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Vecinos del Sarela, en Santiago, preocupados por la caída de árboles en el paseo fluvial

Hace dos días que un carballo se cayó sobre el paseo del río Sarela destruyendo un galpón y matando a dos gallinas. Los vecinos están preocupados porque es la cuarta vez que sucede y evidencia el mal estado de una zona a medio camino entre mundo urbano y rural
El árbol caído sobre el paseo, que también destruyó un galpón.
Quincemil
El árbol caído sobre el paseo, que también destruyó un galpón.

Hace dos días que un carballo de grandes dimensiones se cayó sobre el paseo fluvial del río Sarela, en Santiago, y estuvo muy cerca de precipitarse sobre una casa cercana, aunque tan solo destruyó un galpón y mató a dos gallinas.

Este suceso no pasaría de anécdota si no fuese la cuarta vez que pasa en tres años, una situación que preocupa a los vecinos, que la atribuyen a una normativa que no se adapta a un barrio como el suyo, a medio camino entre el mundo rural y el urbano.

El árbol caído sobre el paseo fluvial del Río Sarela.

"El problema viene del cambio de usos del campo: hace treinta años todo esto eran fincas cuidadas y los árboles como este se talaban para conseguir leña, no se dejaban crecer tanto", detalla en una entrevista concedida a Quincemil el presidente de la Asociación Veciñal Río Sarela,

Ahora, esos árboles crecen sin límite en fincas cubiertas de hiedras y maleza con un suelo de granito y en pendiente que, como en este caso, termina por ceder. La parcela en la que se encontraba este carballo, propiedad de un particular, cuenta con más árboles de estas características que, si no se actúa, terminarán por correr su misma suerte tarde o temprano.

El galpón destrozado por la caída del árbol.

"La versión simple de lo que pasó es que cayó un árbol y no hubo que lamentar muertes, pero la realidad es que es la consecuencia última de lo que pasa en los barrios periféricos como el nuestro", prosigue Brokenbrow.

En este sentido, el presidente de la asociación de vecinos destaca que la propia Ordenanza Xeral de Protección do Medio Ambiente Urbano "no se adapta a las nuevas costumbres y al desuso del campo" y está tan "desactualizada" que las multas por falta de mantenimiento de las fincas "aparecen en pesetas".

El presidente de la AVV Rio Sarela, Jon Brokenbrow, señala el árbol caído.

"Lo que pedimos es más agilidad y más flexibilidad, que Concello y Xunta acepten que los usos han cambiado: esto ya no son fincas trabajadas, así que la gente está paseando por zonas sin cuidar", advierte.

Desde la asociación están "en proceso de denunciar a otros propietarios de fincas que amenazan la convivencia y la seguridad de los vecinos", aunque esperan encontrarse, "como siempre", con "el obstáculo de la falta de agilidad que acompaña a estos procedimientos".

El tronco caído, ya talado.

"La legislación es la misma para toda la ciudad, pero no es igual un bosque en pendiente que un parque con un jardín muy cuidado: hay que proteger a los vecinos y a las personas que recorren el paseo", apunta.

La consecuencia última de esta situación es la frecuente caída de árboles, que en algunos casos han estado muy cerca de llegar a provocar daños personales.

Estado de río tras la caída del árbol.

"Tenemos un barrio muy bonito, pero a este ritmo se nos va a llenar de árboles inmensos creciendo sin control encima de las casas; parece que vamos a tener que esperar a que caiga un árbol encima de un coche o de una persona para que se actúe", lamenta Brokenbrow.

Así, el presidente de la asociación alerta de que "todos los árboles de la zona son potencialmente peligrosos" si no se toman medidas y, sin perder el sentido del humor, ironiza con que "va a haber que repartir cascos entre los vecinos".

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