Vecinos de Brandía, en Santiago, contra la instalación de una gasolinera junto a sus casas
Hace cuatro años que los vecinos de la urbanización de Brandía, en Santiago de Compostela, supieron de la intención de instalar una gasolinera low cost en una parcela situada junto a sus casas. Aunque la iniciativa decayó, se prevé que el Concello le dé luz verde en los próximos días.
En su momento, el proyecto no salió adelante porque planteaba situar una gasolinera en una parcela de uso comercial. Ahora le han dado la vuelta, proponiendo construir un pequeño establecimiento comercial que incluya una estación de servicio.
Las quejas vecinales
"A norma que permite construir gasoliñeiras xunto a establecementos comerciais está pensada para grandes superficies ou polígonos: se se pode instalar en calquera parcela comercial, podería haber unha en calquera das rúas do centro urbano", explica en una entrevista concedida a Quincemil una jurista y vecina de la zona, Alba Nogueira.
Esta modificación no fue lo único que cambió en el proyecto desde 2017. "Fomos presentando alegacións e nunca responderon, pero cambiaron a fachada, o tamaño e mesmo as medidas de seguridade", prosigue Nogueira.
Ante una posible aprobación del proyecto, este sería el principal argumento de los vecinos: un juez tendría que determinar si los cambios en el proyecto son sustanciales, en cuyo caso no se podría conceder la licencia y tendría que empezar el proceso de nuevo, o si son menores.
"A propia asesoría xurídica do Concello non é concluínte, pero deixa esas dúas posibilidades: se os cambios foron relevantes non cabe conceder a licencia e, se non, pódese conceder", apunta Nogueira, quien entiende que "o único que non cambiou foron os surtidores", por lo que el proyecto no podría seguir adelante.
La gasolinera estaría situada en un punto muy complejo: la parcela se encuentra en una rotonda, con 132 casas y 500 vecinos a un lado y la Papelera de Brandía al otro, todo ello en la parada final de una línea de autobús, en medio de un cambio de rasante y en el acceso al hotel A Quinta da Auga.
"En 2017 o informe de tráfico foi desfavorable, pero agora non se molla, só describe o complicado da situación, lembrando que alí remata unha liña de bus e que entran e saen da fábrica moitos camións que ás veces xa obstrúen a circulación ao manobrar", apunta Nogueira.
Lo que también tiene claro Nogueira es que, "de non ser polo tempo e o esforzo invertidos polos veciños, o proxecto inicial teríase aprobado". En todo caso, aunque ahora se apruebe no se detendrán y acudirán a los tribunales.
"Nun momento de emerxencia climática, onde hai países falando de prohibir os coches de combustión en 2035, aquí temos un proxecto de urbanismo cutre que nin sequera vai xerar postos de traballo", concluye.
Para los vecinos la solución idónea pasaría por suspender la licencia, una medida que "non suporía ningún perxuízo patrimonial para o concello", toda vez que la parcela no está en propiedad, sino en alquiler.
El concello
El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, también se ha referido a este tema, incidiendo en que la concesión de licencias "está reglada" e, independientemente de que "guste ou non guste", la obligación del concello es dictar una resolución en base a los informes solicitados.
"Comprendo perfectamente a posición dos veciños, pero eu débome á lei: nunca houbo un expediente para o que pedíramos tantos informes de todo tipo e condición, os documentos apilados deben de medir medio metro", señala el regidor.
Así, Bugallo avanza que en los próximos días habrá una resolución, que será "xusta no sentido do cumplimento da lei", ya que "facer algo en contra do que din os informes sería prevaricación".
En todo caso, el alcalde tiene claro que, sea cual sea la resolución de la licencia, una u otra parte llevará el tema a los tribunales. "Teño a seguridade absoluta de que o tema irá ó xulgado e será un xuiz o que teña que determinar se o concello actuou correctamente", concluye.
