a que la cuarentena ha reducido por obligación los gastos que muchos tenían habitualmente en copas, festivales o viajes.

"Aún a puerta cerrada estamos agendando un gran número de citas y nos da la sensación de que ahora la gente tiene a los tatuajes y otros asuntos en una posición más privilegiada en su escala de prioridades o al menos esa es la impresión que estamos teniendo y deseamos que continúe siendo así", concluye con optimismo.

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