Una tuitera busca al niño que dejó una nota en una botella encontrada en la isla de Sálvora

Una tuitera ha apelado a la "magia" de las redes sociales para encontrar al niño de cuatro años responsable de un curioso mensaje introducido en una botella y que fue encontrado recientemente en la isla de Sálvora de casualidad. En la peculiar nota que estaba en el interior del recipiente, lo único que se sabe a ciencia cierta es que su autor se llama Roi y que es un menor, a juzgar por el tipo de letra que figura en el papel acompañada de un entrañable dibujo.

En su mensaje el niño pedía que si alguien encontraba la botella que le llamase al número de teléfono que escribió en el papel, pero es algo que la autora del tuit no puede hacer ya que faltan dígitos. Para solucionar este pequeño inconveniente ha pedido ayuda a través de su perfil en las redes sociales para así intentar que el mensaje se comparta y que llegue al mayor número de gente posible con la esperanza de que pueda llegar a oídos del niño o de sus allegados para cumplir su deseo.

Hasta ahora el tuit ya ha sido compartido más de 300 veces y más de 200 personas le han dado un me gusta e incluso algunos usuarios han intentado ayudar a la mujer que ha encontrado el mensaje buscando una explicación a los números que faltan y tratar de buscar el sentido para poder llamar. "Le faltan los dos últimos dígitos" o "creo que le faltan los dos primeros números del fijo, muchas veces se dicen los fijos sin decir el prefijo autonómico" son algunas de las teorías de otros tuiteros, a las que se unen las de algunos que han hecho uso de sentido del humor y han respondido que "si la mujer tiene tarifa plana que pruebe con 100 posibles combinaciones de números y pregunte por Roi para matar la tarde".

De momento el autor de este peculiar gesto de introducir un mensaje en una botella a la antigua usanza no ha sido encontrado pero la gente en las redes sociales no pierde la esperanza ya que tienen en mente ejemplos de iniciativas parecidas que gracias a twitter se solucionaron, en referencia a las clásicas publicaciones de peluches o animales perdidos que circulan cada poco tiempo por la red y que en muchas ocasiones tienen un final feliz.